“Sacaron al policía por la ventanilla del conductor, le tiraron al suelo y le empezaron a patear todo el cuerpo, incluida la cabeza. Si no llega a ser por el agente que disparó el arma al aire hay una matanza”. Son palabras de uno de los policías que intervino en la batalla campal que se produjo el pasado lunes en el madrileño municipio de Navalcarnero.
Los agresores, según fuentes policiales, son okupas, grupos de etnia gitana y miembros de una familia conocida como “los marrones”, con un gran currículum de problemas con la Justicia. Dos dotaciones de la Policía Nacional acudieron a practicar dos detenciones en el barrio de la Estación. La Policía, que venía con órdenes desde Valencia, avisó a la Policía Municipal de Navalcarnero, que destinó dos patrullas. Sin embargo, no dio aviso a la Guardia Civil, con competencias en esa zona, lo que muchos de los técnicos consultados señalaron que fue “un grave error”.
Se hizo un registro en un domicilio y detuvieron a dos personas dentro de la vivienda. Fuentes policiales indicaron que duró mucho tiempo, se habla de dos horas, lo que permitió que se corriera la voz por el barrio de La Estación. Al bajar con dos detenidos unas sesenta personas, muchas de ellas de etnia gitana y de la familia “los marrones”, comenzaron a amedrantar a la Policía y a agredir a los agentes.
Agentes de Policía y de la Guardia Civil coincidieron en señalar que fue una imprudencia enviar a tan pocas fuerzas al conflictivo barrio de La Estación, donde se han producido incidentes graves en los últimos años
En un momento rodearon un coche y sacaron a un agente del vehículo por la ventanilla, al que tiraron al suelo y pisotearon. Lo mismo sucedió con otros representantes de las fuerzas de seguridad. Además, pincharon las ruedas de varios vehículos.
Uno de los policías, al verse rodeado y en peligro, sacó su arma reglamentaria y disparó al aire, lo que provocó la huida de los atacantes. La mujer detenida aprovechó esos momentos de caos para huir esposada. El otro individuo fue retenido en el coche, a pesar del intento de rescatarlo. Fuentes de la Policía Nacional reconocieron que se hizo el disparo al aire, pero justificaron esa actuación por el momento de grave peligro que se produjo durante la detención.
Los policías pidieron refuerzos a la Guardia Civil que acudió con numerosos efectivos. Primero hubo agresiones con palos y golpes y posteriormente lanzamiento masivo de piedras. Tres policías nacionales resultaron heridos: uno con un golpe en el hombro; otro con un esguince cervical y otro con una dislocación. Dos agentes de la Guardia Civil tuvieron que ser atendidos.
El portavoz del PSOE, José Luis Adell, se solidarizó con los agentes heridos y anunció que preguntará en el próximo pleno por la falta de plantilla en la Policía Local
Por su parte, en la Policía Local había cuatro agentes de baja a consecuencias de los golpes y las pedradas recibidas. El portavoz del PSOE, José Luis Adell, se solidarizó con los agentes heridos y anunció que preguntará en el próximo pleno por la falta de plantilla en la Policía Local.
Agentes de Policía y de la Guardia Civil coincidieron este miércoles en señalar que fue una imprudencia enviar a tan pocas fuerzas a este barrio. En esa zona, La Estación, hay decenas de grupos okupas, varias familias de gitanos conflictivas y la familia de ”los marrones” y se han producido hasta dos incidentes graves en los últimos años. En los próximos días se esperan detenciones de las personas que participaron en los ataques.
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