La época de calor sofocante ha comenzado. Los sudores constantes, las noches en vela buscando el lado frío de la cama y las facturas estratosféricas por culpa del aire acondicionado, son algunas de las características comunes de un verano en la gran ciudad. Es por eso que la OCU tiene la solución para hacer más amenos los meses de julio y agosto para aquellos que no disponen de los electrodomésticos necesarios para bajar la temperatura de su casa. Unos trucos que muy pocos conocen y que pueden ser muy útiles para ahorrarse un dinero durante el estío.
La mejor fuente de información cuando queremos consultar temas relacionados con ahorro es la OCU. La Organización de Consumidores y Usuarios se fundó en el año 1975 con un fin muy claro: salvaguardar los derechos de los españoles y erradicar los abusos por parte de las multinacionales. Para ello, la entidad publica diariamente infinidad de informes de diferentes temáticas, desde la mejor cerveza de marca blanca, hasta denuncias por mala praxis por parte de los bancos hacia los jubilados. A continuación, te contamos cuáles son los trucos para refrescar tu casa sin necesidad de encender el aire acondicionado según la OCU.
Ventilación natural, tejidos más frescos... Esto son los consejos de la OCU
Llegar de trabajar en verano, entrar en casa y sentir que tu salón en como una sauna no es algo agradable. Una sensación que muchos españoles tienen que vivir cuando llegan estas fechas. Ante la problemática a la que se enfrentan, la OCU publicó un artículo donde explica ciertos trucos para hacer frente a las altas temperaturas. Estos son los consejos que nos da la OCU para refrescar nuestra casa de manera natural en verano:
- Aprovecha la ventilación natural: cuando la temperatura exterior comience a ser uno dos grados inferior a la del aire dentro de casa, abre las ventanas. La ventilación natural es muy efectiva cuando se pueden abrir ventanas en fachadas opuestas, lo que provoca una corriente de aire por la diferencia de temperatura entre ellas. Si todas las ventanas se encuentran en la misma fachada, el efecto se reduce.
- Intenta impedir en lo posible la entrada de aire caliente. La medida elemental es mantener cerradas puertas y ventanas en las horas de más calor, entre media mañana y media tarde. Para que este procedimiento sea efectivo, las ventanas deben estar protegidas por persianas o toldos. La renovación de aire se puede reducir al mínimo durante esas horas, pero es conveniente limitar las actividades que aumentan la contaminación interior: fumar, utilizar pinturas o pegamentos, o cocinar.
- Te puede bastar con utilizar ventiladores: no reducen la temperatura del aire, pero lo hacen circular más rápido. Si la velocidad del aire es superior a 0,2 m/s, la evaporación del sudor se acelera, ayudando al cuerpo a refrescarse.
- Trata de disminuir las fuentes de calor. Limita el uso de electrodomésticos y bombillas al que sea imprescindible. Procura no utilizar el horno, la plancha, la secadora o cualquier aparato que funcione con resistencias durante las horas de más calor. Ten en cuenta que los LED o las bombillas de bajo consumo emiten mucho menos calor que las bombillas tradicionales.
- Para adaptar la casa al calor, una buena idea es quitar las alfombras, y usar en el hogar los tejidos más frescos en el hogar, como el algodón o el lino.