Pablo Iglesias practica el arte de la política desde mucho antes de crear Podemos. Pero ahora, alejado de la primera línea, el exvicepresidente segundo tiene la habilidad de manejar a su criatura sin dirigirla. Los morados pisan el camino que su exlíder señala desde su pódcast en el diario Público. "El partido no existe, es La Base", sintetiza a este diario una fuente que tuvo asiento en el Consejo Ciudadano Estatal, el máximo órgano de dirección de una fuerza que prometió "asaltar los cielos" y que ahora está subyugada por el PSOE en Moncloa.
En efecto, el exdirigente de Podemos sigue marcando la línea de la formación a través de sus tribunas en prensa y de sus intervenciones en algunas de las tertulias radiofónicas más escuchadas de España. También intenta sentar cátedra sobre los asuntos públicos a través de su programa, que emite a diario en internet gracias al productor Jaume Roures. En ocasiones, los mensajes que ha lanzado la actual secretaria general de Podemos, Ione Belarra, han sido réplicas dialécticas del argumentario que esgrime Iglesias en su altar mediático.
Y no por casualidad, ya que uno de los más fieles de Iglesias, el filólogo Manuel Levín -artífice de algunos de sus discursos-, también asesora a Belarra. Levín, además, escribe artículos en medios de marcado perfil de izquierda como Ctxt. La sombra de esta suerte de gurú en la sede de Podemos, en la calle de Francisco Villaespesa de Madrid, es alargada. Tanto, que se deja ver a menudo junto a otro referente ideológico, Juan Carlos Monedero.
Yolanda Díaz, 'la líder'
El partido no toma una decisión por su cuenta. Iglesias se entromete en las grandes cuestiones estratégicas de la acción del partido. Eso sí, la vida orgánica recae en la secretaria de organización y secretaria de Estado de Agenda 2030, Lilith Verstrynge. Aunque eso es mucho decir, según el relato de quien conoce de verdad el partido, ya que "no hay cultura de organización": "Si Verstrynge continúa en organización es porque quieren darle más rango, al estar en el Gobierno gana visilibidad y legitimidad. Pero en Podemos, a la gente de organización no le hacen caso si no sale por la tele".
Pero para todo lo demás, está el eterno referente. Iglesias, que preside la fundación del partido, el Instituto República y Democracia, sigue conectando mejor que nadie con las bases y la militancia de Podemos. Sobre todo porque la nueva líder del espacio a la izquierda del PSOE, Yolanda Díaz, tiene pánico a su estrategia comunicativa. Y es que creen que su estilo pactista y dialogante no es lo suficientemente asertivo.
En el ejército morado aún añoran los días en los que Iglesias atizaba sin piedad a "los poderosos". Por eso, Díaz no enamora a la parroquia de Podemos y, de nuevo, será él el gran reclamo del cartel de la Universidad de Otoño; el evento anual que congrega a destacados miembros de Podemos y a otros referentes de la izquierda para abordar las grandes problemáticas del día a día.
El "ego desmesurado" de Iglesias
Pero Iglesias, un político con "un ego desmesurado", según las fuentes consultadas entre los purgados de Podemos, se resiste a desentenderse del que fue su proyecto y vive con preocupación el devenir de los suyos ahora que Yolanda Díaz está tejiendo los mimbres de su propio experimento político. Por eso, no hace más que ponerle palos en la rueda: "A Pablo Iglesias le gusta sobreactuar el hecho de que le ha puesto a ella para luego decir que no le hace caso. Estas cosas de la concepción de la política como un teatro permanente en el que todo es sobreactuación para no perder protagonismo nunca. Hay que saber irse", resumió a este diario Ramón Espinar, un histórico exmorado.
El exvicepresidente Iglesias dice que los medios de comunicación son herramientas con las que hacer política. El referente morado recurre ahora a ellos con otro fin. Podemos sostiene que Iglesias no dice a su sucesora al frente de la nave morada lo que tiene que decir, pero ahora que no está pegado al maletín de ministro puede ir más allá a la hora de crear opinión y de trasladar los mensajes de los suyos a la opinión pública.
Y es que Iglesias, que asegura que consulta a las dirigentes del partido antes de intervenir en la radio cuáles son las cuestiones candentes y la línea oficial para no generar incendios, sabe que sus opiniones siguen teniendo gran relevancia. En el fondo, maneja sin dirigir. Todo un arte.
Apoya TU periodismo independiente y crítico
Ayúdanos a contribuir a la Defensa del Estado de Derecho Haz tu aportación