Pablo Iglesias dice que los medios de comunicación son herramientas con las que hacer política. Quizá por eso, pese a haber abandonado sus cargos en el Gobierno y en el partido que fundó, no se puede decir que el exlíder de Podemos ha dejado la política. Y es que Iglesias participa todos los lunes, y no por casualidad, en dos potentes tertulias radiofónicas.
Por la mañana, el exlíder morado se deja caer ante los micrófonos de Rac1, la emisora de referencia en Cataluña. Y, por la noche, en la Cadena Ser junto a Carmen Calvo y José Manuel García-Margallo. Los lunes son, desde el punto de vista político y mediático, los días en los que se construye el marco general de debate. Es decir, son los días en los que los partidos y los medios intentan marcar la agenda. Pero el coqueteo del exvicepresidente segundo del Gobierno con los medios no termina ahí. También firma en medios como Ctxt y La Vanguardia.
El idilio de Iglesias con los altavoces mediáticos no es nuevo. De hecho, su gran estreno fue en el Canal 33, donde presentó La Tuerka. Aunque su gran entrada en la televisión nacional fue a través de las puertas de La Sexta. El programa La Sexta Noche le catapultó como tertuliano y él aprovechó el impulso de los focos para armar Podemos y poner su cara en las papeletas electorales de los comicios europeos de 2014 en los que su partido fue la gran sorpresa.
La vuelta de Pablo Iglesias a los medios con otro fin
Más de siete años después de aquella aventura, Iglesias recurre a los medios con otro fin, según las fuentes consultadas. Pese a que el exjefe no dice a su sucesora al frente de la nave morada, Ione Belarra, lo que tiene que decir ni dirige la acción política del partido, lo cierto es que guía y consolida el discurso del partido, porque ahora que no está pegado al maletín de vicepresidente puede ir más allá a la hora de crear opinión.
Eso sí, Iglesias consulta a las dirigentes del partido antes de intervenir en la radio cuáles son las cuestiones candentes y la línea oficial para no meter la pata y generar incendios a los suyos, porque sabe que sus opiniones siguen teniendo gran relevancia. Aunque ese es un camino de doble sentido, pues tanto Ione Belarra como la vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, debaten con Iglesias giros tácticos y estrategia pura y dura.
Y, para muestra, un ejemplo de esa doble vía de comunicación entre exlíder y cúpula: el lío por la reforma laboral. La reacción de la propia Yolanda Díaz, quien pese a su perfil más dialogante y menos beligerante que el de Iglesias, recurrió a su misma estratagema: airear los roces en los medios para presionar al PSOE.
Iglesias consulta a las dirigentes del partido antes de intervenir en la radio cuáles son las cuestiones candentes
El exlíder de Podemos, además, sabe que su partido y su colega Yolanda Díaz están en plena competición electoral con el PSOE. Por eso, su participación en los medios se toma desde el sector morado como una ayuda extra para hacer llegar a los votantes progresistas el discurso del partido y para amplificarlo. Iglesias sigue siendo el referente. Hasta el punto de que eclipsó a su sucesora, como una estrella de rock, el día que reapareció en un acto de la formación. La Uni de Otoño demostró que los alumnos de Podemos tienen querencia por su viejo profesor.
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