¿Condena Bildu a ETA? Esa es la cuestión candente estos días. Este lunes el diputado de la coalición abertzale Íñigo Iñárritu condenaba en el Congreso el atentado etarra que segó las vidas de los guardias civiles Diego Salvá y Carlos Sáenz de Tejada. Y lo hacía dirigiéndose al diputado de Vox Antonio Salvá, padre de uno de los agentes asesinados. Sin embargo, la portavoz bildutarra en la Cámara Baja, Mertxe Aizpurua, siempre elude condenar a ETA, al igual que el coordinador general del partido, Arnaldo Otegi.
Para entender estas diferencias hay que tener en cuenta la procedencia de cada uno de estos diputados. Como es de sobra conocido, Bildu es una coalición formada por diversos partidos. En concreto, conformaron esta alianza miembros de Sortu, Alternatiba y Eusko Alkartasuna, así como numerosos independientes sin carné. Poco después de que Bildu se crease, en 2011, también se sumó Aralar, partido que en 2017 se disolvió y sus dirigentes se integraron en la coalición.
Sortu es el heredero de Batasuna. Es la formación de la izquierda abertzale tradicional. Es el partido de Otegi. Y es evidente que lidera Bildu en todos los sentidos. Sus miembros nunca han condenado a ETA por mucho que se lo hayan preguntado. Sus estatutos sí incluyen el "rechazo" a la violencia de ETA. En 2011 el Tribunal Supremo prohibió la inscripción de Sortu como partido político por considerarlo sucesor de Batasuna. En 2012 el Tribunal Constitucional enmendó la plana al Supremo y legalizó de facto a Sortu, entre otras cosas porque consideró suficiente aquel "rechazo" explícito a la violencia.
Los parlamentarios bildutarras que provienen de Sortu, partido heredero de Batasuna, o que aun sin carné de Sortu vienen del ámbito de la izquierda 'abertzale' nunca han condenado el terrorismo de ETA
Esa estrategia de fusiones entre partidos explica la propia historia de Bildu y también los diferentes comportamientos de sus diputados. Los parlamentarios bildutarras que provienen de Sortu, partido heredero de Batasuna, o que aun sin carné de Sortu vienen del ámbito de la izquierda abertzale nunca han condenado el terrorismo de ETA. Es el caso de la portavoz Aizpurua (como el propio Otegi). En cambio, los parlamentarios bildutarras que provienen de Eusko Alkartasuna, de Aralar, como es el caso citado de Iñarritu, o de Alternatiba, como es el caso de Óskar Matute, han condenado muchas veces a ETA a lo largo de su carrera política, tanto dentro como fuera de Bildu.
El único texto de condena
Los líderes de Sortu jamás han condenado a ETA. Su actual presidente es Arkaitz Rodríguez, recién elegido como parlamentario vasco, fue entró en prisión junto a Otegi por el caso Bateragune, en una sentencia que hace unos meses anuló el Supremo tras la decisión del Tribunal de Estrasburgo. Su predecesor al frente de la formación, Hasier Arraiz, tuvo que dejar la política en 2016 porque fue condenado precisamente por pertenecer a ETA como dirigente de la Mesa Nacional de Batasuna que obedecía a la banda terrorista.
En este contexto, EH Bildu nunca ha emitido un comunicado propio en que condene el terrorismo de ETA. La única condena explícita que ha hecho Bildu ocurrió en 2015 en Navarra, cuando la coalición firmó un documento para entrar en el Gobierno cuatripartito junto a Geroa Bai, Podemos e IU; dicho documento sí incluía la condena expresa al terrorismo etarra. En concreto, en ese texto suscrito por los cuatro partidos se exponía "el rechazo y condena de cualquier tipo de expresión de violencia que se produzca, incluida la de ETA".
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