Un operativo antidroga en La Línea de la Concepción devino en una auténtica batalla campal, después de que los habitantes de un 'narcobarrio' se sublevaran contra los agentes de la Policía Nacional, Guardia Civil y Policía Local: las barricadas impidieron el acceso de vehículos por las calles, mientras que grupos organizados recibieron a pedradas a la autoridad. Los acontecimientos han provocado una airada reacción de los uniformados, que exigen más medios en un escenario tan conflictivo y que el Ministerio del Interior declare zona de especial singularidad el Campo de Gibraltar.
Las imágenes hablan por sí solas. Un enorme dispositivo policial desplegado en La Línea, con la calle Virgen de de Lourdes como centro del operativo. La tensión es palpable. Hay varios vehículos desplegados y algunos de los agentes llevan el rostro cubierto con pasamontañas. En el lado contrario, vecinos de la zona -voces policiales no dudan en calificarlo como 'narcobarrio', tanto por el tráfico de estupefacientes como por la protección que reciben los delincuentes- recurren a la violencia para tratar de repelerlos.
Fuentes policiales consultadas por Vozpópuli destacan que el operativo tenía por objetivo la detención de un integrante de uno de los clanes más fuerte de la zona, si bien la respuesta que se encontraron fue totalmente hostil. Uno de los vídeos muestra a los agentes caminando hacia atrás, escudo en mano, tratando de contener las pedradas de los violentos, que por momentos encuentran más apoyos. Los vecinos, lejos de refugiarse, alientan a éstos últimos y claman contra la Policía.
En otra escena, ya de noche, se puede ver a un grupo organizado levantando una barricada con piedras y adoquines en el acceso intermedio de un muro de piedra, para evitar el paso de cualquier vehículo de la autoridad. Los sindicatos policiales afirman que también se quemaron contenedores, en una auténtica batalla campal. De esta forma los Bomberos tuvieron que actuar en la zona escoltados por los agentes de la Policía Nacional. Dos policías resultaron heridos en esta tensa jornada de trabajo.
Según estas mismas fuentes el origen de esta operación policial puede estar en el transporte de contrabando de cajetillas de tabaco. El pasado 2 de septiembre la Policía Nacional intervino 4.500 paquetes en La Línea. Fue localizada en la Playa de Poniente y buscan a los miembros de esta organización criminal. Serían de un clan muy conocido por el narcotráfico de la zona que han extendido en los últimos tiempos sus tentáculos a otros puntos de la península.
"No hay respeto a los Policías"
Los acontecimientos han desatado una oleada de reacciones. El Sindicato Unificado de Policía (SUP) considera que detrás de estas acciones se encuentra la pérdida de autoridad que están sufriendo las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado en los últimos meses. Ya no hay respeto ni temor a la Policía Nacional y la Guardia Civil.
Este sindicato tiene una reivindicación clara: la Linea no dispone de unidades de la UPR ni de la UIP. "Los agentes de la UPR de otros puntos de la provincia acuden solo por la noche a la zona para luchar contra el narcotráfico", aseguran fuentes de la entidad. Piden que se establezca un equipo específico.
La Asociación Unificada de Guardias Civiles (AUGC) denuncia que es un "ejemplo de cómo las policías en España se encuentran atadas de manos, sin autoridad": "Las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad se exponen a agresiones, sin garantías jurídicas. No pueden ejercer su trabajo, ni garantizar la seguridad ciudadana".
"Frente al delito, firmeza. Ni un paso atrás en la lucha contra quienes pretenden impunidad. Enormes los compañeros de Policía Judicial y de la Unidad de Prevención y Reacción (UPR), estos últimos frenando los disturbios de esa turba de violentos", añaden desde la Confederación Española de Policía (CEP).
"Nuestro apoyo a los compañeros de La Línea donde ayer sufrieron una nueva agresión -incide el sindicato Jupol-. Urge recuperar el principio de autoridad".
Zona de Especial Singularidad
El principal reclamo de las fuerzas de seguridad es que el Ministerio del Interior declare al Campo de Gibraltar como Zona de Especial Singularidad. Esta decisión, que tiene como epicentro los lugares con problemas de convivencia, viene dada para que los agentes no opten por cambiar de destino y tengan incentivos por permanecer en ellos.
Es una promesa que lleva años sobre la mesa y nunca ha terminado de darse. El Congreso de los Diputados llegó a votar a favor a esta propuesta. A pesar de ello no se ha cumplido y los agentes, ante acontecimientos como el vivido en La Línea, redoblan sus peticiones para que se reconozca el trabajo de los agentes en la región.
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