País Vasco

El PNV crecería, Bildu se mantendría y el PP se hundiría en las elecciones vascas, según el sondeo de EITB

La primera gran encuesta de los comicios del 5 de abril, publicada por la cadena pública vasca, apunta a un cambio en la izquierda y evidencia que el centro derecha tiene que unirse si quiere tener opciones

El PNV lograría una cómoda victoria y ampliaría su ventaja, EH Bildu se mantendría como segunda fuerza, el PSE crecería en detrimento de Podemos y el PP se hundiría en las elecciones vascas, según el sondeo publicado este jueves por EITB. Esta es la primera gran encuesta que se conoce desde que el lehendakari, Íñigo Urkullu, decidió el pasado lunes adelantar los comicios autonómicos al 5 de abril.

El sondeo apunta a que las fuerzas nacionalistas serían las dos más votadas en las elecciones, con un holgado triunfo para lo peneuvistas, que subirían hasta los 31 o 32 escaños, tres o cuatro más que en 2016, cuando lograron 28. EH Bildu quedaría en segundo lugar. La coalición abertzale comandada por Arnaldo Otegi obtendría entre 17 y 19 escaños, algo similar a los 18 que logró hace cuatro años. 

Asimismo, los datos dibujan un cambio en la izquierda no nacionalista, donde se invertirían las posiciones, ya que el PSE volvería a ser tercera fuerza, con 11 escaños, dos más que en 2016, y Podemos pasaría a la cuarta posición, con 9, dos menos que en los anteriores comicios.

Lo peor, para la derecha

La hecatombe sería para el PP. Porque los populares, con Alfonso Alonso como candidato, bajarían hasta los 5 o 6 escaños, tres o cuatro menos que los 9 que lograron en la cita electoral precedente. Tanto Vox como Ciudadanos seguirían sin representación en el Parlamento vasco. Lo que evidencia que el centro derecha está obligado a aliarse si quiete tener algunas opciones de evitar otra debacle en Euskadi. 

Esta encuesta de EITB confirma la tendencia de los sondeos que se han ido conociendo en los últimos meses. Con estas cifras, la coalición gobernante, PNV y PSE, alcanzaría una cómoda mayoría absoluta que permitiría a ambos partidos seguir en el Gobierno vasco y reforzarse para los retos de la siguiente legislatura, entre los que destacan las transferencias de competencias y, sobre todo, la negociación de un nuevo Estatuto para el País Vasco. 

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