Carlos Iturgaiz (Santurce, 1965) lleva toda su vida en el Partido Popular. Su dilatada trayectoria política ha estado marcada por su relación con los diferentes presidentes de la formación. Lo fue todo en el PP vasco en la época de José María Aznar, pasó casi a la marginalidad como eurodiputado durante la etapa de Mariano Rajoy y ahora, por sorpresa, vuelve a ser candidato a lehendakari con Pablo Casado a los mandos de Génova.
Solo hace unos meses que el hoy candidato del PP y entonces eurodiputado abandonó la política y denunció sentirse "triste y decepcionado" con Casado por haberlo colocado en el puesto 17 de las listas al Parlamento Europeo. De dichos hechos parecía deducirse que Iturgaiz no estaba en la sintonía del presidente del PP pese a que ambos comparten tesis, discurso y compañeros de viaje. Pero este domingo quedaba claro que aquello fue un espejismo, ya que el veterano político es la apuesta de Génova para las elecciones vascas del 5 de abril en sustitución de Alfonso Alonso.
Jaime Mayor Oreja y María San Gil estarán más que felices, sobre todo el primero. Porque la realidad es que ambos, junto al nuevo candidato, lideraron el PP vasco en la época en que logró sus mejores resultados. Los tres representan a ese PP ubicado en la derecha sin complejos, criado en el aznarismo y con un discurso durísimo contra el nacionalismo vasco en su conjunto.
Vuelta a Oreja y San Gil
Los tres eran más que afines a Aznar. Casualidades que tiene la vida, el pasado jueves el ex presidente el Gobierno pasó por Bilbao, como ya relató este diario, y recordó los buenos resultados del PP vasco con Iturgaiz como presidente (1996-2004). Fueron, eso es cierto, los años con mejores cifras para los populares vascos. Con Mayor Oreja como candidato, en 2001, el PP vasco superó los 320.000 votos en las autonómicas y con Iturgaiz (1998) y San Gil (2005) estuvo por encima de los 200.000.
A los resultados y el estilo de esos años quiere volver Casado. Con su decisión de fulminar a Alonso y recuperar a Iturgaiz, el presidente del PP apuesta por una suerte de vuelta a las esencias del PP vasco. Este sorprendente cambio supone regresar al tono y las tesis de los aznaristas Oreja y San Gil en detrimento de los métodos que trataban de impulsar los caídos Alonso, sorayista confeso, y Borja Sémper, siempre heterodoxo.
En el PP vasco existen dos almas en liza. Y Génova cambia a una por otra. Así de sencillo y así de complicado. Habrá que ver qué consecuencias tiene esto. Porque la metamorfosis, que muchos en el partido esperaban para después de las autonómicas, tras un hipotético descalabro de Alonso en las urnas, llega demasiado pronto para muchos.
Solo hace unos meses que los propios Alonso y Sémper apostaban por cambiar la idiosincrasia del partido en el País Vasco. Ahora los dos están fuera de juego. Triunfan las tesis de otros dirigentes como Bea Fanjul o Íñigo Arcauz (para muchos, urdidor del cambio) y quedan en el aire los fieles a Alonso como la secretaria general, Amaya Fernández, o el todopoderoso Iñaki Oyarzabal.
La larga trayectoria de Iturgaiz
El nuevo candidato del PP empezó a destacar en el PP vasco a principios de los años noventa. Fue concejal en el Ayuntamiento de Bilbao. Se caracterizaba por exhibir un discurso sin pelos en la lengua frente a ETA y la izquierda abertzale. Y también frente al PNV. En 1993 fue elegido como secretario general gracias al padrinazgo de Mayor Oreja y en 1996 llegó a la presidencia.
Siempre que podía defendía las dos ideas que más ha repetido en su carrera: los ataques contra el nacionalismo vasco en su conjunto y la defensa a ultranza de las víctimas del terrorismo
En las elecciones vascas de 1998 logró que su partido superase al PSE y quedase en segunda posición por primera vez en Euskadi. Cuando Aznar colocó a Mayor Oreja como candidato, en 2001, Iturgaiz siguió junto a su padre político. Y después de los comicios, siguió siendo el principal rostro del PP vasco. Muchos españoles lo conocieron por las palabras que pronunciaba en respuesta a atentados de ETA como el de Miguel Ángel Blanco.
ETA lo pone en su punto de mira
Porque no eran años fáciles, ni mucho menos, para liderar el PP en el País Vasco. Entonces ETA y su entorno activaron aquel eufemismo de "socializar el sufrimiento" que consistía en asesinar a políticos constitucionalistas. Iturgaiz enterró a muchos compañeros de filas. Era el primero en llegar a las capillas ardientes para estar junto a los familiares y amigos de los asesinados por la organización terrorista. Los etarras intentaron asesinarle al menos hasta en tres ocasiones.
En 2004 San Gil fue designada como candidata a lehendakari de las elecciones de año siguiente. Iturgaiz se refirió a ella como "la mejor de todos nosotros". Aquella operación contaba con el beneplácito de Mayor Oreja. El ahora candidato dejó la presidencia del PP vasco y se marchó a Bruselas como eurodiputado.
En los años del rajoyismo (2004-2018), su figura fue desapareciendo de la escena pública porque aunque siguiera como eurodiputado su voz apenas se escuchaba en el PP. En muchas ocasiones se sintió marginado por los entonces dirigentes del partido. Parecía que continuaba en su puesto de Bruselas como una suerte de favor por los servicios prestados.
Siempre que podía defendía las dos ideas que más ha repetido en su carrera: los ataques contra el nacionalismo vasco en su conjunto y la defensa a ultranza de las víctimas del terrorismo. Ahora, recuperado por Casado para sustituir a Alonso, seguirá defendiéndolas.
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