España

La ola de calor de junio se lleva por delante la vida de 700 españoles

La mortalidad excesiva atribuida a las temperaturas se multiplicó por cien con la llegada de la peor ola de calor en los últimos 20 años para un mes de junio

La peor ola de calor en 20 años en un mes de junio en España ha segado la vida de casi 700 españoles. Es la cifra que se desprende del último informe sobre exceso de mortalidad elaborado por el sistema de monitorización MoMo del Instituto de Salud Carlos III. Este documento, que ha tardado más de lo habitual en publicarse, señala que a fecha de 24 de junio se pueden atribuir 714 muertes al exceso de calor.

Mientras, el informe sobre el exceso de mortalidad atribuible a la temperatura de la semana anterior a la ola de calor, el 14 de junio, apuntaba a 71 muertes por las altas temperaturas. Ello implica que la llegada de la ola de calor ha supuesto un incremento del 100% en los fallecimientos provocados por el termómetro. Solo en esa semana, las muertes atribuibles al calor llegaron a las 643.

Atendiendo a la serie histórica del Instituto de Salud Carlos III (ISCIII), ni siquiera las inclemencias temporales del mes de enero igualan en mortalidad las alcanzadas por la terrible ola de calor que azotó nuestro país con temperaturas superiores a los 40 grados en pleno junio. Según el MoMo, en enero de este año se produjeron 711 muertes causadas por los efectos del tiempo atmosférico, menos que en lo que llevamos de junio (a falta de varios días para que termine).

Los centros de Salud fueron testigos de las consecuencias de la ola de calor en la salud de los ciudadanos. Los más afectados fueron, una ve más, las personas mayores. Con la luz por las nubes y las pensiones a ras de suelo, muchos optaron por ni siquiera encender el aire acondicionado. Entre los que no pudieron acceder a medios tecnológicos para refrescar su casa o no se hidrataron adecuadamente se han producido las principales secuelas.

El médico de Familia Lorenzo Armenteros, miembro de la Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia (SEMG), ha explicado a Vozpópuli que las dos principales consecuencias de la ola de calor han sido la descompensación de patologías crónicas y los problemas derivados de una mala hidratación: "Hemos asistido a varios casos de descompensación de patologías crónicas como la hipertensión y la diabetes. Pero no ha sido lo único. Algo tan habitual como beber agua, si no se hace correctamente en una ola de calor tan grande, puede tener graves consecuencias".

Por ejemplo, Armenteros advierte del riesgo de que se produzca una afectación renal o una deshidratación que afecta "sobre todo a la gente frágil. La falta de agua genera descompensaciones metabólicas que pueden resultar extremadamente graves en las personas mayores".

Muertes por CCAA

Los efectos de la ola de calor se dejaron notar con mucha más intensidad en unas regiones que en otras, y así lo reflejan también las cifras de mortalidad del ISCIII. Ordenadas de mayor a menor, estas son las comunidades autónomas donde el calor de junio ha provocado muertes:

  • Madrid: 208
  • Castilla y León: 111
  • Castilla La-Mancha: 85
  • Andalucía: 82
  • Aragón: 63
  • Extremadura: 43
  • Cataluña: 33
  • País Vasco:29
  • Navarra: 23
  • Comunidad Valenciana: 15
  • Galicia: 13
  • La Rioja: 8
  • Asturias: 2

Como se puede comprobar, Madrid y las Castillas se llevan la peor parte, mientras que en las zonas periféricas o con salida al mar han podido pilotar mejor la situación.

La covid, el asesino silencioso

El sistema MoMo nos da también otra clave: la covid-19 sigue engordando las cifras de mortalidad. Desde hace tiempo, el coronavirus parece poco más que un mal sueño, que una resaca que tardó demasiado en superarse. Pero lo cierto es que ese asesino silencioso sigue estando ahí y los sanitarios creen que es el principal responsable del grueso de exceso de muertes registrado por el ISCIII.

Según los datos del sistema de monitorización, los 24 primeros días de junio ha habido 2.942 muertes más de las esperadas "por todas las causas". Es decir, que aunque la ola de calor ha tenido unos efectos durísimos para las cifras de mortalidad, en realidad supone el 25% de los fallecimientos totales. El resto de muertes no esperadas lleva el sello indiscutible de la covid-19.

Armenteros se muestra muy claro al respecto: "Notamos el efecto del coronavirus a diario en la consulta. Las variantes de ómicron BA.4 y BA.5 están afectando más que sus predecesoras. Esta vez estamos viendo un mayor número de personas que, si bien no requieren ingreso hospitalario, sí necesitan la baja laboral por la dureza de los síntomas (fiebre alta, dolor de garganta fuerte y tos muy persistente). Da la sensación de que el grado de contagio es inmenso. Pero claro, la liberalización es total y te lo puedes pillar en cualquier sitio". Este médico lamenta que los españoles no hayamos asimilado "la cultura del cuidado solidario de los asiáticos. Algo que yo creí que iba a ocurrir a causa de la pandemia. Pensé que se iba a extender el quedarse en casa si uno se encuentra mal o el usar mascarilla si se está con síntomas, pero veo que no es así".

Apoya TU periodismo independiente y crítico

Ayúdanos a contribuir a la Defensa del Estado de Derecho Haz tu aportación
Salir de ver en versión AMP