El número de personas que han tenido la urgencia de consultar a un médico de familia por un verdadero problema de salud y no han podido ha aumentado hasta el 15,8%. Así lo informa la última oleada del Barómetro Sanitario, que recoge sin embargo que seis de cada diez ciudadanos con esta necesidad sí han podido hacerlo.
El Barómetro, publicado por el Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS), refleja los resultados de 2.600 entrevistas que se llevaron a cabo entre el 14 y el 18 de noviembre, momentos críticos en lo que a descontento por parte de los profesionales de la Atención Primaria en nuestro país se refiere.
Amplios tiempos de espera para tener cita
Los datos desvelan que la espera media para tener una cita en el centro de salud es de 8,54 días, aunque para casi un cuarto de los encuestados (23,3%) fue de más de 11 días, para el 12% entre 8 y 10 y para el 18,7%, una semana. Solo el 9,5% fue atendido el mismo día que llamó, recoge EFE.
El 60,8% de los que ha tenido necesidad de consultar por un verdadero problema de salud con su médico de familia, ya sea por síntomas o por enfermedades ya diagnosticadas, pudo hacerlo, no así el 15,8% de los pacientes, que no pudo ver atendida su urgencia, dos puntos más que en la segunda oleada de junio.
Estos encuestados explican que una vez se les dio cita ya no la necesitaban (47,5%, cuatro puntos más que en junio pero ocho más que en marzo, cuando se hizo la primera oleada del Barómetro). El otro motivo imperante es no lograr contactar con el centro, un motivo que desciende hasta situarse en el 27,3% de los usuarios.
Por otro lado, un 7,3% fue porque pensó que los centros estaban muy saturados y se fue a urgencias directamente. Algo más de la mitad opta por las urgencias hospitalarias (51,7%) frente a las de atención primaria (42,9%). Aunque la mayor parte reconoce que puede ser más cómodo para el médico y a veces para el paciente, la realidad es que dos de cada tres considera que las explicaciones dadas por teléfono no son igual de buenas que en las consultas presenciales.
De hecho, el descontento con las consultas telefónicas es amplio: un 17,8% se declaran poco satisfechos, un 30% "algo" y un 10,4% "nada". Pese a todo, los ciudadanos siguen manteniendo la misma confianza en el sistema público y lo anteponen al privado: de poder elegir, el 68,6% prefiere acudir a su médico de familia público que a uno del sector privado.
Entre otras cosas, por la atención que reciben, que ha sido buena para el 47,9% y muy buena para el 32%.
La Primaria sigue protestando a lo largo del país
El conflicto sanitario, con su núcleo en la Comunidad de Madrid pero que se extiende a otros puntos del país, va para largo, y se espera que siga dando coletazos hasta pasadas las navidades. En Madrid, la huelga indefinida se va a mantener en el formato actual (todos los días pese a que pierden casi 200 euros al día), por decisión de los afiliados al sindicato Amyts.
Ambas partes se mantienen enrocadas en sus posiciones. La Consejería de Sanidad considera que ya se han hecho suficientes concesiones en el Comité de Huelga y no se plantea hacer propuestas más allá de las que ha anunciado la presidenta Ayuso esta semana.
El discurso de la Ejecutiva madrileña es que el sindicato Amyts, en alianza con Más Madrid, busca mantener una la tensión política hasta las elecciones autonómicas. Tesis defendida por Enrique Ruiz Escudero, quien ha mostrado su enfado ante el audio filtrado de uno de los simpatizantes de Amyts en los que se exponía su intención (antes de la reunión del Comité de Huelga) de seguir con las protestas.
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