Unas no fiestas que fueron demasiado festivas. Y que pueden salir muy caras. En la localidad vizcaína de Gernika se ha desatado un brote de coronavirus. El foco de los contagios se produjo entre los días 14 y 17 de agosto -días de las festividades de San Roque y Andra Mari- en la zona de ocio nocturno.
En esos días donde tradicionalmente se celebran las fiestas patronales numerosos vecinos del municipio decidieron acudir a los bares de ocio nocturno. Incluso los hosteleros tuvieron que pedir la ayuda de la Ertzaintza para desalojar algunos locales, según El Correo. Las consecuencias son demoledoras y se han conocido en los últimos tres días.
Existe transmisión comunitaria
En las últimas horas se han registrado 51 casos. Once de esos positivos detectados en los tres últimos días no tenían conexión entre ellos. Por ello, las autoridades consideran que existe ya "transmisión comunitaria". Este mismo lunes se ha especulado con la posibilidad de que en las próximas horas el Gobierno de Íñigo Urkullu confinase a los ciudadanos de dicho municipio vasco.
Sin embargo, la consejera de Sanidad, Nekane Murga, ha descartado dicha posibilidad por el momento. "Tenemos identificada la actividad y ahora hay que hacer un cribado".
De hecho, el alcalde de Gernika, José Mari Gorroño, ha pedido a todos los vecinos de la localidad que acudan a hacerse una prueba PCR ante el brote detectado en el municipio al considerar que existe "transmisión comunitaria", ya que once de los 51 positivos detectados en los tres últimos días no tenían conexión entre ellos.
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