Extraña marejada en la política vasca. El PNV presiona al Gobierno para respaldar la ya célebre reforma laboral. Para los peneuvistas es básico que el texto legal reconozca la prevalencia de los convenios autonómicos. Entretanto, sus socios del Gobierno del PSE presumen del respaldo de la patronal vasca, Confebask, al cambio en materia laboral. Y, para avivar el embrollo, los nacionalistas vascos reclaman al Ejecutivo que ceda el Ingreso Mínimo Vital en los términos ya acordados.
La cuestión se resume en que en Sabin Etxea, sede central del PNV, están que trinan (otra vez) por la actitud del Gobierno de Pedro Sánchez. Entienden que en materia laboral el acuerdo es difícil pero factible, porque pueden conseguir la citada exigencia del "reconocimiento expreso" de que los convenios autonómicos prevalecen sobre la normativa en ciernes.
Sin embargo, al mismo tiempo en el PNV consideran una verdadera afrenta política que ahora el ministro de de Seguridad Social, José Luis Escrivá, enemigo íntimo de los jeltzales, plantee que la cesión del Ingreso Mínimo sea solo temporal, cuando a finales de octubre ambos socios pactaron el traspaso íntegro.
El PNV batalla contra el Gobierno central por los términos de una reforma laboral que defienden sus socios del Gobierno vasco (PSE), la patronal y los sindicatos
En ese contexto de choque entre socios, este martes el mensaje del PNV, pronunciado por boca de la diputada en el Congreso Josune Gorospe, era cristalino: "Si en la reforma laboral no hay cambios, votaremos en contra". Punto. Esto llevaría al traste los planes del Gobierno de PSOE y Podemos, que ante el probable revés de ERC y EH Bildu en este ámbito esperan convencer a sus "socios prioritarios" peneuvistas para salvar la reforma laboral.
La patronal vasca, a favor
La cuestión sobre la reforma laboral es tan extraña que hasta el PNV y la patronal vasca, Confebask, no están de acuerdo, contra lo que suele ser habitual. Este mismo martes el presidente de la citada organización, Eduardo Zubiaurre, afirmaba que la reforma en marcha mantiene "un nivel de seguridad y un futuro de estabilidad muy positivo" y también supone "mantener la esencia" de la anterior reforma al asegurar "la libertad empresarial y la flexibilidad en la organización manteniendo las principales bases y condicionantes". Palabras que se suman a un comunicado de diciembre donde igualmente aplaudían el acuerdo laboral.
Precisamente este martes los representantes de Confebask se reunían con el secretario general del PSE, Eneko Andueza, que tras dicho encuentro defendía a ultranza la reforma porque a su juicio supone un "paso de gigante en la lucha contra la precariedad y la temporalidad". En otras palabras, el PNV batalla contra el Gobierno central por los términos de una reforma que defienden sus socios del Gobierno vasco, la patronal y los sindicatos.
A vueltas con el Ingreso Mínimo
El tema laboral no es el único punto de fricción entre el Gobierno central y el PNV. Porque, como ya se ha dicho, los peneuvistas están más que enfadados con el titular de Seguridad Social por lo que consideran "reticencias y recelos" que les acercan a no cumplir el acuerdo "en los términos acordados", en palabras de la citada Gorospe. A su juicio, la actitud de Escrivá "dificulta mucho una relación de confianza".
No son los mejores días entre dos socios que, pese a los choques, casi siempre acaban llegando a acuerdos. "Aún hay tiempo para lograrlo", decían también este martes.