El Gobierno trabaja con todas las hipótesis para luchar contra el coronavirus. El ejemplo de Italia y la tendencia en el número de contagios hace temer un crecimiento exponencial en los principales focos de infección. En las últimas jornadas se ha debatido sobre las consecuencias que tendría un hipotético confinamiento de la Comunidad de Madrid, tal y como ha ocurrido en la región italiana de Lombardía o en algunos municipios catalanes. ¿Cómo se podría aislar un área de 8.000 kilómetros cuadrados y una población de 6,7 millones de habitantes? La larga trayectoria en España en la lucha contra el terrorismo ofrece algunas las claves del dispositivo.
Fuentes de seguridad consultadas por Vozpópuli recuerdan los despliegues que las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado -y en ocasiones también de las Fuerzas Armadas- para cerrar grandes espacios en nuestro país. Al dispositivo se le conoce en términos coloquiales como Operación Jaula y permite cerrar los principales pasos y vías de comunicación para evitar la fuga de un sospechoso.
Un dispositivo que requiere la estrecha colaboración de Policía Nacional, Guardia Civil y las diferentes policías municipales. También de las Fuerzas Armadas, requerido el caso. Los efectivos se despliegan en infraestructuras críticas y mantienen estrechos controles de vigilancia en los principales puntos de comunicación, tales como estaciones de autobús, ferrocarril o aeropuertos, así como carreteras y autovías.
La referencia italiana
Medidas similares se han adoptado en algunas regiones de Italia, donde el Ejército colabora en esas labores de vigilancia y contención. El ejemplo más claro está en Lombardía. Los puntos de control instalados por militares y policías tienen por objetivo limitar los desplazamientos dentro de estas áreas a los casos que se consideren imprescindibles. También se vigila el cumplimiento de la cuarentena de aquellas personas aisladas tras el contagio.
El Gobierno español analiza el ejemplo italiano. La proyección del coronavirus, con unos días de diferencia, es similar en ambos países. El presidente Pedro Sánchez advirtió este jueves que vienen "semanas duras" y que se contemplan todo tipo de medidas: "Haremos lo que haga falta, donde haga falta y cuando haga falta". Sin ir más lejos, el Govern de Cataluña ha ordenado el confinamiento de Igualada, Santa Margarida Montbui y Ódena.
La amenaza del terrorismo
La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, pidió a Sánchez "claridad" sobre esta decisión: "La tendría que tomar el Gobierno de España y no se cómo se hace, no se cómo se cierra Madrid". Ese "cómo" se responde con la experiencia heredada en la lucha contra el terrorismo. En los años más duros de ETA era habitual que se bloqueasen ciudades enteras para evitar la fuga de los autores de un crimen. De hecho, los etarras contaban con pisos francos en buena parte del país para poder ocultarse con facilidad.
Hay casos recientes. Tras los atentados del 11-M de 2004 -de los que esta semana se han cumplido 16 años-, el Ministerio de Defensa ordenó a los militares que protegiesen algunas infraestructuras críticas. Aquel despliegue se mantuvo durante varios meses. En los años posteriores y hasta la actualidad, la amenaza del terrorismo yihadista ha obligado a tener siempre a mano una posible Operación Jaula en cualquier punto de España.
Un hipotético despliegue para cerrar la Comunidad de Madrid -"lo que haga falta", insistía Sánchez este jueves- seguiría las mismas líneas maestras de esa operación, tan ensayada por la amenaza terrorista que durante décadas se ha cernido sobre España.
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