Este lunes arranca la fase oral del juicio contra Pablo Ibar por un triple asesinato ocurrido en 1994. Una delegación del Congreso y del Senado españoles asistirá al inicio del juicio que se celebra en una corte de Fort Lauderdale (Florida, EE.UU.) y que está previsto que se extienda hasta enero de 2019.
Ibar lleva preso 24 de sus 46 años por las muertes de Casimir Sucharski, Sharon Anderson y Marie Rogers en el año 1994. Dieciséis de estos años los ha pasado en el 'corredor de la muerte', donde aguardan la pena capital los condenados a la máxima pena, hasta que la Corte Suprema de Florida anuló hace dos años esta condena porque las pruebas presentadas contra él fueron "escasas" y "débiles".
Pese a todo, la sombra de la pena capital no ha dejado de planear sobre este español con doble nacionalidad estadounidense que ha sido sometido hasta ahora a tres procesos legales, de los cuales uno terminó sin que el jurado pudiera emitir un veredicto unánime, otro fue declarado nulo y un tercero, en el año 2000, concluyó con la condena a muerte posteriormente anulada en 2016. La Corte Suprema de Florida ordenó ese año que Ibar fuera juzgado de nuevo y la Fiscalía, que asegura tener nuevas pruebas concluyentes contra él, ya anunció su intención de pedir la pena de muerte en el nuevo juicio.
La apertura de la vista oral llega con novedades importantes para los intereses de Ibar. Su defensa podrá interrogar en esta ocasión al exdetective Manzella (encargado de la investigación del triple asesinato del que se acusa a Ibar en 1994) y preguntarle sobre otras pistas de las que se disponían durante la investigación, pero que dejaron de investigar cuando decidieron acusar formalmente a Ibar. La defensa pretende demostrar que tanto el detective Manzella como los agentes que trabajaron a sus órdenes cerraron en falso el caso en cuanto arrestaron a Ibar.
Las "escasas y débiles" pruebas que condenaron a Ibar a muerte
La Asociación contra la Pena de Muerte Pablo Ibar ha informado de que el juez encargado del caso ha ordenado que, antes de que la Fiscalía pueda presentar los peritajes de nueve expertos en ADN, la defensa podrá ejercer su derecho a tomarlos declaración previa.
Asimismo, el juez ha decidido aplazar una decisión sobre la pretensión de la Fiscalía de no presentar el peritaje de su propio experto en identificación ocular, que considera "contrario a sus intereses". La acusación intenta excluir el testimonio de su propio perito en identificaciones oculares, ya que él también opina que Gary Foy, uno de los testigos clave para la condena de Ibar, no es fiable y no debería atestiguar.
El testimonio de Foy, junto con un vídeo de escasa calidad obtenido de una cámara de vigilancia , fueron las pruebas más importantes del juicio del año 2000 en el que Ibar fue hallado culpable. La defensa de Ibar siempre se ha apoyado en que no existen pruebas físicas que sitúen al acusado en la escena del crimen y en el testimonio de testigos, incluida su novia, que sitúan a Ibar en otro sitio en el momento del triple asesinato. También consiguieron contar con peritos y expertos faciales que intentaran demostrar que el rostro que aparece en el vídeo no es el de Pablo Ibar.
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Andrés Krakenberger, portavoz de la Asociación contra la pena de muerte Pablo Ibar, cree que "la fiscalía intenta dilatar el proceso". Considera, en conversación con Vozpópuli, que la acusación "no tiene nada nuevo que añadir a unas pruebas que ya en su momento la Corte Suprema consideró escasas y débiles"
"Lo único nuevo que tienen -revela- es una traza mínima de ADN que ni siquiera coincide totalmente con el de Pablo". Se trata de una pequeña muestra que no había aparecido en casi una decena de análisis anteriores y que ahora, "de repente surge para volver a incriminarlo", señala Krakenverger, que añade que "los expertos consultados en España coinciden en que esa 'prueba' ni siquiera debería ser admitida".
Desde la Asociación, a pesar de todo lo vivido, se muestran esperanzados en el resultado del juicio. Las irregularidades y los testimonios dudosos -si no directamente inducidos- llevaron a considerar que Ibar fue condenado con esas "débiles y escasas" pruebas. "Intentan retrasar todo porque no tienen gran cosa que hacer, pero estamos convencidos, a Pablo hay que sacarlo de ahí", sentencia su portavoz.
La Asociación contra la pena de muerte Pablo Ibar se ha encargado de sufragar, mediante donaciones, la defensa de Ibar. El coste de este juicio se eleva hasta 1.300.000 dólares del que ya han conseguido recaudar un 84 por ciento. Falta poco para conseguir el objetivo y cubrir el 100 por cien del coste de pagar a cuatro abogados especializados y los análisis y pruebas necesarias para demostrar la inocencia del acusado.
La delegación parlamentaria que acompaña a Ibar
España lleva años pendiente de este caso, y en esta ocasión Ibar contará con la cercanía de una delegación parlamentaria que ha decidido viajar hasta Florida para presenciar el arranque de la vista oral. La delegación, en la que están representados todos los grupos, está compuesta por nueve integrantes del Senado y dos del Congreso de los Diputados.
Vozpópuli se ha puesto en contacto con esta delegación. La senadora popular María Rosa Vindel explica que el viaje obedece al compromiso firme del Senado español contra la pena de muerte. "No vamos con la intención de condicionar a nadie -explica-, se trata de dejar claro que Pablo tiene a todo un país en contra de la pena de muerte y que España respalda el derecho a la vida de cualquier persona".
Vindel detalla que hace 15 años se aprobó una resolución en el Senado por la cual la Cámara Alta se comprometía a respaldar a cualquier español condenado a muerte en el exterior. "Todos los grupos, en representación de la Cámara, queremos cumplir ese compromiso", cuenta la senadora, que ya ha visitado en otras ocasiones a Ibar igual que lo hizo con el reo Joaquín José Martínez, el primer español y europeo en salir de un corredor de la muerte de Estados Unidos.
En Florida, la sentencia de muerte se ejecuta mediante la silla eléctrica. Los que están en el corredor de la muerte viven constantes idas y venidas de la luz que responden a subidas de tensión, y no saben si están ejecutando a alguien o haciendo pruebas. Esa es la vida en el corredor.
"No se trata de cuestionar decisiones judiciales, sino de dejar claro que España está en contra de la pena de muerte", repite Vindel, que narra el calvario por el que pasan los condenados en el país norteamericanos. "En Florida, la sentencia de muerte se ejecuta mediante la silla eléctrica. Los que están en el corredor de la muerte viven constantes idas y venidas de la luz que responden a subidas de tensión, y no saben si están ejecutando a alguien o haciendo pruebas", ejemplifica la senadora, que lleva años en contacto con Pablo Ibar.
"Su situación desde que ha abandonado el corredor de la muerte -hace dos años- no ha mejorado demasiado, ahora ni siquiera puede ver en persona a su familia", nos cuenta la senadora que no oculta su esperanza de que la suerte cambie para Ibar. "Tiene un gran equipo de abogados que puede poner en evidencia los fallos de la acusación", adelanta Vindel, que se muestra confiada en que este sea el principio del fin de un calvario judicial que comenzó en el año 1994.
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