Macarena Olona (Alicante, 1979) se despidió del Congreso de los Diputados hace apenas tres semanas y después de tres años como secretaria general del Grupo Parlamentario Vox, portavoz adjunta y artífice de decenas de recursos ante Tribunal Constitucional, además de un sinfín de iniciativas parlamentarias. Deja atrás a los 51 de Vox y muchas broncas con el resto, pero el ritmo frenético de la campaña electoral andaluza no deja que atienda al duelo.
Faltan cuatro días para las elecciones y recibe a 'Vozpópuli' en Salobreña, la localidad de la Costa Granadina donde el PSOE lleva gobernando desde 2011 y en la que ha decidido empadronarse para poder presentar su candidatura a la presidencia de la Junta de Andalucía. No sin polémica. "Un bulo y un intento de ilegalizar mi designación que les ha salido muy mal", resume con el emblemático castillo de fondo.
Anoche estuvo en El Ejido, granero de votos de Vox desde las autonómicas de 2018, y en un rato pondrá rumbo a Lucena, en Córdoba. "No me cabe la menor duda de que, en estas elecciones, el partido que nos estamos jugando es España", dice convencida. Sin desprenderse del buen puñado de pulseras de España, de Vox y de la Guardia Civil que han agarrado su muñeca derecha a lo largo de la legislatura, Olona echa mano del repertorio musical de Los Secretos para expresar su sensación al terminar cada acto: "No sé cómo explicar que me vuelvo vulgar al bajarme de cada escenario".
"Hay muchas personas que tienen muchas esperanzas puestas en nosotros y que se nos echan a llorar. No puedo evitar emocionarme. Muchos han votado tradicionalmente al PSOE, otros han roto el carnet de afiliados del PP, hay niños, mayores... Hay de todo", cuenta. "Ningún otro partido celebra actos tan multitudinarios como los de Vox. Y le puedo asegurar que nosotros no fletamos autobuses y pagamos bocadillos", presume.
Abascal y Espinosa de los Monteros fueron los encargados de ficharla en marzo de 2019 como cabeza de lista por Granada y, en un tiempo récord, ha pasado a la siguiente pantalla. El escaño de Las Cortes ya estaría amortizado. "Mi renuncia al acta es irrevocable", responde tras dejar claro que este asunto le parece un "debate estéril" promovido por los medios de comunicación para tapar "lo importante".
Pregunta. ¿Cómo se siente al pasear por las calles de esta localidad? ¿Más 'Macarena de Salobreña' o más ‘inmigrante alicantina’ como dice el PSOE?
Respuesta. No dejo de sentirme como me he sentido desde que decidí empadronarme aquí porque es mi cachito de cielo particular. Ahora con la única diferencia de que es más público y notorio. Me siento en casa, por eso estoy aquí empadronada y por eso es aquí donde me refugio.
P. ¿Por qué eligió Salobreña para empadronarse? ¿Tiene pensado mudarse a Sevilla cuando pasen las elecciones?
R. Depende de la confianza que nos otorguen los andaluces. Si estoy en San Telmo, desde luego que tendré que fijar mi residencia en Sevilla y, si estoy en la oposición, valoraré las distintas opciones. Pero vamos, en Andalucía seguro y con el 'peque'.
P. Dice que detrás del “bulo del empadronamiento”, como usted lo considera, está la mano del ministro Bolaños. ¿Se basa en alguna evidencia?
R. Que es un bulo lo considero yo y lo ha dictaminado la Justicia en dos ocasiones. Tanto desde la Junta Electoral como desde el Tribunal Superior de Justicia. No tengo información, pero tampoco ninguna duda en que el 'ministro Perejil', presente en todas las salsas y en todos los fiascos -como el de la moción de censura de Murcia, la navajita plateá ensangrentada y las balas en las cartas- es quien ha ejercido su labor de fontanería desde Moncloa llamando a la alcaldesa socialista de Salobreña para decirle que tenía que arreglar sus primeras declaraciones en las que decía que mi empadronamiento era perfectamente legal.
Pero son cuestiones que ya quedan muy atrás. Ha sido un intento de ilegalizar mi candidatura que les ha salido muy mal como les está saliendo muy mal cada vez que intentan atacarnos. Nosotros nos defendemos con la ley en la mano.
P. Aspira a presidir la Junta de Andalucía, pero atendiendo a los sondeos que, según Vox, manipulan los datos, tendrá que conformarse con la vicepresidencia o la oposición. ¿Se ve gobernando con Juanma Moreno?
R. Santiago Abascal me encomendó la inmensa responsabilidad de liderar la candidatura de Vox para las elecciones del 19 de junio con un mandato claro: salir a ganar para que Andalucía gane. Por supuesto que aspiro a la presidencia. ¿Las encuestas? No tengo datos, pero mi mejor dato es la calle. Ningún otro partido celebra actos tan multitudinarios como los que celebra Vox. Todas las personas que nos acompañan en este maravilloso camino hacia San Telmo vienen voluntariamente y comparten la esperanza por un cambio real.
Por supuesto que me veo gobernando con Juanma Moreno, pero también tengo muy claro que el cambio real necesita que Vox esté en el motor y que él se deje llevar como vicepresidente. Va a ser un buen vicepresidente. Le voy a dar su espacio y se va a sentir muy realizado. Va a poder aplicar y aportar su experiencia de limitada gestión que ha tenido durante estos cuatro años.
P. ¿Y si Vox no está en el motor?
R. Si Vox no está en el motor y está en la cola puedo asegurar que también se va a ver muy empujado.
Me veo gobernando con Juanma Moreno, pero también tengo muy claro que el cambio real necesita que Vox esté en el motor y que él se deje llevar como vicepresidente
P. Él insiste en que quiere gobernar en solitario. ¿Ve irrepetible la fórmula de Castilla y León?
R. Nosotros también queremos gobernar en solitario pero la diferencia es que somos respetuosos con las reglas democráticas y la voluntad de los andaluces… Y todo apunta a que no se va a producir un gobierno en solitario con mayoría absoluta. Yo aspiro a reeditar el pacto que tenemos suscrito en Castilla y León y del que ya vemos los primeros frutos. Vox ya ha recortado el 50% de las subvenciones a sindicatos y patronal, un recorte que supone un ahorro de 20 millones de euros que irán destinados a emergencia social.
P. ¿Cree que la estrategia de Moreno es un indicio de lo que hará Feijóo de cara a las generales?
Observo con preocupación cómo los cantos de sirena del señor Feijóo y del propio Juanma Moreno se dirigen hacia el PSOE, con el que Vox tiene muy claro que hay que mantener una distancia infinita. Sobre todo con la actual edición del 'Sanchismo', que es la que estamos padeciendo. Los abrazos, los guiños y las miradas se dirigen al PSOE. Hasta el punto de escuchar al delegado de la Junta de Andalucía en Madrid [Vicente Azpitarte] decir que aspiraban a una abstención por parte de los socialistas. En política no hay nada gratis, la abstención también tiene su precio.
Los andaluces pueden estar muy tranquilos. A partir del 19 de junio no voy a tener presente ninguna de las cositas que ha venido diciendo el señor Juanma Moreno durante la campaña. Una campaña en la que ha promovido el cordón sanitario a Vox olvidando que es presidente gracias a Vox. Voy a hacer borrón y cuenta nueva y le voy a tender la mano para que podamos llegar a acuerdos de políticas y, por supuesto, de reparto de gobierno.
P. Usted también ha dicho cosas de Juanma Moreno en campaña como, por ejemplo, que su sonrisa no es auténtica y es hiriente. ¿Por qué le tiende la mano entonces?
R. Cuando vienes de la calle, como es mi caso, ves a los distintos colectivos romperse. Es hiriente verle hablar con esa soberbia y esos aires triunfalistas por su gestión. No hay que olvidar que su gestión también ha dejado mucho dolor. Hay determinadas medidas sanitarias que se han adoptado con la excusa del coronavirus que han causado mucho dolor y que han sido la puntilla para sectores como el hostelero. Incluso difieren de las medidas adoptadas por otras comunidades gobernadas por el PP como Madrid. Las cifras y las cartulinas que mostraba chocan frontalmente con el dolor de las familias andaluzas. Hay casi un 30% de andaluces en riesgo de pobreza. Ningún dirigente político con responsabilidad de gobierno debería salir sonriendo mientras haya un solo hogar andaluz con dolor.
P. En caso de que al PP solo le faltase un escaño para la mayoría absoluta, ¿va a exigir entrar en San Telmo igualmente o contempla la abstención?
R. La abstención no se contempla bajo ningún concepto. Por respeto a nuestros votantes y a la confianza que depositan en nosotros. Hay miles de personas que vienen de muy distintas casas y que van a otorgar su confianza a Vox. No se imagina la cantidad de votantes socialistas de toda la vida que me dicen que van a votarme. Por respeto hacia ellos y hacia nosotros mismos puedo asegurarle que, aunque solo falte un escaño para que Juanma Moreno sea investido como presidente, no va a tener ni nuestro voto favorable ni nuestra abstención si no sirve ese escaño para un cambio real. Esto no va de cargos ni de ocupar poltronas públicas, nosotros ya hemos demostrado que no estamos en política para eso. Yo no estoy en política para eso.
P. ¿Y por qué exigirían entrar?
R. Porque hemos comprobado que nos han mentido. Firmamos un pacto con el PP tras las elecciones andaluzas de 2018 con 37 puntos de los que han cumplido únicamente siete. Hemos comprobado que sin Vox dentro del Gobierno hay incumplimiento. Se acabó, se acabó. Además, estamos preparados. Y lo digo con mucha humildad, pero con total honestidad. Nuestra experiencia será un valor añadido en San Telmo, pero sobre todo tenemos integridad. Yo particularmente vengo con las manos limpias y arremangada para hacer lo único que sé hacer: trabajar. Por Andalucía y por los andaluces.
P. Además de entrar en el Gobierno, ¿reclamarán la presidencia del Parlamento andaluz? En 2018 recayó en Ciudadanos con 21 escaños...
R. Sería aventurado hacer una composición concreta sin saber cuál va a ser el resultado. Pero sí le puedo responder en términos generales. Nosotros, a diferencia de otros partidos como pueden ser el PNV, Bildu o el propio Ciudadanos, no somos chantajistas. Siempre somos respetuosos con la proporción que nos otorgan cada uno de los españoles en las distintas elecciones a la hora de establecer nuestras exigencias para los acuerdos de gobierno o de investidura. Eso es lo que hemos hecho siempre y eso es lo que vamos a hacer en Andalucía. Nuestro nivel de exigencias será proporcional a la confianza que nos otorguen los andaluces. Pero, me reitero, estamos hablando en todo momento bajo la hipótesis de que Vox asuma la vicepresidencia del Gobierno. Y la hipótesis en la que estoy yo es en la de la presidencia.
A diferencia de otros partidos como pueden ser el PNV, Bildu o el propio Cs, no somos chantajistas. Somos respetuosos con la proporción que nos otorgan los españoles en las distintas elecciones
P. Parte de los votantes de Vox no ven con buenos ojos su salto a la política andaluza. ¿Por qué el partido ha decidido prescindir de uno de sus pesos pesados en el Congreso? ¿Qué riesgos asumían si usted no era la candidata?
R. Me da pudor ser yo la que responda, así que dejo muy claro que lo que le voy a responder es lo que Santiago Abascal ha dicho de manera reiterada. Vamos con todo. A Andalucía venimos con todo. Estas elecciones tienen una evidente lectura nacional. Aspiro a que Andalucía sea un foco de esperanza para toda España y un dique de contención al Gobierno social-comunista. Aspiro a poder demostrarlo, pero esto solo va a ocurrir si Vox está en el motor.
Tengo las mismas pocas ganas, o ninguna, que el señor Juanma Moreno de gobernar juntos. Las mismas poquitas ganas. Y soy muy consciente de que si la posición donde me colocan los andaluces en la vicepresidencia voy a tener que empujar mucho. El esfuerzo va a ser extraordinario porque, como ya hemos visto durante estos casi cuatro años de legislatura, donde se siente cómodo es al ralentí. Se limitan a gestionar el cortijo ideológico y económico socialista y a vivir tan ricamente. Me va a costar mucho, pero tengo clarísimo que voy a empujar por los andaluces. Yo no he visto tantas críticas por mi salida.
P. Muchos lo ven arriesgado...
R. Es verdad que muchos españoles, a los que yo doy las gracias, han expresado a través de las redes sociales, que me van a echar mucho de menos en el Congreso de los Diputados. Los 52 de Vox son mi familia y para mí ha sido un honor ser la 'mami'. Cuando uno es objeto de ataques constantes es verdad que cierras filas y creas un vínculo muy especial, pero no me pierden. No me pierden ni muchísimo menos. Tengo claro que ahora seré yo quien me coordine con el Congreso de los Diputados desde Andalucía y muchas ganas de seguir siendo lo que hemos sido hasta ahora: un solo hombre detrás de Santiago Abascal.
P. ¿Y se plantea volver en algún momento al Congreso? ¿Ha renunciado a su acta de manera irrevocable?
R. Son tantos los debates estériles que los medios de comunicación han puesto sobre la mesa para intentar que no se hable de lo importante, que es el programa. Si hablo de mí y me defiendo yo no hablo de lo importante, que son los andaluces, y no hago lo importante, que es defenderles a ellos. Yo vengo con hambre de prosperidad para Andalucía y con un deseo inmenso de protegerlos, ponerme por delante y ser yo la que reciba los golpes. Mi renuncia al acta es definitiva e irrevocable. Por una condición puramente administrativa por mi condición de funcionaria abogada del estado la fecha de efecto será el próximo 14 de julio. Si algo hemos demostrado estos tres años es que Vox es un partido predecible y de palabra. Si algo he demostrado estos tres años es que soy predecible y de palabra.
P. Meritxell Batet, Fernando Grande-Marlaska, Félix Bolaños, Yolanda Díaz… Tiene muchos frentes abiertos. ¿Teme aburrirse si entra en el Parlamento andaluz?
R. ¡No! ¿Cómo me voy a aburrir en Andalucía con todo lo que hay que hacer? Lo que sí que es cierto es que cada vez que veo a Juanma Moreno deseando enviarme a la oposición no sé si es que ha visto poco las sesiones del Congreso... No sé dónde es preferible tenerme. Si a su lado o en la oposición desde el Parlamento andaluz. En cualquiera de las posiciones voy a hacer lo único que sé: sudar la camiseta pública y entregar la mejor versión de mí misma a Andalucía. Aquí hay muchísimo que hacer.
P. Usted ha sido la responsable de interponer los 36 recursos de los 52 de Vox ante el TC. ¿Tiene los mismos planes en Andalucía?
R. No le quepa la menor duda. Pero además con una legitimación específica que pienso innovar, explorar y explotar a tope porque, además de la legitimación que se otorga a los más de 50 diputados o senadores y al Defensor del Pueblo, hay una legitimación específica para recurrir las leyes del Congreso de los Diputados ante el Tribunal Constitucional desde los consejos de Gobierno de las Comunidades Autónomas. Y, nuevamente, esto es un ejemplo de la importancia de que Vox esté en la presidencia siendo motor y no en la cola. Utilizar esa vía no significa politizar la Justicia, sino defender el Estado de Derecho con la ley en la mano. Es lo que hecho toda mi vida y es en lo que soy buena. Más que en los debates y más que en la política.
Si Juanma Moreno acaba siendo el presidente podré empujarle a que se adopte ese acuerdo en consejo de Gobierno, pero muchos recursos no se interpondrían porque él mismo es rehén de las baronías territoriales del PP y de sus profundas contradicciones. También es rehén de un presidente del PP que considera que España es un Estado plurinacional.
P. Dice que hay que meter la tijera de podar en San Telmo. ¿Qué podaría nada más llegar?
R. Hay dos claros objetivos. Uno es la banda del 'Word Perfect' en sentido amplio. Es decir, todos los enchufados que forman parte de la administración paralela que levantó el PSOE como una auténtica red clientelar y que Juanma Moreno ha mantenido durante toda la legislatura. Y, luego, hay que podar la administración paralela como tal porque tiene un coste de 16.931 millones de euros para los andaluces. En no pocos casos es ineficiente y supone otro de los incumplimientos de Juanma Moreno con Vox. Se comprometió a presentar un plan de reestructuración en octubre de 2021 y lo ha incumplido. Es rehén del PSOE y prueba de ello es que no mencionó la corrupción en ninguno de los debates. ¿Qué pacto ha alcanzado? Cuando algo no tiene lógica clara, la respuesta siempre es oscura.
P. ¿Cerraría Canal Sur? Siempre hablan de cerrar cadenas públicas, pero luego van a ellas a debatir o a hacer entrevistas. ¿Incongruencia?
R. En nuestro programa está eliminar todo tipo de subvenciones a los partidos políticos y, sin embargo, las percibimos a fecha de hoy porque son las reglas del juego que hay en la actualidad. No vamos a salir a la carrera contra otros partidos políticos con una pierna o un brazo atados. Si nosotros hubiésemos existido en el tiempo en que se promovió la constitución de las cadenas públicas autonómicas, créame, habríamos votado en contra. Es ineficiente tener 17 réplicas de la cadena pública nacional con sus delegaciones territoriales. Pero no estamos en ese momento y tenemos que lidiar con lo que tenemos.
No tenemos la fuerza suficiente para cerrarlas, pero sí podemos decir que Vox ha conseguido poner el debate sobre la mesa. ¿162 millones de euros al año para Canal Sur? Todos los magníficos profesionales de la casa pueden estar muy tranquilos porque sus puestos de trabajo están asegurados y porque van a estar de dejar sometidos a la tiranía actual donde no asciendes si no vas con el carnet de afiliado entre los dientes. Además, los enchufados, los activistas y los amiguitos no van a durar un telediario con Vox en San Telmo.
Amo a Giorgia Meloni. Es pura inspiración. Le he agradecido profundamente que haya venido y aspiro a que esta batalla cultural conjunta se haga todavía más estrecha
P. En sus intervenciones en los debates ha puesto en el foco los libros de texto y hay quienes le acusan de mentir. ¿Tiene la certeza de que el libro que mostró en la televisión se imparte en clase o es un material del Ayuntamiento de Sevilla a disposición de los colegios?
R. Se imparte en las escuelas y la verdad es que los esfuerzos que están haciendo los medios de comunicación por difundir bulos durante esta campaña resultan patéticos. Entiendo que lo hagan porque están regados con millones de euros públicos en Andalucía de publicidad institucional pagada por Juanma Moreno y repartida por el señor Elías Bendodo. Hay un 50% de incremento de 2019 a 2021. En 2021, con la miseria que había en Andalucía, se han dado hasta 33 millones de euros en publicidad institucional para comprar voluntades y pagar estómagos agradecidos. De esta forma, se prostituye el noble arte del Periodismo y se difunden mensajes que son mentira.
P. ¿Qué es mentira sobre ese libro de texto?
R. El logo del Ayuntamiento de Sevilla que hay en el libro que enseñé es porque patrocina la edición. Pero la competencia en materia de inspección de los libros de texto es exclusivamente de la Junta de Andalucía. Y ese libro patrocinado por el Ayuntamiento de Sevilla está autorizado por la Junta de Andalucía y se estudia en las escuelas públicas y concertadas que no dependen del ayuntamiento, sino directamente de la Junta. ¿Sabe dónde no se estudia? No se estudia por parte de los niños andaluces que tienen el privilegio de haber nacido en familias acomodadas que pueden pagar un colegio privado.
P. También ha puesto sobre la mesa el debate de la inmigración. Precisamente, la líder de Fratelli de Italia, Giorgia Meloni, cargó duramente contra la inmigración ilegal el pasado domingo. ¿Qué futuro le espera al campo andaluz sin los inmigrantes?
R. Amo a Giorgia Meloni. Es pura inspiración. Yo le he agradecido profundamente que haya venido a respaldar mi candidatura delante de toda Andalucía y aspiro a que esta batalla cultural conjunta que estamos dando se haga todavía más estrecha conmigo en la presidencia de la Junta, con Santiago Abascal en la presidencia del Gobierno y con ella en la presidencia de Italia.
En materia de inmigración ilegal, porque el diablo está en los detalles, y el detalle es que hablamos de inmigración ilegal, ¿por qué cree usted que Vox es la fuerza más votada precisamente en aquellos barrios donde la inmigración ilegal es más acusada y el multiculturalismo golpea con más fuerza?
P. ¿Por qué?
R. Porque tenemos sentido común. No es una cuestión de racismo. No es racismo decir que una situación de inmigración ilegal descontrolada supone el incremento de la delincuencia. Y, además, con modalidades delictivas que no son autóctonas. La España de los machetazos no es autóctona, es importada. No es racismo decir que hay culturas y costumbres que no son respetables. Es más, tenemos el deber de combatirlas. 40 millones de nigerianos en España no hacen España, hacen Nigeria. No vamos a dar un paso atrás. Tenemos alzada la bandera de la igualdad, de la libertad y de la seguridad en los barrios y no vamos a dar un paso atrás. A diferencia del PP, a nosotros no nos envían al rincón.
P. 'Ministro Perejil', 'Lady Paro'… Usted pone apodos y motes, pero la izquierda también se los devuelve. 'Macarrona', 'Iberdrolona'… ¿Insultarse entre adversarios políticos forma parte del debate parlamentario o es la degradación de la política?
R. Pues depende. Me ha mencionado alguno de los apelativos, pero le puedo asegurar que los más dolorosos fueron durante y después del embarazo como ‘Macarena Oronda’ y todos los apelativos que tenían que ver con los kilos que me había puesto encima. Eso me parece de mal gusto y viene de esa misma izquierda que dice que a las mujeres nadie nos tiene que decir cómo tenemos que vestir, cómo tenemos que sentirnos y cuánto peso tenemos que tener. Son las mismas mujeres de izquierdas que también me han acusado de apropiarme de la identidad andaluza por ponerme un traje de gitana y que han pretendido decirme cómo tengo que ir vestida.
P. Pero usted también pone motes…
R. Sí, pero desde luego no tienen nada que ver con el físico ni son hirientes en ese sentido. Son irónicos, cariñosos… ‘Ministro Perejil’ ni siquiera es mío y ‘Lady Paro’ es gráfico. En el Congreso hago uso de esos apelativos porque tengo dos minutos y treinta segundos para intervenir. Tengo que ser muy gráfica y muy descriptiva y tengo muchas cosas que decir. Quizás no se acuerdan del resto de las cosas que digo, pero lo de ‘Lady Paro’ no se olvida… La ministra Yolanda Díaz tiene una sonrisa triunfalista pese al dolor que hay en España y pese a tanto desempleado... Con las oficinas del SEPE cerradas y sin cobrar un euro en Navidades… ¿Qué quiere que le diga? Lo que más me cuesta es mantener el necesario decoro que hay que tener en el Congreso de los Diputados teniendo auténticos jetas delante. Auténticos jetas. No hay nada que recriminar en mi actuación, he hecho un gran esfuerzo.
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