País Vasco

PNV y PSE chocan por Sánchez, la plurinacionalidad y el nuevo Estatuto vasco

Los dos socios del Gobierno autonómico cruzan acusaciones a raíz de unas palabras del 'lehendakari' que no gustaron a los socialistas. El aroma electoral se respira entre todos los partidos vascos

  • Urkullu y Sánchez, en una imagen del 3 del pasado año

Plurinacionalidad, Estatuto vasco y pactos cruzados. En ese triángulo de cuestiones entrelazadas hay que enmarcar el penúltimo rifirrafe entre el PNV y el PSE. Porque los dos partidos que gobiernan juntos el País Vasco llevan varios días enfrascados en una suerte de discusión pública continua que comenzó con unas palabras del lehendakari, Íñigo Urkullu, y que ha ido subiendo enteros a cuenta de la verdadera naturaleza de sus acuerdos.

El aroma electoral se respira en todos los partidos vascos a un año de las elecciones municipales y forales. En ese marco, los dos partidos gobernantes han discrepado como nunca durante esta semana. En síntesis, el PNV reclama al PSOE que cumpla el compromiso sobre el nuevo Estatuto vasco que ambas partes sellaron en el pacto que permitió investir a Pedro Sánchez. Y el PSE contraataca enfriando ese debate porque dicho compromiso no se incluyó en esos términos en el acuerdo de legislatura de Euskadi por el que fue investido Urkullu.

Abrió el fuego el pasado lunes el lehendakari, cuando durante una visita a Córcega defendió la "plurinacionalidad" de España y reclamó una "salida política" para Euskadi y Cataluña, tal y como recogió Vozpópuli. Palabras que reactivaban el debate sobre el nuevo Estatuto vasco y que no gustaron a sus socios del PSE, cuyo líder, Eneko Andueza, quiso restar importancia al choque afirmando que eran unas declaraciones "personales", en clave interna del PNV.

Más allá de acusaciones o estrategias, lo cierto es que el debate parlamentario sobre el nuevo Estatuto vasco lleva atascado toda la legislatura

Las afirmaciones del lehendakari no eran unas palabras improvisadas, sino que formaban y forman parte de un cambio estratégico de los peneuvistas que consiste en reclamar al Gobierno que cumpla lo que se rubricó en el pacto de investidura de 2019. Así lo reclamó el presidente jeltzale, Andoni Ortuzar, que recordó que en el punto cuarto de aquel acuerdo "Sánchez se comprometía a abordar las reformas legales necesarias para que el contencioso catalán y la cuestión vasca tuvieran un arreglo".

"El problema es del PSE"

El PNV volvió a la carga por esa misma senda por boca de la líder del partido en Vizcaya, Itxaso Atutxa, que recordó otra vez ese acuerdo y afirmó, en referencia a sus socios, que "aquí el problema no lo tenemos nosotros; lo tiene Eneko Andueza, y no tanto el PSOE". Todo un torpedo en la línea de flotación de sus socios gubernamentales en Euskadi.

La batalla de declaraciones se dejó notar también en las redes sociales. Por ejemplo, en los perfiles oficiales de Twitter de PNV y PSE intercambiaron mensajes no especialmente cariñosos al respecto de este asunto.

La antecesora de Andueza y vicehelendakari, Idoia Mendia, también se sumó al carrusel de acusaciones cruzadas para recordar que, como ya se ha dicho, en el acuerdo de gobierno de PNV y PSE para Euskadi no se incluyó nada específico sobre el nuevo Estatuto vasco. Su compañero en el gabinete de Urkullu, el portavoz y consejero, Bingen Zupiria, buscó algo así como una posición intermedia afirmando que el cumplimiento total del actual Estatuto de Gernika es "el nudo gordiano sobre el que todos deberíamos hablar menos y trabajar más".

Ya el viernes, a finales de semana, parecía que ambas partes calmaban sus ansias acusadoras. Y que volvía cierta paz entre los socios. Al menos por ahora. Lo que ha quedado claro durante estos días convulsos es que ambos parecen tener ideas diferentes sobre qué se ha pactado y cómo hay que cumplirlo.

Más allá de acusaciones o estrategias, lo cierto es que el debate parlamentario sobre el nuevo Estatuto vasco lleva atascado toda la legislatura. Sin embargo, es el propio Urkullu quien lleva varios meses apuntando a la necesidad de reactivar la cuestión. Lo que está por verse es si se reactivará o no, cosa que parece complicada antes de las autonómicas de 2024. Eso sí, no hay duda de que este va a ser un asunto de debate en las locales y forales de 2023.

Como ya ha contado este diario en numerosas ocasiones, el acuerdo es amplio entre PNV, PSE y Podemos, pero con una discrepancia no menor que dificulta avanzar: los jeltzales quieren que se incluya un reconocimiento del "derecho a decidir", si bien es de una forma más teórica que práctica, pero los socialistas no aceptan ese extremo.

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