El general jefe del Mando de Canarias, Julio Salom, cumple este noviembre dos años al frente del Ejército de Tierra en las islas y lleva asociado a su poder la gestión de los territorios extrapeninsulares de España con el Mando Operativo Terrestre. Desde la corona forestal del Teide a la última cala de Formentera o islas Chafarinas pasa por las manos de Colom fuerza terrestre con una vocación de proyección y cercanía con cerca de 11.000 efectivos entre Canarias (4.000 profesionales), Ceuta y Melilla (3.000) y Baleares (700 efectivos). Salom Herrera es el comandante del Mando Operativo Terrestre (CMOT), al cual le corresponde planear las operaciones de presencia y vigilancia en el archipiélago canario, Ceuta y Melilla, Peñones y Baleares manteniendo constantemente las relaciones de coordinación con las autoridades y organismos civiles y militares. En el caso de las islas, el Mando de Canarias opera en un entorno muy complejo por la presencia de migrantes ilegales porque hay que prever que puedan llegar en esos enjambres de cayucos a islas como El Hierro. Son los corredores de fondo con capacidad de responder ante crisis de baja intensidad de forma inmediata. .
La llegada de cayucos a Canarias se ha convertido en el mayor problema que tienen las islas ahora mismo son las campañas de desinformación en África occidental como la existencia de barcos nodriza porque España en países como Mauritania tiene presencia de sus fuerzas de seguridad. Las patrullas de presencia, vigilancia y disuasión en zonas como Canarias priorizan medidas de trabajo preventivo. El PIB per cápita de Canarias es de 20.800 euros por habitante y en Marruecos es de 3.500 euros por habitante y en Mauritania de 2.000 euros por habitante y 1.550 euros en Senegal.
La Capitanía General de Canarias tiene su origen con Felipe II de España en 1589 y, aunque opere en otras zonas, mantiene el nombre de CMOT de las islas por tradición pero el mando único opera más allá del territorio autonómico. Las preocupaciones de 1589 son las mismas que en 2024: La trata transahariana de esclavos fue un comercio a través del Sahara para ser vendidos a civilizaciones del Mediterráneo. El escritor andaluz del siglo XVI, León el Africano, escribió que los comerciantes de Marruecos llevaban caballos, telas europeas, ropa, azúcar, libros y vasijas de latón a Sudán para intercambiarlos por esclavos, civetas y oro. Según León el Africano, el sultán de Bornu aceptaba el pago de los esclavos solo en caballos, con un tipo de cambio de hasta un esclavo por veinte caballos.
Todas esas rutas de antes son las mismas que emplean ahora las mafias migratorias y donde el Mando de Canarias debe atender esa zona gris y, empleando enjambres, el Estado se protege de campañas de desinformación que genera desde África subsahariana estos trayectos a Europa siendo los territorios como Canarias, Ceuta, Melilla, peñones e islas además de Baleares sometidos a un permanente control. La existencia de amenazas de desinformación en África con aspectos como el migratorio o amenazas terroristas es lo que provocó la unificación de todo ese servicio bajo el Mando Operativo Terrestre. En el archipiélago canario, por ejemplo, la Brigada Canarias XVI es una gran unidad elemental de empleo, de composición orgánica fija, compuesta por unidades de combate y de apoyo al combate, que actúa como un sistema de combate integral en las operaciones militares terrestres.
En Canarias el control es permanente aunque con mayor peso en Gran Canaria, Tenerife y Fuerteventura y unidades de proyección, antiguos cuarteles, del resto. En las islas las medidas disuasorias con capacidad de despliegue industrial que ha ido ejecutando en situaciones de emergencia como ocurrió en el Volcán de Cumbre Vieja en La Palma. El regimiento de Infantería Soria 9, por ejemplo, tiene capacidad de movilización inmediata desde Fuerteventura en cada uno de los lugares de las islas.
El control del conocimiento del suelo que se pisa en el caso de Canarias está en permanente actualización por el Mando de Canarias con patrullas o movimientos al tiempo que se interactúa con la sociedad canaria. En especial, en aquellas zonas de inferior número de habitantes a pie con patrullas. En Vélez (desde 1508), Alhucemas (1673), Chafarinas (desde 1848) y Destacamento de Alborán donde se ejerce la soberanía con población estable militar en una misión muy compleja en el teniente desarrolla su liderazgo de forma particular. Alborán es un caso especial porque su gestión es de la Armada Española y el control de su defensa por el Mando de Canarias. Los usos de las islas y peñones genera valor de información sísmica, entre otros. En el caso de Alborán hay una serie de servicios que requieren un esfuerzo de mantenimiento permanente de especial importancia por las dificultades logísticas que llevan consigo.
Su misión es la de garantizar la seguridad de los espacios terrestres de soberanía nacional y reaccionar ante cualquier incidente, detectando con anticipación la posible evolución a una situación de crisis. En este caso, estarán activados en el Mando Operativo Terrestre –bajo control operativo del Mando de Operaciones-. Esta misión se encuentra integrada en las denominadas Operaciones de Presencia, Vigilancia y Disuasión que constituyen una de las contribuciones más destacadas de las Fuerzas Armadas a la seguridad nacional, especialmente en tiempos de paz. Son un pilar básico de la estrategia de disuasión del país, subrayando la importancia de las Fuerzas Armadas como una herramienta indispensable del Estado para garantizar la seguridad.
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