España

Otegi alega ante el Supremo que solo puede ser juzgado de nuevo si él lo pide

Se apoya en la jurisprudencia europea y española para negar a la Fiscalía y las víctimas la posibilidad de sentarle otra vez en el banquillo por el caso Bateragune

El líder de Bildu, Arnaldo Otegi, y el resto de los condenados en su día en el caso Bateragune acusados de querer reconstruir el brazo político de ETA se oponen a que se repita el juicio como propone la Fiscalía y un senador de Vox. Según el escrito que ha remitido al Tribunal Supremo, el dirigente abertzale defiende que ese paso solo se puede dar si él y sus compañeros de banquillo lo autorizan.

“Cualquier decisión de celebrar un nuevo juicio sin que esta parte lo haya solicitado sería contraria a la sentencia del Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH)”, dice el escrito firmado por el histórico abogado de etarras Iñigo Iruin, autor de los estatutos de Sortu con los que Bildu fue legalizado como partido político en 2011 en el Tribunal Constitucional. “Supondría, además, una lesión al derecho a no ser enjuiciado dos veces por el mismo hecho”, añade. 

Otegi fue condenado a diez años en la Audiencia Nacional por integración en organización terrorista en grado de dirigente. Recurrió ante el Tribunal Supremo, que le rebajó la pena a seis años y medio al rechazar su condición de mandatario. El histórico portavoz batasuno cumplió íntegramente la pena y recurrió ante el Tribunal Europeo de Derechos Humanos por no haber gozado de un juicio imparcial. Se quejaba del trato que le dispensó la presidenta del tribunal que le juzgó, Angela Murillo. 

La Justicia comunitaria le dio la razón y el Supremo anuló la condena. En aquel proceso ejerció la acusación popular una asociación llamada Verde Esperanza (Voces contra el Terrorismo). La presidía una víctima del terrorismo llamada Francisco José Alcáraz, actualmente senador de Vox. Bajo el paraguas de esta formación, solicitó a la Audiencia Nacional la repetición del juicio, pero su pretensión fue denegada. Recurrió ante el Tribunal Supremo, que antes de adoptar una postura ha pedido opinión a todas las partes.    

A juicio de Otegi, la doctrina del Tribunal Supremo “deja a la voluntad del demandante perjudicado la posibilidad de reabrir el caso o celebrar un nuevo juicio”. Explica que en todas sus sentencias sobre esta materia “se establece como condición necesaria la existencia de solicitud de la persona que ha visto violado alguno de los derechos” que recoge la Carta Europea de Derechos Humanos.

“Esta parte no solicitó ni solicita la celebración de un nuevo juicio”, zanja Otegi para quien “resulta obvio que ha de quedar en manos de los condenados (...) Las otras partes del procedimiento no han visto vulnerado sus derechos y no tienen nada que deba ser reparado, por lo que no pueden solicitar la reapertura del caso o la celebración de un nuevo juicio”.

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