Podemos está en caída libre en el País Vasco. La última encuesta del Gobierno vasco indica que los podemistas serían hoy penúltimos si se celebrasen unos comicios autonómicos. Lejos quedan los tiempos en que el partido morado empezó con enorme pujanza en esta comunidad, donde fue el partido más votado en dos elecciones generales consecutivas y donde irrumpió como tercera fuerza en el Parlamento de Vitoria.
Las primeras elecciones generales a las que se presentó Podemos se celebraron el 20 de diciembre de 2015. Entonces la formación liderada por Pablo Iglesias sorprendió a propios y extraños al ser la más votada en Euskadi, si bien el PNV obtuvo un escaño más. En la repetición electoral de junio de 2016 los morados ganaron otra vez en votos y también en escaños obtenidos. Un sorpasso histórico al PNV que encendió las alarmas en Sabin Etxea aunque sea evidente que los vascos votan diferente en las generales y las autonómicas.
Esa forma diferente de votar según el tipo de cita electoral volvió a demostrarse dos meses después, en septiembre de 2016, cuando se celebraron las autonómicas. Podemos no llegó tan alto como se esperaba -algunas encuestas situaban a los morados solo por detrás del PNV- pero irrumpió como tercera fuerza en la Cámara vasca, con 11 escaños nada desdeñables, sobre todo porque quedaba por delante de formaciones históricas como el PSE y el PP.
Fracaso tras fracaso
Todos esos resultados destacados han ido a menos en el último lustro. Poco a poco, Podemos ha ido perdiendo apoyos. Fracaso tras fracaso en las urnas. Así, en las generales de abril de 2019 pasó a ser tercera fuerza (por detrás de PNV y PSE); y en los comicios nacionales de noviembre de ese mismo año quedó en cuarto lugar, también superado por Bildu. Por último, en las autonómicas de 2020 Podemos confirmó su descenso, al quedar en cuarta posición, superado de nuevo por el PSE y con un fuerte bajón de cinco escaños (de 11 a 6).
El ocaso de Podemos en Euskadi no cesa. Porque, como ya se ha dicho, si ahora mismo hubiera unas elecciones autonómicas, los morados bajarían otra vez, en este caso de 6 a 4 escaños. Así, los podemistas quedarían como penúltima fuerza política, superados por PP+Cs y solo por delante de Vox. Es obvio que los apoyos que pierde Podemos van a parar a Bildu, porque el citado Sociómetro muestra que la coalición abertzale lograría sumar los dos escaños que pierde el partido dirigido por Ione Belarra.
¿Por qué Podemos no levanta cabeza en Euskadi? Las fuentes parlamentarias vascas consultadas por Vozpópuli no se ponen de acuerdo. Todos tienen claro que, como viene contando este diario, a Bildu le está saliendo bien su estrategia de izquierdizarse para hacerse con el espacio de Podemos. Algunos señalan que el desgaste en el País Vasco es fruto de la caída en toda España.
Otros apuntan a la eterna división de la izquierda, en general, y a las cuitas internas de Podemos Euskadi, en particular, como motivo principal del hundimiento progresivo. No puede olvidarse que el año pasado se produjo un cisma en las primarias de la formación, cuando Miren Gorrotxategi, la candidata apoyada por la dirección nacional, se impuso a la lista liderada por Rosa Martínez y auspiciada por la dirección podemista en Euskadi. Aquella derrota supuso el adiós del hasta entonces secretario general, Lander Martínez. Precisamente algunos de los ex dirigentes de Podemos Euskadi apuntan a la insistencia en formar un tripartito como un error estratégico clave en lo que está ocurriendo.
Sean cuales sean los motivos, los hechos dicen que Podemos continúa en caída libre y que Bildu engulle su espacio. Los bildutarras son los principales enemigos electoralmente hablando de los morados. En ese contexto, este mismo sábado los podemistas aprovecharán el tirón de la vicepresidenta del Gobierno Yolanda Díaz para intentar relanzarse.
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