En los últimos meses todo era calma en el Gobierno vasco de PNV y PSE. No se producían fricciones entre los socios. Pero el debate sobre el acercamiento de los presos de ETA está generando una fuerte tensión entre peneuvistas y socialistas. Un organismo dependiente de propio Ejecutivo acaba de proponer un plan destinado a que el Gobierno central traslade a los reclusos etarras a cárceles del País Vasco y comunidades cercanas. Pero en el PSE no aprueban dicho plan.
El nudo gordiano está en el rechazo a la violencia de los presos. Hasta ahora, el PNV y, por ende, el Gobierno vasco apostaban por el final de la dispersión de los reclusos, sí, pero con la condición de que abjurasen públicamente de los crímenes por los que fueron condenados. Ese sería el inicio de su camino a la reinserción y, de paso, de su traslado a cárceles vascas.
Sin embargo, el plan adelantado la pasada semana por el secretario general de Derechos Humanos, Convivencia y Cooperación del Gobierno vasco, Jonan Fernández, no contiene dicha exigencia. Y esto ha provocado el enfado en las filas del PSE, que insisten en que se trata de "una propuesta personal" y remarcan que "en esto no hay consenso entre los dos partidos".
Sorpresa y reacción del PSE
Fernández anunció en una entrevista en EITB que en las "próximas semanas" enviaría al Gobierno de PSOE y Podemos una propuesta para trasladar a los 210 presos de ETA a siete cárceles del País Vasco, Navarra, Cantabria, Burgos y Logroño. "El concepto debe ser que, para comenzar el proceso de reinserción, deben estar cerca", explicó el secretario general de Derechos Humanos del Gobierno vasco.
Asimismo, subrayó que esto no supone que se haga "un regalo" a las personas presas, sino "justicia" para sus familias. En opinión del alto cargo del Ejecutivo autonómico, es necesario replantearse el modelo de reinserción con el fin de ir hacia un modelo más abierto.
El anuncio de Fernández cogió por sorpresa al PSE. La propia secretaria general de los socialistas vascos, Idoia Mendia, tuvo que salir a la palestra para remarcar que esta propuesta de Fernández era "personal" y no había sido comunicada a los partidos que conforman el Ejecutivo que preside Íñigo Urkullu.
Reunión del Gobierno este martes
Después, el presidente del PSE-EE y consejero de Vivienda en el Gobierno regional, Iñaki Arriola, reiteró que la propuesta del alto cargo citado sobre el acercamiento de presos de ETA a cárceles próximas a Euskadi "no ha sido objeto de consenso" entre el PSE y el PNV. Y añadió que este complejo asunto sería "analizado" próximamente en el seno del Consejo de Gobierno.
Este mismo martes se celebra dicha reunión del Ejecutivo de Urkullu. La tensión es más alta que de costumbre porque en el PSOE vasco ha escocido la forma de proceder de Fernández. El tema no es sencillo y ha provocado un choque inesperado entre dos socios bien avenidos, PNV y PSE, que además también son socios a nivel nacional tras el pacto de investidura que firmaron el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y el líder del PNV, Andoni Ortuzar.
Más allá de este choque coyuntural entre los socios, el asunto de los presos de ETA es más que relevante en Euskadi y se antoja decisivo para la actual legislatura del Congreso y para la próxima en el Parlamento vasco. PNV y Podemos están de acuerdo en que, tal y como reclama Bildu, la política de dispersión de los reclusos tiene que acabarse. El PSOE tendrá que tomar una decisión.
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