Podemos ultima una batería de iniciativas en el sector de la vivienda para presionar al PSOE y dinamitar el plan de pensiones que ha diseñado el ministro José Luis Escrivá. Se trata de medidas como la creación de un impuesto para los pisos vacíos que recaería sobre todo tipo de dueños, tanto fondos y bancos como propietarios particulares, según ha conocido Vozpópuli. Podemos quiere incluir su propuesta en la nueva ley de vivienda. El partido de Pablo Iglesias quiere demostrar a su electorado que este asunto es prioritario para la formación y aumentar la recaudación del Estado para imponer al ministro Escrivá la "agenda social" de los morados.
Política y economía, como siempre, van de la mano en Podemos. El partido de Iglesias calcula que en España existen unos 4,3 millones de pisos vacíos y considera que en muchos casos el problema no se debe a la ley de demanda y oferta, sino a una política de los propietarios que, en un momento de crisis como la actual, debe corregirse.
La iniciativa forma parte de la aportación que Podemos quiere incluir a la ley de vivienda que se está debatiendo con el PSOE. De momento, los socialistas se están negando a incluir en el texto normativo el nuevo impuesto. Es una "discrepancia" que se suma a la de prohibir por ley los desahucios a personas "vulnerables". Pero la presión de los morados va a más, según ha podido saber Vozpópuli.
La crisis económica del coronavirus ha disparado los impagos en los alquileres, pero según Podemos sigue habiendo propietarios que se niegan a asumir rebajas en el sector. Una de las claves de la política de Podemos es movilizar el parque de viviendas vacías. Hace dos años, el Gobierno de Sánchez también estudió el asunto, pero el debate sobre si activar medidas incentivadoras o coercitivas se topó con la protesta de los sectores afectados.
Ahora, Podemos quiere tomar la delantera con un nuevo impuesto que, según los morados, forma parte de su plan de aumentar la aportación a las arcas públicas de "los más ricos". "Solo con el impuesto a los pisos vacíos puedes resolver muchos problemas en las pensiones, y evitar los recortes que quiere Escrivá", reflexionan desde el partido morado.
El 'caso' de Barcelona
Es previsible que desde el sector se levanten todo tipo de barreras. El Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana de José Luis Ábalos, ministro del ramo, no quiere dar su brazo a torcer. Cuando hace años se debatió en las comisiones interministeriales el problema, los representantes de los propietarios sostenían que la solución no podía pasar por penalizar a los dueños, que ya tenían que pagar impuestos sobre los pisos vacíos (como IRPF, IBI y el impuesto sobre patrimonio).
Para el sector socialista esta iniciativa, al igual que la propuesta de Ione Belarra, secretaria de Estado de Agenda 2030, de obligar a los bancos y fondos de entregar un 30% de sus pisos al alquiler social, no son viables. Podemos insiste en que hace falta "intervenir" el mercado de la vivienda, pero el PSOE se niega.
El Ayuntamiento de Barcelona de Ada Colau ya intentó tasar a los propietarios de las viviendas vacías, pero el Tribunal Supremo decretó la nulidad del nuevo impuesto. Los magistrados bloquearon la política de Colau porque entendían que excedía las competencias municipales. Colau quería gravar con 286 euros a los dueños de pisos vacíos en los primeros dos años de inactividad.
Las fuentes gubernamentales consultadas prevén que el impuesto creará nuevas fricciones en el Ejecutivo. Ábalos está intentando frenar las exigencias de los morados, pero para Iglesias el tema es capital. Y difícilmente rebajará sus exigencias. Para algunos será otra batalla interna para recordarle a Sánchez que necesita los 35 escaños de Podemos (más los 13 de ERC) para gobernar.
Nuevas presiones desde Trabajo
Es más. Podemos afila las espadas en asuntos como las pensiones y la reforma laboral de Mariano Rajoy. En ese terreno se esperan semanas calientes, según varias fuentes. Iglesias quiere que Yolanda Díaz sea contundente en el ámbito laboral, y el departamento de la ministra de Trabajo está estudiando unas propuestas que levantarán ampollas en otros ministerios, como los de Economía y Seguridad Social.
Con Escrivá y Nadia Calviño el pulso de Iglesias está al rojo vivo. El choque sobre los años de cotización (de 25 a 35 años en el primer borrador de Escrivá, que Sánchez después corrigió) sigue vigente. Y Podemos ya ha advertido a Sánchez de que se negará a votar en el Congreso medidas que puedan ser calificadas como recortes. "Es una línea roja", aclararon los morados al presidente.
"Las pensiones solo pueden aumentar o quedarse como están", advierten los de Unidas Podemos que, con la creación de un nuevo impuesto sobre los pisos vacíos, intentan darle la vuelta a la tesis de La Moncloa de que los recortes en las pensiones son una exigencia de Europa. "No se trata de recortar, sino de subir los impuestos a los que más tienen", es la filosofía que Podemos quiere imponer a su socio. No lo tienen fácil, pero prometen dar batalla.
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