El empresario José María Ruiz-Mateos ha insistido en la inocencia de sus hijos respecto a los impagos de Nueva Rumasa, asumiendo él toda la culpa. En una entrevista concedida a Ana Rosa Quintana, el patriarca de los Ruiz-Mateos ha reiterado que sus hijos son “gente muy buena” que siempre le han hecho caso en todo. “Siempre tomaba yo las decisiones finales en Nueva Rumasa”.
“Se ha cometido una injusticia al embargar todos los bienes de mis hijos. Estamos en la miseria más absoluta, ya que no recibimos ingreso alguno”, relataba. Ante las preguntas sobre la sonada ausencia de sus hijos varones –imputados por el caso Rumasa- en el juzgado de Palma, el empresario ha asegurado que fue él quien les pidió que no le acompañaran. “Soy el único responsable”.
La culpa es del Banco Santander y de la crisis
El empresario jerezano se acogió a su derecho a no declarar en la causa en la que está imputado por estafa en la compra-venta del hotel Eurocalas de Mallorca. Sin embargo, este jueves enviaba a los medios de comunicación la que hubiera sido su declaración en caso de no haber existido “fortuitos e involuntarios impedimentos circunstanciales” como la “sorpresiva actuación de la jueza María Pascual”.
En el comunicado, el empresario culpa al Banco de Santander y a la crisis de que haya dejado de pagar por la compra del Hotel Eurocalas de Mallorca. Ruiz-Mateos reconoce que la negociación la llevó él mismo, "como de costumbre, junto con los colaboradores y ejecutivos pertinentes", y que "siempre hubo intención de pagar" a Francisco Miralles.
Según el empresario, se dejó de pagar a Miralles por varios motivos "ajenos" a su voluntad, como el estallido de la "brutal" crisis económica, con la consecuente disminución de las ventas del grupo Nueva Rumasa, y el "nefasto comportamiento del Banco Santander" con este grupo.
El empresario asegura que el banco canceló créditos a Nueva Rumasa por valor de 41 millones de euros y que, en 2010, les denegó otro crédito de 20 millones que "ya había sido concedido", además de obligarles "a reducir la deuda por sorpresa y sin previo aviso".
Ruiz-Mateos: “Moriré pagando”
José María Ruiz-Mateos ha subrayado su "voluntad de pagar todo lo pendiente" con el dinero que, según dice, el Estado le debe por la expropiación de Rumasa en 1983, algo que tanto el Tribunal Supremo como el de Estrasburgo desmienten.
“Yo no quiero nada para mí ni para mi familia, sólo pagar a los afectados que de buena fe depositaron 50.000 euros de sus ahorros en mis pagarés. No quiero pasar a la posteridad como un desalmado y un sinvergüenza. Que me muera ahora mismo si no lo digo de corazón”, declaraba.
Respecto a las informaciones que apuntan a que la familia Ruiz-Mateos estaría escondiendo dinero en paraísos fiscales, el fundador de Nueva Rumasa ha aseverado que es falso. “Me moriría de vergüenza si la guardia civil o la policía nacional -que son grandes profesionales- descubrieran una sola peseta mía en paraísos fiscales”.
Por último, ha declarado sentirse “muy orgulloso” de haber construido Nueva Rumasa y haber generado tantos puestos de trabajo. “Ser empresario es lo mío, yo sólo sé hacer negocio. En 24 horas soy capaz de hacer una millonada”, concluía.
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