La presidenta de Covite, Consuelo Ordóñez, ha denunciado este sábado el acto de homenaje "por todo lo grande" que se ha realizado en la localidad guipuzcoana de Hernani al "sanguinario" exjefe de ETA José Javier Zabaleta, alias 'Baldo', que ha sido excarcelado tras 29 años en prisión.
Decenas de personas, que portaban ikurriñas, banderas a favor del acercamiento de presos y que han lanzado algunos cohetes pirotécnicos, han hecho un pasillo para recibir a Zabaleta en las calles del municipio.
A través de Twitter, Ordóñez ha criticado que se homenajee "por todo lo grande al sanguinario etarra Baldo", cuyos "méritos, entre otros", han sido los de asesinar el 3 de noviembre de 1980 a cuatro guardias civiles, que se encontraban fuera de servicio, y a un civil en el bar Haizea de Zarautz.
Ahora mismo en #Hernani homenajeando por todo lo grande al sanguinario etarra #Baldo.
Sus méritos entre otros: asesinar a cuatro @guardiacivil y un civil en el bar Haizea de Zarautz.
La "normalización" de lo anormal en #Euskadi. La exaltación del asesino, sus fines y medios. pic.twitter.com/GAD8XHLgN2
— Consuelo Ordóñez (@ConsuorF) July 27, 2019
La presidenta del Colectivo Víctimas del Terrorismo del País Vasco ha denunciado "la normalización de lo anormal en Euskadi", como son "la exaltación del asesino, sus fines y medios".
En libertad, tras 29 años en prisión
El preso de ETA José Javier Zabaleta, alías 'Baldo', ha quedado este sábado en libertad tras haber pasado 29 años en prisión. Natural de Hernani, ha abandonado este sábado el centro penitenciario de Zuera, en Zaragoza, donde ha pasado los últimos años.
Detenido en Francia en 1990, quien fuera número dos de ETA entre 1889 y 1990, cumplió una primera condena de ocho años por asociación de malhechores en Francia, que autorizó después su extradición a España, donde tenía varias causas pendientes.
La Audiencia Nacional le condenó a 12 años de prisión en 1999 por tenencia de explosivos y un año después a 24 años por facilitar armas y explosivos a un comando de ETA y a otros 57 por disparar contra tres guardias civiles.
En diciembre de 2001 fue también condenado a 200 años de prisión por el atentado cometido en un bar de Zarautz en 1980, en el que murieron cuatro guardias civiles y un vecino del municipio que estaba en el lugar.
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