La dura derrota del PNV en las recientes elecciones europeas, tercero detras del ganador, su principal competidor, Bildu, y del PSOE, ha encendido las alarmas en la sede de Sabin Etxea de tal manera que su primera decisión ha sido tumbar la amenaza de Pedro Sánchez a Alberto Núñez Feijóo de quitar al Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) el nombramiento de los jueces si “en quince días” no renueva el Poder Judicial.
Fuentes del partido jeltzale admiten que existe la determinación, no tanto de desmarcarse de la mayoría de gobierno, como de marcar “perfil propio” visto que solo el partido que lidera Arnaldo Otegi está rentabilizando electoralmente en el País Vasco su apoyo a la gobernabilidad socialista en Madrid desde que en junio de 2018 el PNV decidió apoyar la moción de censura a Mariano Rajoy y aupar a Sánchez a La Moncloa.
Moción de censura, no
Dicho de otra manera, “nosotros no vamos a participar en esa moción de censura de la que habla Feijóo, pero tampoco vamos a hacer seguidismo a Sánchez”, señala una de las fuentes consultadas; recalcan que el PSOE deberá negociar su apoyo medida a medida, independientemente del acuerdo de gobierno que el PSE y el PNV han firmado este lunes para garantizar la elección del nuevo lendakari, Imanol Pradales.
Y la toma del control, por parte del PSOE, del Poder Judicial y, eventualmente del Tribunal Supremo que tenga que enjuiciar casos políticos en los que puedan estar implicados cargos del PNV es un arma que el PNV -tampoco Junts per Catalunya- parece dispuesto a dejar en manos de Pedro Sánchez. Ambos partidos aspiran a un Poder Judicial propio en sus territorios y, en el entretanto, a que los socialistas no acumulen más poder del que tienen.
En las elecciones europeas el PNV fue el único de los grandes partidos vascos que se hundió: BIldu obtuvo 227.911 votos, el 26,4% (+4,23% respecto a 2019); seguido del PSE, 225.084 sufragios, el 25,92% (+6,95%), mientras que los de Ortúzar & Pradales perdieron la friolera del 11,52% de los sufragios de 2019: sumaron sólo 194.532 papeletas (22,40% de los votos)
Otra fuente sostiene que el resultado el 9J, la victoria de Bildu en estas europeas, va a influir en ese distanciamiento más incluso que las recientes elecciones vascas, en las cuales los de Otegi empataron a diputados (27) con los peneuvistas, a pesar de que estos sacaron un 2,48% más de voto. “Ha sido un desastre y no hay excusa porque todos los demás han subido respecto a 2019”.
Y es que el domingo pasado se encendieron todas las alarmas en el PNV de Andoni Ortúzar & Pradales porque fue el único de los grandes partidos vascos que cayó a plomo: BIldu, el ganador, obtuvo 227.911 votos, el 26,4% (+4,23% respecto a 2019); seguido del PSE, 225.084 sufragios, el 25,92% (+6,95%), mientras que los jeltzales perdieron la friolera del 11,52% de los sufragios que logró en 2019, sumando sólo 194.532 papeletas (22,40% de los votos).
Hasta el PP subió en la jornada del 9J, obteniendo 99.812 votos, 11,49% del total (+5 puntos), situándose como cuarta fuerza en los comicios europeos del 9J y dejando en evidencia la decadencia del partido que ha gobernado casi ininterrumpidamente el País Vasco (excepto el perdió do de Patxi López 2009-2012), sus tres diputaciones y buena parte de sus ayuntamientos.
En una primera valoración de urgencia, la presidenta del Bizkai Buru Batzar, territorio donde los peneuvistas históricamente tienen mas implantación, Itxaxo Atutxa -suena internamente como relevo de Ortúzar en la próxima asamblea-, ha señalado que la estructura interna del PNV es “de la segunda mitad del siglo pasado” y habrá que “adecuarla” l siglo XXI
En una primera valoración de urgencia, la presidenta del Bizkai Buru Batzar, territorio donde los peneuvistas históricamente tienen mas implantación, Itxaxo Atutxa -suena internamente como relevo de Ortúzar en la próxima asamblea-, ha señalado que la estructura interna del PNV es “de la segunda mitad del siglo pasado” y habrá que “adecuarla” al siglo XXI (sic). "Tenemos una bolsa de abstención que debemos analizar. Nos lo tenemos que hacer mirar", insistió.
Sus palabras no han pasado desapercibidas en los batzokis, por ser quien es pero también porque su pareja es el actual portavoz del PNV en el Congreso, Aitor Esteban, muy crítico con la “insólita” carta de Pedro Sánchez a los españoles y, en general, con la deriva del Gobierno de coalición en esta legislatura en la cual sólo ha conseguido sacar adelante, a duras penas, la Ley de Amnistía.
La “tentación” de Sánchez
Y, si bien es cierto que el PNV no va a apoyar la moción de censura de la que habló Feijóo, porque necesitaría a Vox, tampoco hace ascos a una mayor colaboración con el PP en votaciones tanto en el Congreso como en el Senado -ellos y Junts han apoyado allí la ley antiokupas de los populares-.
Aitor Esteban lanzó este lunes post elecciones europeas y post batacazo peneuvista una frase que sonó a medio camino entre diagnóstico y amenaza al PSOE con retirada de apoyo. Según el portavoz del PNV en el Congreso, “esto empieza a ser una locura” y Sánchez “puede tener la tentación” de convocar este otoño elecciones generales junto a otras catalanas si, finalmente, el socialista Salvador Illa no es elegido presidente e la Generalitat y se repiten los comicios en esa comunidad autónoma.