Pablo Casado impone a sus candidatos para el 10-N en el País Vasco. En Vizcaya y Guipúzcoa volverán a encabezar las listas dos sangilistas reconocidos: Bea Fanjul e Íñigo Arcauz. Y la número uno por Álava será Marimar Blanco, hermana de Miguel Ángel Blanco, concejal del PP en Ermua asesinado por ETA en 1997. Así, el presidente del PP ha desoído las recomendaciones del líder del partido en Euskadi, Alfonso Alonso, que recomendaba otros nombres para la cita con las urnas.
Una vez presentado su "nuevo perfil" y tras el reciente terremoto interno que los enfrentó a la dirección nacional, los dirigentes del PP vasco querían que al menos en Génova 13 se escuchasen sus recomendaciones para los puestos de las candidaturas de las elecciones generales. Nada más lejos de la realidad. De hecho, Casado vuelve a potenciar a dos personas cuya posición desentona claramente con la dirección regional de Alonso, Iñaki Oyarzábal o Borja Sémper. Dos personas que fueron una apuesta personal suya el 28-A y que volverán a serlo el 10-N.
Los dos 'sangilistas' designados
Entre los que mandan en el PP de Vizcaya no gustó que Casado designase a la dirigente de Nuevas Generaciones Bea Fanjul como candidata el 28-A. Querían un cambio. Pero ella volverá a encabezar la lista en la provincia que más escaños reparte en Euskadi. La apuesta del presidente del PP por Fanjul, conocida porque en su día defendió el legado de Gregorio Ordóñez, permanece inalterable.
En Guipúzcoa, otro tanto, ya que allí el cabeza de lista también repite: Arcauz, de marcado carácter sangilista y que no esconde su enfrentamiento con Sémper y otros dirigentes, lideró la plancha el 28-A y volverá a hacerlo el 10-N. Casado y Arcauz son íntimos amigos. Algunos incluso ven al segundo como un futuro delfín del primero para hacerse con el control del PP en Euskadi.
En suma, con estos nombres Casado no solo desoye los consejos de Alonso, sino que coloca a dos miembros del alma sangilista del PP vasco al frente de sus candidaturas. Así, marca otra vez su impronta personal y no se adapta a los deseos de la dirección del partido en Euskadi.
El caso de Álava
Tampoco la candidatura de Álava está exenta de polémica. No es un secreto que Alonso y los suyos apostaban por el veterano Javier de Andrés como sustituto de Javier Maroto. Querían a toda costa que no se colocase a un candidato desde Madrid, sino a alguien del partido en Euskadi, ya fuera De Andrés u otro. Deseaban que no hubiera un candidato impuesto por Génova. Pero eso último es justo lo que ha ocurrido. La candidata será Marimar Blanco.
El simbolismo de la candidata, hermana de Miguel Ángel Blanco y una de las voces más conocidas entre las víctimas de ETA, complican que Alonso y los suyos vayan a criticar abiertamente la designación. Pero la realidad es que tampoco ha gustado. Así, parece que la tregua que escenificaron Casado y Alonso tras la crisis interna era solo eso, una escenificación.
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