Lo casi nunca visto: Bildu, Podemos, PP+Cs y Vox de acuerdo. Eso, por extraño que suene, es lo que ha ocurrido esta semana en el País Vasco. Porque la oposición en bloque coincide en su contundente rechazo al plan del Gobierno vasco para Osakidetza, el servicio público de salud de la comunidad. Hasta el PSE, socio de gobierno del PNV, ha expresado reparos a lo que prepara el Ejecutivo que preside el lehendakari, Íñigo Urkullu, para paliar la ausencia de médicos.
Fue la consejera del ramo, Gotzone Sagardui, quien lanzó el pasado miércoles un sorprendente anuncio: los servicios que presta la Sanidad vasca van a cambiar en línea con "el cambio cultural de usos y costumbres de los recursos sanitarios". Por ello, habrá que "desplazarse más" para acceder a determinadas consultas. Y es que habrá "consultorios que estarán atendidos por servicios de enfermería y otros incluso permanecerán cerrados en épocas vacacionales".
Esta forma de combatir la falta de médicos es muy similar a la que va a poner en marcha la Comunidad de Madrid, según ha trascendido esta semana. De hecho, algunas de las críticas que han arreciado contra el Gobierno vasco en Euskadi tienen que ver precisamente con que el plan esbozado por Sagardui es similar al del Ejecutivo de Isabel Díaz Ayuso.
Unanimidad
La consejera tuvo que matizar sus propias palabras hasta en un par de ocasiones para templar los ánimos. Porque tanto en el Parlamento vasco como en el seno de Osakidetza se multiplicaron voces que mostraban su oposición a estos planes. La principal crítica, y casi compartida por todos los agentes del sector, es que el Gobierno de PNV y PSE está incurriendo en una flagrante "falta de previsión". Así lo dicen el Colegio de Médicos, diversos sindicatos de trabajadores de la sanidad vasca y, como se ha destacado ya, la oposición en bloque.
El Colegio de Médicos denuncia que la falta de médicos es culpa de "una prolongada y sistemática falta de previsión de los responsables sanitarios ante una situación"
Cada uno a su manera, pero todos en la misma dirección, los partidos de la oposición en la Cámara de Vitoria mostraron su contrariedad por el anuncio de Sagardui y señalaron al Gobierno vasco por improvisar debido a su falta de planificación para combatir la falta de médicos. Todos apuntaron a la mala gestión de Osakidetza.
El propio líder del PSE, partido gobernante junto al PNV, se apresuró a desmarcarse de esa propuesta. Eneko Andueza afirmaba este viernes que "en el acuerdo de Gobierno incorporamos la medicina de cercanía como uno de los elementos clave del sistema sanitario y los socialistas no nos vamos a mover de ahí".
¿Un problema sin solución?
Declaraciones de políticos aparte, la controversia surgida tras las palabras de Sagardui evidencia que la falta de médicos en Euskadi es un problema antiguo y que parece sin solución. Sin ir más lejos, este año han quedado sin cubrir hasta 200 plazas MIR de médicos de familia.
Al decir del Consejo de Colegios de Médicos del País Vasco (CCMPV), es inadmisible que los profesionales de enfermería puedan realizar las tareas de los médicos y, ante todo, denuncia que el problema de la falta de profesionales "no radica ni en la mala planificación docente ni en los números clausus, sino en una prolongada y sistemática falta de previsión de los responsables sanitarios ante una situación" sobre la que los trabajadores del ramo llevan alertando "desde hace años".
La temporalidad y la precariedad de la Sanidad vasca, sobre todo en las Atención Primaria, es uno de los caballos de batalla del citado Colegio de Médicos y de los diferentes sindicatos de trabajadores sanitarios. La problemática creció sobremanera a raíz de la pandemia, con huelgas de sanitarios incluidas.
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