Podemos está de uñas por el trato mediático que se está dispensando en España a Yolanda Díaz. Los morados lamentan el impulso que, consideran, los medios de comunicación están dando a la vicepresidenta segunda. Y todo porque, según ellos, obedece solo a una coordenada: destruirles. Pero lo cierto es que pese al enganche de la 'dama roja', protagonista indiscutible tras la anunciación de su candidatura a la presidencia del Gobierno, no parece tal si se comparan dos campañas de recaudación de fondos con fines políticos.
Díaz puso en marcha una campaña de microfinanciación desde el momento en el que se lanzó Sumar oficialmente, el pasado mes de julio. Y, desde entonces, solo ha recaudado más de 50.000 euros, según fuentes del entorno de la vicepresidenta, quien se puso un primer objetivo de 100.000. En comparación, el exlíder de Podemos Pablo Iglesias logró recolectar casi 200.000 euros en solo 24 horas cuando pidió colaboración para su canal de televisión. El exjefe morado también se puso un objetivo similar; 105.000 euros.
La Asociación Sumar, la maquinaria que impulsa la candidatura de la vicepresidenta segunda del Gobierno, y que aún no se ha convertido en un partido ante el Ministerio del Interior ya desembolsó al Ayuntamiento de Madrid más de 11.000 euros por el alquiler de la plaza del centro cultural de Matadero, en Legazpi, el lugar donde nació Sumar ante más de 5.000 personas.
Ni cuántos ni quiénes
Por el momento, el equipo de Díaz no detalla cuántas personas se han 'sumado' a la campaña de microfinanciación, ni cuánto han desembolsado respectivamente. Uno de los principales motivos por los que Díaz creó Sumar era precisamente la independencia económica y financiera para organizar cualquier acto sin tener que pasar por la fiscalización de los partidos del espacio de Unidas Podemos -Izquierda Unida, Podemos, En Comú Podem y Galicia en Común-. Y tanto se está cumpliendo que ni Podemos ni los 'comunes' saben el dinero que hay en la caja de Sumar ni quiénes son quienes están respaldando a la 'dama roja' a golpe de chequera.
Yolanda Díaz guarda con celo esa información, consciente de que está librando un pulso con Podemos que puede dinamitar todo. Tanto es así que ya ha abonado el terreno de una hipotética ruptura y ha admitido que un Sumar sin los morados no sería un fracaso. Los morados fueron los grandes ausentes. Solo ellos impidieron la foto de la unidad tan ansiada. Y, por eso, tienen encima toda la presión. Están contra las cuerdas. El electorado de izquierda es muy sensible a los conflictos fratricidas. Las batallas de sus líderes por el poder dejan a la gente en casa a la hora de votar. Ese es el gran riesgo de Sumar, que no seduzca, que mate la ilusión.
Podemos hace la lectura inversa. Puesto que ellos son el partido hegemónico de ese espacio -al menos por el momento-, consideran que sin ellos no hay posibilidad alguna de que la izquierda a la izquierda del PSOE tenga éxito y sea competitiva en las urnas. Se ven con la fuerza suficiente para plantear un pulso suicida a Yolanda Díaz, quien dejó claro que no quiere tutelas, porque ella no es de nadie por mucho que el exlíder de Podemos Pablo Iglesias le ofreciera la cartera de ministra de Trabajo que ha utilizado para catapultar su liderazgo. Tanto Yolanda Díaz como Podemos esperan el resultado del 28 de mayo.
Las cuentas que arrojen las urnas serán la prueba definitiva para calibrar el devenir del experimento de unidad que desarrolla la vicepresidenta en el laboratorio de Moncloa. Si Unidas Podemos, la coalición de Izquierda Unida y Podemos que concurre en los comicios municipales y autonómicos, sufre el duro revés que anticipan la mayoría de casas de encuestas, la posición negociadora de Ione Belarra y, por ende, de Pablo Iglesias, estará anulada. Si, por el contrario, el resultado es aceptable y puede venderse como un éxito, será Yolanda Díaz quien sienta aún más la presión de los morados.
La carrera mediática de Iglesias
Tras abandonar la política el año pasado, Pablo Iglesias redirigió su carrera hacia el cuarto poder. El líder de la izquierda sostiene que los medios de comunicación son herramientas con las que hacer política. A través de la radio, en la televisión o por escrito, ha sido a través de ellos como ha continuado su camino de activismo en el que tan a gusto le ven en el PSOE.
Los lunes participa en tertulias tanto en Rac1 como en la Cadena Ser, en el 'Ágora de Hora 25' junto a Carmen Calvo y José Manuel García-Margallo. Los lunes son, desde el punto de vista político y mediático, los días en los que se construye el marco general de debate. Es decir, son los días en los que los partidos y los medios intentan marcar la agenda semanal de discusión política. Pero el coqueteo del exvicepresidente segundo del Gobierno con los medios no termina ahí. También firma en medios como Ctxt y La Vanguardia.
De hecho, fue a través de los medios como el exlíder morado se abrió camino en la política. Se estrenó en el Canal 33, donde presentó "La Tuerka", fue un tertuliano recurrente en programas como "El gato al agua", de Intereconomía, y dio finalmente el salto ante grandes audiencias en el trampolín de La Sexta. El programa La Sexta Noche le catapultó, y aprovechó el impulso de los focos para armar Podemos y poner su cara en las papeletas electorales de los comicios europeos de 2014 en los que su partido fue la gran sorpresa, canalizando el descontento social de los años posteriores a la crisis que se reflejó en el movimiento "indignado".
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