El episodio vivido en Ceuta ha excedido cualquier previsión. Cerca de 8.000 personas en menos de 24 horas que han llegado a España con la permisividad de Marruecos. Entre ellos, un número considerable de menores que han cruzado a nado la distancia que separa su país de la ciudad autónoma. No todos se han encontrado con lo que se esperaban al llegar a tierra firme: tras no ser capaces de localizar a sus familias y verse perdidos, han pedido que les abran la valla para regresar a su país. Mientras, el Ministerio del Interior activa un sistema de trabajo para operar durante las 24 horas en la devolución de los inmigrantes.
Una situación crítica que ha obligado al Gobierno a convocar una gabinete de crisis, a movilizar al Ejército -en torno a 800 efectivos- y a enviar 250 agentes más de la Guardia Civil y de la Policía Nacional. Entre estos últimos hay varios equipos de la Científica y de Extranjería, en cumplimiento de las labores de devolución a Marruecos, que trabajan en la identificación de unos inmigrantes que han llegado sin documentación a España. También menores. Decenas de ellos han pedido regresar a su país a las pocas horas de burlar el perímetro fronterizo.
Fuentes policiales consultadas por Vozpópuli señalan que "un gran número de menores que habían cruzado a nado" a Ceuta regresaron a la frontera "horas después" o "la noche después" de llegar a España para pedir que les permitiesen volver a Marruecos. Tras la pertinente identificación "y en aplicación del interés superior del menor", las autoridades españolas y marroquíes les han abierto las puertas para regresar.
Otras fuentes policiales indican que se trata de "decenas" de menores, algunos de ellos niños, que "de forma inesperada" se han encontrado solos en España tras el cruce masivo a nado desde Marruecos a Ceuta. Optaron por el regreso a su país de origen tras comprobar al cabo de unas horas que sus familias no habían podido cruzar o que no se encontraban en los mismos centros.
Protocolo de devolución 24 horas
El Ministerio del Interior ha activado un protocolo que actúa de forma permanente y durante las 24 horas para facilitar la devolución de estos menores y de todas las personas que han entrado de forma ilegal en España en las últimas horas. Unas entregas a las autoridades marroquíes que se llevan a cabo en cumplimiento de un acuerdo firmado entre Madrid y Rabat en 1992. De acuerdo a las últimas informaciones oficiales ofrecidas por el Gobierno, ya se han devuelto a más de la mitad de los 8.000 inmigrantes que han llegado a España.
Unas cifras críticas que han llevado al Gobierno a movilizar al Ejército de Tierra. Fuentes militares indican que en total se han activado a 800 efectivos, entre legionarios y regulares, para dar apoyo logístico a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, reagrupar a los inmigrantes y reforzar el perímetro fronterizo en algunos de sus puntos críticos. Principalmente, en la zona de El Tarajal, donde se apostaron cuatro vehículos blindados modelo BMR.
Marruecos, tensión diplomática
Mientras tanto, el Gobierno moviliza sus filas diplomáticas para atender a esta crisis sin precedentes. La ministra de Exteriores, Arancha González Laya, desmiente que el episodio tenga ninguna relación con la estancia en España del líder del Frente Polisario, Brahim Ghali. La embajadora marroquí en nuestro país, Karima Benyaich, advirtió no obstante que "hay actos que tienen consecuencias y se tienen que asumir". España ha aprobado en plena crisis una partida presupuestaria de 30 millones de euros para ayudar a Marruecos en su dispositivo policial fronterizo.
Los miembros que forman parte de la Policía Nacional o la Guardia Civil no tienen respuesta a la pregunta de cuánto tiempo se prolongará la situación de crisis en Ceuta; tampoco si el episodio vivido en las últimas horas es puntual o si se repetirá en los próximos meses, coincidiendo con las condiciones meteorológicas favorables. "Dependerá de cómo vaya ese diálogo del Gobierno con Marruecos", inciden las fuentes policiales.
Por el momento, las autoridades marroquíes han comenzado a desalojar a las cientos de personas que permanecían al otro lado de la frontera de El Tarajal esperando pasar a España. Los guardias civiles desplegados en este punto sufrieron agresiones con pedradas y atendieron a los inmigrantes que estaban al borde del ahogo. También permanecerá desplegado el Ejército como medida disuasoria para evitar nuevos intentos masivos de sobrepasar la frontera.
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