Fatiga severa, pérdida de memoria, olfato, gusto o visión, mareos, pitidos en los oídos… Estos son solo algunos de los “innumerables” síntomas que padecen los pacientes con covid persistente; aquellos que a día de hoy arrastran secuelas pese a haberse contagiado de coronavirus hace un año.
Según un nuevo informe del Observatorio Europeo de Sistemas y Políticas de Salud impulsado por la Organización Mundial de la Salud (OMS), alrededor de una de cada 10 personas sigue afectada hasta 12 semanas después de haber contraído covid-19.
“No puedo hacer nada. He perdido totalmente mi autonomía. Me desoriento y no tengo memoria”, relata a Vozpópuli Marga. Esta madrileña de 52 años, que prefiere no dar su nombre completo, contrajo el virus en marzo del año pasado y actualmente sigue sin estar recuperada.
Cuando Marga se contagió no le hicieron PCR pese a que llegó a acudir al hospital. En mayo sí se sometió a una prueba que indicaba que había pasado la enfermedad. Entonces continuó trabajando desde casa, pero en junio comenzó a tener síntomas neurológicos, como dificultad para hablar, y un mes después le realizaron una resonancia que demostró que sufría una encefalopatía. “Es un sinvivir”, asegura.
Te sientes, además de vulnerable, muy desprotegida. Pedimos empatía, estudio, investigación"
Al igual que Marga, Teresa Domínguez, madrileña de 55 años, sigue sin poder hacer vida normal más de un año después de contagiarse. Ella contrajo el virus en marzo de 2020 en la residencia de personas con discapacidad intelectual en la que trabaja, y aunque en aquel momento los síntomas no fueron muy graves, meses más tarde llegó a ingresar en el hospital. "Llegué a tener que ir a urgencias por subir una caja de leche a casa. Pasé una neumonía y el nivel de trombos lo tenía elevadísimo, que fue por lo que ingresé", cuenta.
Teresa está de baja desde noviembre. Se había incorporado al trabajo en octubre, pero los síntomas que aún padece le impiden volver a su rutina. “No hay ningún tratamiento. Mejoro si llevo una vida tranquila”, explica.
"Para el Gobierno no existimos"
Ante esta situación, piden mayor reconocimiento por parte de las autoridades. El Ministerio de Sanidad incluyó por primera vez el 15 de enero la covid persistente en su Información Científica-Técnica sobre el coronavirus. También la OMS reconoció los "efectos serios" que a largo plazo supone el virus para muchas personas. Sin embargo, los pacientes que siguen sufriendo síntomas creen que no es suficiente y exigen más apoyo e investigación. “Estamos en una laguna. Para el Gobierno no existimos. Necesitamos un protocolo de actuación urgente. Esto es una nueva enfermedad”, denuncia Marga.
En el mismo sentido se pronuncia Teresa: "A los covid persistentes no saben cómo tratarnos. Te sientes, además de vulnerable, muy desprotegida. Pedimos empatía, estudio, investigación".
También Carolina Latorre, valenciana de 48 años, sigue de baja. Educadora social, se contagió el pasado mes de agosto aunque no sabe cómo ya que ningún contacto estrecho dio positivo. Inicialmente tuvo síntomas propios de una gripe, aunque "más fuerte de lo normal". Volvió a trabajar pero después comenzó a tener pérdida de olfato, de memoria e incapacidad de concentración.
Actualmente, lo que más preocupa a Carolina son los síntomas neurológicos. "Estuve un mes y medio de baja y después cuatro trabajando, pero hace menos de dos meses me dio una parálisis", relata a este diario.
Igual que las otras dos pacientes de covid persistente, Carolina reclama apoyo de las instituciones, especialmente por parte de las consejerías: "Tenemos el apoyo del Ministerio, pero el de las consejerías depende de la comunidad autónoma". "Buscamos unidades específicas de covid persistente. Nadie quiere hacerse cargo. Es tirar balones fuera", denuncia.
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