Los socios vascos del Gobierno de Pedro Sánchez no están contentos. El PNV y Bildu vuelven a coincidir en su rechazo a un plan gubernamental. La propuesta para cambiar la Ley de Secretos Oficiales no gusta ni a peneuvistas ni a bildutarras. Ambas formaciones nacionalistas coinciden en rechazar los plazos propuestos por el Ejecutivo porque a su juicio la aprobación del anteproyecto de Ley de Información Clasificada supondría blindar sine die secretos de estado como los referentes al 23-F y los GAL.
La propuesta del Gobierno fija en un mínimo de 50 años el tiempo para desclasificar altos secretos de estado. Cincuenta años que además serían prorrogables. Algo que no aceptan, ni de lejos, los dos socios vascos de Sánchez. Por ello, critican una propuesta gubernamental que les ha pillado con el pie cambiado.
Tanto en el PNV como en Bildu esperaban que con la nueva legislación en esta materia se pudieran alumbrar nuevos datos sobre hechos tan decisivos de la Transición como el golpe de estado del 23-F o los crímenes de los GAL. Es obvio que el anteproyecto conocido este lunes, en caso de aprobarse así, para lo que el PP ya ha tendido la mano al Ejecutivo, no cumpliría con esas expectativas. De ahí el enfado que ambos socios no esconden.
En el PNV no se mojan demasiado, pero hablan de propuesta "decepcionante" por unos "plazos exageradamente largos" que "no pueden compararse a lo que está planteado en otros países, en otras democracias occidentales". En Bildu son más directos y censuran que en caso de aprobarse quedarían sin conocerse "casos flagrantes de vulneraciones de derechos ocurridos en Euskal Herria seguirán sin ser aclarados", como los GAL o "la práctica sistemática de la tortura".
El examen del PNV
Cuando este lunes trascendió la propuesta del Gobierno sobre Secretos Oficiales no han pasado ni 48 horas desde que el presidente peneuvista, Andoni Ortuzar, dejase claro durante el acto por el aniversario de la fundación de su partido que su apuesta es respaldar a Sánchez, sí, pero "examinando" los cumplimientos de las promesas a partir de septiembre. Jarro de agua fría para los jeltzales antes de tiempo, toda vez que el PNV es la formación que desde hace años insiste en proponer en el Congreso de los Diputados la reforma de la Ley de Secretos Oficiales.
Al PNV, por ello, le molesta también que el Gobierno salga ahora con esta cuestión sin haberlo acordado previamente, cuando lo más probable, además, es que el anteproyecto no pueda aprobarse durante esta legislatura. Enfado doble (o triple) para los peneuvistas.
Y en el caso de Bildu el enfado es todavía más notorio. Fuentes de la coalición abertzale no dudaban este lunes en calificar la propuesta como "inaceptable". "No es aceptable que la reforma propuesta por el Gobierno no toque los principales elementos de una ley franquista, que mantendrá en secreto todo aquello que atacó los derechos y libertades de miles de vascos". Además, esgrimían que el texto conocido este lunes "no cumple con la palabra dada por el Gobierno" ni responde a las demandas que los partidos nacionalistas exponen desde hace décadas.
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