El PSOE ha pasado de expulsar a los concejales que pactaban alcaldías en Navarra con Bildu a entregar a los abertzales el Ayuntamiento de Pamplona, poco después de que Pedro Sánchez alcanzase un acuerdo con esta organización para garantizar su gobernabilidad. El frágil equilibrio político de la Comunidad Foral encuentra un antecedente en Estella, uno de los consistorios más relevantes de la región, y pone de manifiesto el cambio de criterio en la política municipal de los socialistas.
El episodio tuvo lugar a finales de marzo de 2020, en un momento particularmente convulso tras decretarse el estado de alarma a partir de la pandemia del coronavirus. El escenario, Estella: ciudad de 14.000 habitantes, cuyas raíces se remontan al siglo XI, es cabeza de su merindad y municipio más grande de la región Tierra Estella, donde se reúnen buena parte de los servicios públicos principales. Uno de los Ayuntamientos más relevantes de la Comunidad Foral.
Gonzalo Fuentes, cabeza de lista de la coalición Navarra Suma -que integraba a Unión del Pueblo Navarro (UPN), Ciudadanos y Partido Popular de Navarra-, se había hecho en 2019 con la alcaldía de Estella en detrimento de Koldo Leoz, el candidato de EH Bildu. La aritmética consistorial era ajustada: 7 concejales de Navarra Suma, frente a los 6 de EH Bildu y uno de Geroa Bai. Por su parte, el PSOE contaba con tres ediles.
Pero en marzo de 2020 cambiaron las tornas. Dos concejales del PSOE apoyaron una moción de censura presentada por EH Bildu, lo que permitió que el candidato Koldo Leoz recuperase la alcaldía. El episodio dio pie a un fuerte terremoto político, ya que el Gobierno de Navarra, en manos de la socialista María Chivite, había urgido a aplazar el pleno debido a la situación de estado de alarma, pero los impulsores de la iniciativa municipal mantuvieron la iniciativa en pie.
"Engañar al PSN-PSOE"
Pero, además, tuvo consecuencias en el seno del PSN. La dirección del partido acusó a los dos concejales que apoyaron la moción de censura de actuar en contra de sus órdenes, que instaban a dejar gobernar a Navarra Suma en los ayuntamientos donde tuvieran mayoría y a no llegar a ningún acuerdo municipal con EH Bildu.
Los dos concejales socialistas trataron de justificarse en que trataban de “revertir la situación del Ayuntamiento vista la deriva autoritaria y discriminatoria en la toma de decisiones”. Pero la decisión del PSN fue fulminante: la Comisión Ejecutiva Federal del partido les remitió un escrito donde les comunicaba su expulsión. El partido, además, acusó a ambos de “engañar al PSN-PSOE, a los votantes y a la sociedad en Estella con un único fin”.
La situación contrasta con los acontecimientos que ahora se están viviendo en Pamplona, en el marco de los acuerdos que Pedro Sánchez ha suscrito con EH Bildu para alcanzar -junto al resto de fuerzas independentistas y de Sumar- la mayoría necesaria para mantenerse en la Moncloa.
De Estella a Pamplona
La composición del Ayuntamiento de Pamplona es similar a la que entonces se vivía en Estella. UPN fue la fuerza más votada en las municipales del 28 de marzo, obteniendo 9 concejales, a los que sumaba el apoyo natural de los dos ediles del PP. La siguiente formación en representación es EH Bildu, con 8 ediles, que en las negociaciones de gobernabilidad contaba con el apoyo de Geroa Bai y Contigo-Zurekin, dos y un concejal respectivamente. Equilibrio de fuerzas, con el PSN como juez en la contienda tras obtener cinco concejales.
Tras dilatadas negociaciones, EH Bildu no logró convencer al PSN para contar con su apoyo. Así, Cristina Ibarrola, de UPN, se quedó en junio con la alcaldía, al ser la fuerza política con mayor representación.
Pero el bastón de mando no le ha durado ni seis meses, después de que el PSN haya anunciado -en contra del criterio que mantenía de dejar gobernar a la fuerza más votada y no alcanzar acuerdos municipales con EH Bildu- que apoyará la moción de censura presentada por los abertzales.
La gobernabilidad de Navarra se ha sostenido en los últimos años en acuerdos con diferentes partidos que han permitido a la socialista María Chivite dirigir la Comunidad Foral pese a no ser la formación con mayor número de parlamentarios. Pese a que el apoyo directo o indirecto de EH Bildu ha sido necesario para auparla hasta la presidencia o para sacar adelante los presupuestos regionales, desde el PSN siempre se ha negado una negociación directa con los abertzales.
La retórica se extiende al pacto suscrito ahora con EH Bildu para ceder el Ayuntamiento de Pamplona: los socialistas desmienten que acordasen apoyar la actual moción de censura en los pactos de Gobierno con los que Pedro Sánchez arranca su nueva legislatura.
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