El posible pacto de Francisco Correa con la Fiscalía Anticorrupción le podría salir caro al líder de la trama Gürtel, quien atraviesa uno de los peores momentos de su vida, cuando al cumplir sesenta años, se encuentra preso tras recibir una condena de trece años de cárcel por parte del Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad Valenciana (TSJCV) por el caso Fitur.
El riesgo que asume el presunto cabecilla de esta trama de corrupción al confesar sus múltiples delitos ante el Ministerio Público es que las dos únicas personas en la que se está apoyando en estos duros momentos, sus compañeros de aventuras y de banquillo de los acusados, Pablo Crespo y Álvaro Pérez El Bigotes, le den la espalda para siempre.
De hecho, el cambio de actitud entre ellos ya se ha producido después de que tanto el ex secretario de organización del PP gallego como el publicista de la Gürtel hayan conocido que Don Vito está dispuesto a 'cantar' ante la Justicia a cambio de que la Fiscalía rebaje la petición de penas que solicita para él hasta en cinco piezas separadas: Primera Época Gürtel, Caja B del PP de Valencia, pieza de Boadilla, pieza de Aena y la pieza de la visita del Papa a Valencia.
Los tres condenados por la pieza de Fitur Valencia se encuentran actualmente internos en el mismo módulo del centro penitenciario de Madrid III Valdemoro, tal y como ha podido saber Vozpópuli. Crespo y El Bigotes comparten la misma celda mientras Correa tiene asignada otra.
Crespo y El Bigotes, en la picota
El problema radica en que la posible confesión del líder de Gürtel, que se encuentra anímicamente "hundido" y "desesperado", coloca en una situación muy delicada a sus dos más estrechos colaboradores. Correa se ve entre la espada y la pared. La Fiscalía Anticorrupción ha impuesto unas condiciones "muy exigentes" al empresario para alcanzar dicho pacto.
En Fiscalía no quieren escuchar, ni están dispuestos a llegar a ningún acuerdo, con "pseudoconfesiones" como la que hizo el acusado al inicio del juicio de la Primera Época de la trama Gürtel, según explican fuentes conocedoras de la negociación. En aquella declaración Francisco Correa evitó arremeter contra Pablo Crespo y Álvaro Pérez. Es más, a ambos tan sólo dedicó buenas palabras. Sin embargo, para obtener una reducción de penas el jefe de la trama debe reconocer ahora los hechos e incriminar a las personas involucradas en los mismos.
Correa se ve entre la espada y la pared, ya que Anticorrupción ha impuesto unas condiciones "muy exigentes" al líder de Gürtel como paso previo para cerrar un pacto
De hecho, las estrategias de defensa de estos tres acusados empiezan a ser opuestas. Mientras Correa busca un pacto con Anticorrupción, los abogados del Crespo y Pérez pretenden llevar sus condenas hasta el Tribunal de Estrasburgo y demostrar así que se han violado derechos fundamentales durante la instrucción de la trama Gürtel.
En ese sentido, las distintas fuentes consultadas explican que los acercamientos que se están produciendo en estos momentos se limitan "exclusivamente a Correa y Anticorrupción" y que el posible pacto no está aún ni firmado ni cerrado. El próximo día 23 Francisco Correa ha sido citado a declarar como investigado en la causa de los papeles de Bárcenas. Su defensa ha anunciado ya que no va a recurrir dicha imputación. Si para entonces el acuerdo con Anticorrupción está cerrado el líder de Gürtel deberá nuevos datos sobre las presuntas mordidas que se repartía supuestamente con el Partido Popular por adjudicaciones en obra pública.
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