España

"Lo de Naturgy puede acabar peor que Endesa": exministros avisan a Pedro Sánchez

El 'culebrón' vivido en 2006 con la eléctrica, que acabó con la toma de control por parte del Estado italiano, aflora de nuevo. Si sale la OPA australiana, los fondos extranjeros acapararán el 85% de una empresa estratégica para España

La división en el seno del Gobierno por la OPA sobre Naturgy ha despertado el fantasma de Endesa. Varios exministros y responsables económicos en Gobiernos tanto del PP como del PSOE han explicado a Vozpópuli su visión sobre esta 'patata caliente' que el presidente Pedro Sánchez tiene encima de la mesa. Todos advierten diferencias en el planteamiento inicial de la operación entre el caso Naturgy y el de Endesa. Sin olvidar ciertas similitudes. “El Gobierno no debe darse prisa en tomar ninguna decisión hasta aclarar algunas cosas”, dice a este diario el exministro de Industria Miguel Sebastián. “La OPA inicial no tiene nada que ver con Endesa, pero el desenlace puede ser igual”.La oferta voluntaria del fondo australiano IFM se dirige al 22,6% del accionariado, mientras el culebrón de hace 15 años en la toma de control de Endesa terminó con la italiana Enel controlando el 92% de la energética española y reduciendo años después su posición hasta el 70%

La palabra de La Caixa

El problema con Naturgy surge porque la llegada de estos inversores de las antípodas provocaría que el 85% de la empresa que preside Francisco Reynés quedase en manos de fondos de inversión. Y esa posibilidad enciende las alarmas y recuerda a lo vivido en 2006. Según Sebastián, el resultado dependerá en gran parte del Gobierno y el accionista de referencia (Criteria Caixa). Y que mucho antes hay que determinar bien si la operación es o no “amistosa” y “cuáles son sus intenciones a largo plazo”.Según el entorno de otro exministro socialista, la OPA sobre Naturgy “no es una OPA como tal” y advierte pocas similitudes con Endesa. En su opinión, no saldrá adelante “sin el OK del Gobierno”. “La clave aquí es qué piensa Criteria. La Caixa sigue necesitando generar plusvalías”, dicen estas fuentes. Este medio ha contactado también con ex responsables económicos de Gobiernos del PP. Los dos han preferido reservarse la opinión. “No conocemos la operación en detalle”, han dicho a este diario.Aunque la oferta sea por el 22,6%, desde el Gobierno se ve como un nuevo envite a una empresa estratégica. Un caso donde puede hacer uso del Real Decreto-ley 8/2020, de 17 de marzo, que obliga a las compañías de fuera de la Unión Europea que quieran comprar el 10% o más de una empresa de un sector estratégico, como es el energético, a pasar por este filtro.

Pulso entre los asesores de Sánchez

Ni siquiera los gurús del presidente están de acuerdo en qué recomendar al presidente. Este diario adelantó en exclusiva que las dos personas de máxima confianza de Sánchez; su director de Gabinete, Iván Redondo, y el secretario General de la Presidencia, Félix Bolaños; tienen posiciones enfrentadas.  Una división de opiniones que también se vive entre los ministerios. Los representantes de Unidas Podemos y la ministra de Industria, Reyes Maroto, optan por frenar esta entrada del fondo australiano. Teresa Ribera, ministra de Transición Energética, y Nadia Calviño, ministra de Economía, son partidarias de no frenar esta operación para no mandar un mensaje negativo a los inversores que quieran apostar por España.

Calviño y la opa de Endesa

Precisamente, como recuerdan fuentes del sector, Calviño tuvo su protagonismo en 2006 en la guerra de opas por Endesa. La vicepresidenta ocupaba entonces el cargo de directora general adjunta en la Dirección General de Competencia de la Unión Europea, mientras Gas Natural -antigua marca de Naturgy aunque con el mismo dominio de La Caixa-, la alemana Eon y la italiana Enel -en colaboración con su socio español Acciona- peleaban por tomar el control total de Endesa."Acciona salió muy tocada de ese envite", recuerda un dirigente socialista que vivió de cerca aquella guerra.Una polémica batalla donde el Gobierno alemán, el italiano, el español -liderado por entonces por José Luis Rodríguez Zapatero- y Bruselas fueron actores secundarios. Todo terminó con Enel, cuyo máximo accionista es el Estado italiano, con el control total de Endesa. Ahora, en este último envite a otra empresa estratégica del país, Pedro Sánchez debe posicionarse. 

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