El consejo de administración de la empresa de telecomunicaciones ONO ha acordado la salida a bolsa de la compañía, que tendrá que ser validada en junta de accionistas en marzo, en una sesión celebrada entre rumores que apuntaban a una posible compra por parte de la multinacional británica Vodafone.
Según han indicado a EFE fuentes cercanas al proceso, el consejo ha decido en la sesión de este martes, que se ha prolongado durante toda la mañana y buena parte de la tarde, dar un paso adelante en la salida a bolsa del grupo, una cuestión retrasada durante años por la crisis pero que se mantenía en la agenda. Así, será la junta general de accionistas que se convocará para el mes de marzo la que dé el visto bueno a esta opción de futuro, aunque todavía no ha designado los bancos que se encargarán de la colocación de las acciones.
La sesión se ha celebrado entre rumores que apuntaban a una posible oferta formal de compra por parte de Vodafone, que habría ofrecido unos 7.000 millones de euros por ONO, una cuestión que ni siquiera se ha abordado en la reunión, según las mismas fuentes. La oferta presentada por Vodafone, que nunca ha sido confirmada oficialmente, hubiera permitido a la multinacional complementar su oferta en telefonía móvil con la red de cable de ONO.
Fuentes cercanas han subrayado que el encuentro, en el que también se han aprobado las cuentas de la compañía, se ha celebrado con total normalidad y sin tensiones entre los accionistas.
Actualmente, el capital de ONO se reparte entre CCMP Capital, con el 15,2%, igual que Providence Equity Patners; Thomas H. Lee Partners tiene el 9 %, igual que General Electric Structured Finance; Caisse de Dépot et Placement du Québeq tiene el 6,8 %; Multitel el 6 %; Val Telecomunicaciones el 5,4 %, OTPP Power Luxembourg el 4,8 %, Grupo Santander el 4,4 %, Sodinteleco el 3,9 %, Northwesterm Insurance Mutual Life Company con el 2,3% y Bregal Co-Invests un 1,4 %.
Casi 2 millones de clientes
ONO está valorada en una horquilla de entre 6.500 y 7.000 millones de euros, lo que supone entre nueve y diez veces su resultado bruto de explotación (ebitda) y tiene una deuda de 3.300 millones.
La operadora cerró el pasado año con 1,86 millones de clientes y 5,2 millones de servicios contratados, gracias al impulso de la telefonía móvil, y cuenta con 1,08 millones de líneas de móvil, 2,6 veces más que en 2012.
El secretario de Estado de Telecomunicaciones, Víctor Calvo-Sotelo, se ha referido de manera indirecta a esta cuestión para asegurar que la presencia de grandes operaciones de telecomunicaciones en España "nos permite tener un buen nivel de competencia que se traduce en mejores servicios a mejores precios para los españoles". "El mundo de las telecomunicaciones está ahora en un momento fluido", ha subrayado, como demuestra la convergencia "entre la fibra y la movilidad, entre el fijo y el móvil", que "está dando lugar a operaciones corporativas importantes".
ONO ya ha sido protagonista de fusiones de operadores de cable en España, en 2003 con la compra del operador RETECAL de Castilla y León -que unió a su negocios en la Comunidad Valenciana, Castilla-La Mancha, Murcia, Cantabria, Mallorca, Huelva y Cádiz- y en julio de 2004 con la adquisición del cable de Auna -Madrid, Cataluña, Andalucía, Aragón y Canarias-.
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