Mucho se está hablando en las últimas semanas acerca de los presos de ETA y sobre su acercamiento a prisiones más próximas al País Vasco y Navarra. El Ministerio del Interior que dirige Fernando Grande-Marlaska ha trasladado a casi un centenar de reclusos desde 2018. Teniendo en cuenta que además en las últimas semanas Instituciones Penitenciarias ha anunciado numerosos traslados, los partidos de la derecha y asociaciones de víctimas del terrorismo acusan al Gobierno de PSOE y Podemos de estar acercando a los reclusos como pago a Bildu por su apoyo a los Presupuestos Generales del Estado.
Las dudas se amontonan ante la complejidad de la cuestión. Pero, más allá de las interpretaciones, ¿cuál es la realidad sobre los presos de ETA? ¿Cuántos cumplen condena en España y en qué prisiones están encerrados? ¿Qué posibilidades reales hay de que el Gobierno ponga fin a la política de dispersión de estos reclusos? ¿Qué otros cambios en materia penitenciaria les aguardan para el futuro?
Según los datos recabados por Vozpópuli, un total de 189 presos de ETA cumplen condena en cárceles españolas en estos momentos. Hasta 46 de ellos están en prisiones de Andalucía. Merced a los continuos acercamientos que va realizando el Ministerio del Interior, cada vez hay más reos en presidios de Aragón (14), La Rioja (13) o Castilla y León (33). Quince terroristas están en centros penitenciarios del País Vasco y dos en Navarra.
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En las prisiones de Madrid, comunidad donde siempre han cumplido condena decenas de terroristas, ahora quedan 13 reos etarras. Otra de las regiones donde los terroristas pagan por lo que hicieron es la Comunidad Valenciana (21). Ocho de ellos también están en las cárceles de Murcia. Justo esa misma cantidad cumplen sus penas en los presidios de Galicia. Los centros de Asturias y Cantabria acogen a cinco reclusos. Y cierran la lista Castilla-La Mancha y Extremadura, con 4 y 2 reclusos respectivamente.
Si los datos se desglosan por centros penitenciarios y no por comunidades, aparecen también datos llamativos. Ahora mismo la cárcel de Logroño (13) es la que acoge a más etarras y le siguen de cerca la prisión aragonesa de Zuera (11) y la gaditana de Puerto III (11). De las diferentes cárceles de Castilla y León, la que acoge a más etarras es la de Burgos (9).
Cifras cambiantes
Estas cifras, actualizadas a finales de noviembre, son cambiantes, porque aún se tienen que consumar algunos de los acercamientos y traslados ya anunciados por Instituciones Penitenciarias. Además, ni siquiera es sencillo saber cuántos etarras hay en cárceles españolas por la batalla que se vive entre los propios reclusos. El colectivo de familiares de presos de ETA más conocido es Etxerat. Esta asociación recoge en su página web que hay 185 reclusos en prisiones de España.
Sin embargo, en su listado de lo que llama "presos políticos vascos" Etxerat no incluye a otros seis reos afines a Amnistia Ta Askatasuna (ATA), la escisión más radical de la izquierda abertzale. Este grupo publica en su web los nombres de esos seis presos, de los que cuatro cumplen condena en firme y dos están a la espera de juicio. Si se contabilizase a estos últimos, recientemente detenidos por realizar pintadas, el número de reclusos alcanzaría los 191.
Además de los 189 presos de ETA en cárceles españolas, hay otros 31 reclusos etarras en prisiones francesas y varios bajo arresto domiciliario, como Josu Ternera
Por otra parte, a los datos mencionados de las cárceles españolas hay que añadir que, según datos de los colectivos citados, en estos momentos hay 31 presos de ETA en prisiones francesas. Y a ellos hay que sumar varios reos que viven bajo arresto domiciliario en el país galo. Es el caso de Josu Ternera, cuya extradición a España está pendiente. Así, si se tienen en cuenta las cifras del país vecino, el número total de presos de ETA es de unos 220. Son menos de la mitad de los 550 que había en 2011, cuando ETA anunció el "cese definitivo de la actividad armada".
¿Cuál es su futuro?
La gran pregunta que estriba en este tema es cuál es el futuro de estos 189 presos etarras. Bildu reclama el final de la dispersión de los presos de ETA. Esto es, que todos sean trasladados a prisiones del País Vasco y Navarra. El Gobierno de PSOE y Podemos tendrá que decidir si da o no este paso que se antoja cuanto menos complicado. Entretanto, el Ejecutivo sigue con su política de trasladar a los reclusos siempre y cuando se retracten de sus actos y lamenten el daño causado a las víctimas.
Precisamente las asociaciones de víctimas del terrorismo no se ponen de acuerdo sobre esta cuestión. La mayoría de estos colectivos, encabezados por la Asociación de Víctimas del Terrorismo (AVT), sí vincula los acercamientos ya realizados a la aprobación de las cuentas públicas y anuncia movilizaciones si el Gobierno sigue por ese camino, si bien el Colectivo de Víctimas del Terrorismo (Covite) desmiente ese extremo y se desmarca de dichas protestas.
Algunos de estos presos de ETA, sobre todo muchos de los encarcelados en Andalucía y Murcia, aún tienen largas penas por cumplir. Eso sí, las condiciones de algunos de ellos han mejorado porque están saliendo de los módulos de aislamiento, como es el caso de Francisco Javier García Gaztelu, Txapote, que asesinó, entre otros, a Miguel Ángel Blanco, Fernando Múgica y Gregorio Ordóñez.
Termine o no la dispersión de los presos etarras, otra de las claves a tener en cuenta a corto y medio plazo es que en unos meses el Gobierno vasco asumirá la gestión de Prisiones en las cárceles de su comunidad gracias a un acuerdo entre el Ejecutivo y el PNV. Estaba previsto que esta competencia se transfiriera a finales de este mismo 2020, pero los plazos se modificaron por la pandemia.
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