En la mañana del domingo 19 de enero de 2020, Juan Guaidó entró en Colombia rumbo a Bogotá. Además de con Iván Duque, el lunes 20 de enero tenía previsto reunirse con el secretario de Estado de Estados Unidos, Mike Pompeo. Y de ahí viajaría a Europa, en una gira en la que esperaba que le recibieran los principales líderes, y que finalizaría en Madrid. Guaidó redoblaba así el desafío a Nicolás Maduro, que maniobraba para restarle poder en la Asamblea Nacional.
Un año antes, en febrero de 2019, diecinueve países de la UE habían acordado un comunicado conjunto reconociendo a Guaidó como presidente interno de Venezuela. Entre ellos, España. De hecho, Pedro Sánchez fue el primer mandatario europeo que tuvo el arrojo de reconocerle como "presidente encargado de Venezuela".
Éste era el escenario al que se enfrentaba el Palacio de Miraflores en Caracas en la mañana del domingo 19 de enero de 2020 y en el que se fraguó lo que puede denominarse la Operación callar a Guaidó. La vicepresidenta, Delcy Rodríguez, y su comitiva despegaron a primera hora de la tarde rumbo a Barajas en un avión privado de la compañía Sky Valet. La acompañaban su entonces pareja, Yussef Abou Nassif Smaili; el director general de la vicepresidencia, Kenny Antonio Díaz; el ministro del Poder Popular para el Turismo, Félix Plasencia; amigo de José Luis Ábalos; Jorge Andrés Jiménez, empresario del sector de la construcción y del fútbol, excontratista de la estatal petrolera PDVSA con negocios en España, y Alejandra Carolina Bastidas González. directora General de Comunicación y Relaciones Institucionales de la Vicepresidencia.
Aterrizan pasada la medianoche, según desveló Vozpópuli, y tras pasar en Barajas junto a Ábalos, Koldo García y Víctor de Aldama las ocho horas que más polémica han levantado para el Gobierno de Pedro Sánchez en los casi seis años que lleva en el poder, Delcy Rodríguez y Kenny Antonio Díaz tomaron un vuelo de Qatar Airways a las 8.20 horas del lunes 20 de enero con destino a Doha. En Madrid se queda el ministro de Turismo, sobre el que no pesan sanciones de la UE.
Además de neutralizar la gira europea de Guaidó, el Gobierno de Venezuela se enfrentaba a las quejas de aerolíneas que operan en el país como Globalia por lo que las adeudaba. A está última, 200 millones de dólares. Una deuda que había intentado cobrar para la compañía José Luis Rodríguez Zapatero.
"Pocas horas después de que Delcy Rodríguez abandonara España, cuando Juan Guaidó se encontraba todavía en Colombia, empezaron las presiones en varios de los países que iba a visitar el presidente encargado, especialmente Francia y Alemania, para que Emmanuel Macron y Angela Merkel no lo recibieran", según explicaron a ABC fuentes consultadas en Caracas. Presiones en las que colaboró el Gobierno de Pedro Sánchez.
Cuatro años más tarde, Venezuela tiene elecciones presidenciales el próximo 28 de julio. En junio de 2023, el Gobierno venezolano inhabilitó a la candidata principal, María Corina Machado.
Juan Guaidó está en Miami desde abril de 2023 tras recalar en Colombia, de donde asegura que se le expulsó.
Sobre Guaidó pesan 28 investigaciones de la Fiscalía de Venezuela. Maduro le acaba de tachar en X de "multimillonario despreciable, basura". Guaidó ha respondido: "La verdad es que estoy desterrado ya que eres un cobarde que me perseguiste como a miles de venezolanos, incluyendo a todo el liderazgo. Maduro busca banalizar el exilio y la persecución".
Presiones para que no se recibiera a Guaidó
El martes 21 de enero de 2020, el Gobierno español, recién formado en coalición con Podemos y con Pablo Iglesias de vicepresidente segundo, anunció que Pedro Sánchez no recibiría a Guaidó sino que lo haría la ministra de Exteriores, Arancha González Laya, en Casa de América, no en el Ministerio.
Sánchez pasaba así en algo menos de un año de ser el gran defensor del opositor a Maduro a ser el único líder europeo que no le recibe en su gira. La importancia estratégica de España en las relaciones de la UE con Venezuela daba más peso si cabe a este proceder y así lo entendió el Gobierno chavista, que centró en España sus esfuerzos para torpedear la gira de Guaidó.
Las relaciones de Maduro con José Luis Rodríguez Zapatero eran muy fluidas y de hecho fuentes próximas al Gobierno trasladan que Delcy Rodríguez quería verse con Zapatero en Madrid.
ABC señala que "fuentes de absoluta solvencia en Madrid, Washington, París y Caracas" aseguran que La Moncloa y el Ministerio de Asuntos Exteriores español ejercieron una intensa labor diplomática para que se siguiera lo que ellos llamaban "la vía española": que ningún jefe de Gobierno o de Estado se reuniera con el presidente interino de Venezuela y que solo lo hicieran los ministros de Exteriores.
No se intentó con Londres ya que no había sintonía con Boris Jonhson, que recibió a Guaidó en Downing Street el martes 21.
Especialmente intensa habría sido la presión de la Moncloa sobre París, al entorno del presidente Macron.
Y cuando el jueves 23 de enero Juan Guaidó estaba en Davos, donde fue como invitado de última hora y se reunió con Angela Merkel, surgieron dudas en Francia sobre si al líder venezolano lo debería recibir el presidente Macron o el canciller.
La reunión que ya estaba pactada, de pronto fue suprimida de la agenda. Eso explicaría por qué la imagen difundida del encuentro en el Elíseo con Macron el viernes 24 de enero no fue la usual foto oficial, ni figuró en la agenda que se distribuye a los medios. La reunión fue a puerta cerrada y no hubo comunicado posterior.
El sábado 25 de enero Juan Guaidó aterrizó en Madrid a las 11.30 horas. Sólo una hora más tarde, tuvo un encuentro con el líder del Partido Popular, Pablo Casado, en Casa de América. Lilian Tintori, la esposa del opositor Leopoldo López, su amigo desde la universidad, le acompañaba. Después, la ministra de Exteriores charló con el presidente encargado de Venezuela en el mismo lugar.
Poco antes de las 20 horas había recibido de Isabel Díaz Ayuso la Medalla Internacional de la Comunidad de Madrid en la Real Casa de Correos en Sol. Afuera, una multitud. A las 22.30 se encontró con su padre, Wilmer, que vive en Canarias y al que no veía desde hacía cinco años. A las 3.30 horas del 26 de enero se despidieron y Juan Guaidó se fue a Barajas.
Los nueve días del ministro de Maduro en Madrid
El Gobierno de Maduro tuvo a un representante en España durante la gira de Guaidó. De la comitiva de Delcy se quedó hasta el 28 de enero en Madrid Félix Plasencia, que aseguraba que el motivo de su viaje era visitar Fitur.
Plasencia, con nacionalidad española por ser hijo de canarios, era "amigo personal" de Ábalos de los años en los que éste estuvo de cooperante y consultor en América Latina.
Diplomático de carrera, alto funcionario fiel al chavismo, con gran experiencia y contactos, había sido nombrado por Maduro en agosto de 2019 ministro de Turismo, una paradoja para un país con grandes espacios naturales, pero en una situación económica, de seguridad e infraestructuras alejada de las de los destinos más demandados.
Puede interpretarse que el Gobierno de Maduro utilizaba el turismo como una promoción política en el exterior y que en realidad Plasencia operaba como ministro de Exteriores, cartera que de hecho asumió en agosto de 2021.
En septiembre de 2019, Plasencia estuvo en San Petersburgo en la XXIII Asamblea de la Organización Mundial del Turismo (OMT), la agencia de la ONU con sede en Madrid. Allí coincidió con el secretario general de la OMT, Zurab Pololikashvili, con Begoña Gómez y Javier Hidalgo, entonces CEO de Globalia.
Con Pololikashvili, la mujer de Pedro Sánchez e Hidalgo volvió a verse en los nueve días en los que estuvo en Madrid. Se alojó en hotel de lujo The Westin Palace, según desveló El Confidencial. También se reunió con Ábalos, encuentro del que no quiso hablar, y sí resalto el aparte que tuvo con el Rey Felipe VI en la cena de celebración de los 40 años de Fitur en el Palacio de Cibeles.
Plasencia estaba en Madrid cuando llega Guaidó, sobre el que deslizó que "no es el encargado de hacer gobierno", sino "un diputado electo" designado para el Parlamento por unos "80.000 o 90.000" votos.
El ministro acusó a la oposición de contribuir con una "retórica irresponsable" al "desprestigio de la imagen pública de Venezuela a nivel internacional. "Eso en cualquier país está mal visto", criticó.
Directivos de Meliá, Globalia y Plus Ultra también se reunieron con Plasencia. Las negociaciones con Globalia habrían empezado ya en Barajas la madrugada del 20 de enero, con Delcy Rodríguez presente.
Aldama, encargado de cobrar la deuda de Globalia, en Barajas
Vozpópuli ha avanzado que Hacienda sospecha que el comisionista de la trama Koldo, Víctor de Aldama, estuvo en el Aeropuerto de Barajas el 20 de enero de 2020 para intentar cobrar la deuda de 200 millones de euros del Gobierno de Venezuela con Air Europa. "Llamamos la atención de la fecha y las conexiones del señor De Aldama con Venezuela", subraya.
Así se desprende del informe de la Agencia Tributaria (AEAT) sobre la trama Koldo, que recopila las investigaciones de Hacienda por la incidencia fiscal de lo que denomina "el negocio de las mascarillas".
De Aldama es contratado por Globalia en septiembre de 2019 para cobrar la deuda de Venezuela con urgencia, cometido que hereda de Zapatero, para lo que se le da un plazo ajustado, preferentemente hasta diciembre de 2019, según se deduce del sumario, lo que apunta a la necesidad de la empresa de cobrar los citados 200 millones de dólares.
La AEAT desvela la naturaleza de la deuda, una deuda difícilmente cobrable salvo en mano: Globalia/Air Europa encargó a De Aldama convertir en dólares una cifra no determinada de bolívares venezolanos en poder de Air Europa -alega que por compra de vuelos- cifrada en 200 millones de dólares estadounidenses.
"Esto resulta llamativo, por la cifra, por la imposibilidad del cambio en mercados oficiales (salvo blanqueo), pero sobre todo por el hecho de que una compañía como la que comentamos encargue esta gestión a una persona con el perfil del señor De Aldama", destaca el Fisco.
La retribución pactada prevista en el contrato, en caso de éxito de De Aldama, era de cinco millones de euros. "Llamamos la atención de la fecha y las conexiones del señor De Aldama con Venezuela", subraya la AEAT.
De Aldama confirmó la existencia del contrato, de las gestiones realizadas el Gobierno venezolano y la posibilidad real, según informó, de haber podido cobrar la presunta deuda en Petros (token venezolano). Sin embargo, las negociaciones no fructificaron "al no admitir este acuerdo el señor Hidalgo". De Aldama afirmó no haber cobrado nada.
En este mismo sentido fue requerida Air Europa por la AEAT. Reconoció el contrato y afirmó que no habla pagado nada a De Aldama. Aportó información para demostrar que el cobro no había sido posible y aseguró que varios despachos de abogados siguieron trabajando en el cobro de la deuda por medio de PDVSA.
La aerolínea afirma que se ha enterado ahora de que Víctor de Aldama estuvo en Barajas con Ábalos y Koldo el 20 de enero de 2020 cuando aterrizó Delcy Rodríguez y asegura que para ellos "no había nada dentro de las maletas".
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