La Abogacía del Estado ha asegurado al Juzgado de Instrucción Número 7 de Zaragoza que el exjefe de gabinete del Ministerio de Asuntos Exteriores Camilo Villarino borró los correos relativos a la entrada en España del líder del Frente Polisario, Brahim Ghali, por lo que no podrá ponerlos a disposición de la causa.
En un escrito 4 de octubre, los servicios jurídicos del Estado han precisado que Villarino mientras estuvo en el cargo "mantuvo la costumbre de ir borrando cada cierto tiempo sus correos electrónicos, por motivos de seguridad y de minimizar el daño en caso de hackeo de los equipos".
La Abogacía ha respondido así a la providencia de 24 de septiembre por la que el instructor Rafael Lasala requería al ex número dos de Exteriores, a petición de una de las acusaciones, que aportara el correo electrónico o el mensaje de Whatsapp que contenía la copia del pasaporte de Mohamed Benbatouche -identidad que usó Ghali para registrarse en el hospital de Logroño- y que le remitió el jefe de Oficina de Presidencia de La Rioja Eliseo Sánchez.
La defensa de Villarino ha explicado que, aunque borró los correos, sí mantuvo la documentación anexa "dadas las publicaciones en prensa sobre el posible uso de una identidad falsa en el hospital de Logroño" y ha insistido en que tanto el pasaporte diplomático argelino de Brahim Ghali como el permiso de residencia de su hijo ya constan en la causa.
Se niega a desvelar con quién intercambió correos
En el marco del escrito la Abogacía ha asegurado que aunque el exjefe de gabinete de Arancha González Laya no hubiese borrado los correos "no podía relevar las personas concretas que eran sus contactos en este asunto".
La acusación podría presentar un nuevo escrito para ordenar la incautación a expensas de que el juez resuelva si acuerda o no encargar el volcado de información.
"Ha de tenerse en cuenta el carácter reservado existente en esta materia por afectar a la seguridad y a las relaciones internacionales. Por ello, no podría pretenderse obtener ahora solicitando esta aportación, conocer quién fue el remitente de dicho correo o Whatsapp", ha indicado la abogada del Estado.
Esta misma semana, en su declaración como investigada, la exministra se amparó en el Acuerdo de Consejo de Ministros, de 15 de octubre de 2010, sobre política de seguridad de la información del Ministerio de Asuntos Exteriores por el que se clasifican determinadas materias con arreglo a la Ley de Secretos Oficiales para evitar señalar a otros miembros del Gobierno en el proceso por el que se autorizó la entrada en España de Ghali.
Fuentes jurídicas presentes en el interrogatorio han asegurado que la extitular de Exteriores rechazó responder al magistrado Rafael Lasala sobre quién o quiénes acordaron la entrada de Ghali el pasado 18 de abril en la Base Aérea de Zaragoza y optó por ampararse en el mencionado acuerdo del Consejo de Ministros.
Posibilidad de encautar la información
En el marco del escrito por el que se solicitó al juez que reclamara los correos a Villarino, la acusación avisó de que si el exjefe de gabinete de Exteriores no aportaba la documentación le pediría que al instructor que le incautara los dispositivos electrónicos para hacerse con la información.
Así, la acusación podría presentar un nuevo escrito para ordenar la incautación a expensas de que el juez resuelva si acuerda o no encargar el volcado de información.
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