No puede decirse que el PP vasco sufra de repente algún terremoto, ya que más bien parece que vive en un seísmo permanente. Las pugnas en el partido que preside Carlos Iturgaiz son ya habituales. En las próximas semanas tienen que renovarse las ejecutivas de los populares en las tres provincias vascas: Álava, Guipúzcoa y Vizcaya. En las dos primeras no habrá problemas pero en la tercera se avecina batalla descarnada. Entretanto, de cara al futuro muchos señalan ya a Beatriz Fanjul, diputada en el Congreso por Vizcaya y recientemente elegida como presidenta nacional de Nuevas Generaciones.
La penúltima convulsión del PP vasco se vivió hace algo más de un año, cuando el presidente de la formación, Pablo Casado, decidió acabar con la candidatura a lehendakari del entonces líder de los populares vascos, Alfonso Alonso, y sustituirlo por Iturgaiz. Aquel encontronazo entre la dirección regional y la dirección nacional de los populares todavía colea, si bien es cierto que Iturgaiz trabaja para pacificar las cosas desde que fue designado como presidente.
En todo caso, los resultados electorales tampoco acompañaron merced a esa suerte de vuelta a los orígenes que se decidió en Génova 13. En puridad, el PP vasco ya lleva años en caída libre en las urnas. En todas las citas electorales va descendiendo el número de apoyos de los populares en Euskadi. Cada vez menos cargos institucionales y menos influencia en la sociedad vasca. Así lo dicen todos los números. Como también las cuentas evidencian que el liderazgo del PP vasco es complicado, ya que ha habido cinco presidentes en los últimos doce años.
Dos candidaturas en Vizcaya
En ese complicado escenario, ahora el PP vasco renueva sus ejecutivas en las tres provincias vascas. En Álava y Guipúzcoa hay acuerdo entre diferentes. Pero no ocurre lo mismo en Vizcaya, donde el ex portavoz en el Ayuntamiento de Bilbao Luis Eguiluz ha decidido presentar su candidatura frente a la de la actual presidenta del PP vizcaíno, Raquel González, que además forma parte de la dirección nacional del partido.
La propia González pide unidad para que no se repita esa batalla descarnada como la que se vivió cuatro años atrás, cuando ella misma se impuso a Nerea Llanos por pocos votos. Su intención, como la de Génova, es que haya finalmente una lista única y no la competición prevista para el 15 de mayo. Pero el aspirante que lidera a los críticos mantiene su intención de pelear.
Un presidente interino
¿Y, pase lo que pase en Vizcaya, qué ocurrirá con la presidencia del PP vasco? El partido tendría que haber celebrado un congreso para designar presidente, pero finalmente el asunto se resolvió mediante una junta directiva celebrada el pasado octubre. En realidad, fue una forma de ganar tiempo y, de paso, evitar la batalla que se esperaba entre el propio Iturgaiz y la ex secretaria general, Amaya Fernández, afín a Alonso.
Parece difícil, por su veteranía, que Iturgaiz vaya a perpetuarse el frente del partido. Es un presidente más bien interino, de transición. ¿Transición hacia quién o hacia qué? Nadie puede asegurarlo. Pero lo cierto es que el nombre que está en todas las quinielas y que va ganando enteros con el paso del tiempo es el de Beatriz Fanjul. Pese a que es diputada en el Congreso y pese a su reciente elección como presidenta de Nuevas Generaciones, nunca ha ocultado que su sueño es hacer política en Euskadi. En algunas entrevistas ha hablado de ser candidata a lehendakari. El tiempo dirá si lo consigue.
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