País Vasco

El PSOE y Bildu se acercan: la investidura de Sánchez y los presupuestos en Navarra

El entendimiento cada vez es mayor entre el PSOE y la coalición abertzale que lidera Arnaldo Otegi. Además del apoyo al gobierno, los bildutarras valoran respaldar las cuentas en la comunidad foral

No son los mejores amigos, pero cada vez se llevan mejor. Solo hace unos meses parecía imposible que el PSOE y Bildu se acercasen. Pero ya no solo es posible, sino que está ocurriendo. La relación entre los socialistas y los bildutarras ha cambiado sobremanera en las últimas semanas. Donde antes había vetos inflexibles ahora hay reuniones públicas. Y los acuerdos que antes se antojaban irrealizables ahora se convierten en realidades palpables.

La reunión que mantuvieron en el Congreso de los Diputados representantes del PSOE y de Bildu para negociar sobre la investidura de Sánchez a mediados de diciembre supuso un antes y un después en la relación entre ambas fuerzas políticas. No llegaron a acuerdo alguno, al menos que se sepa, pero la mera celebración del encuentro fue recibida en las filas de Bildu como un encomiable cambio de actitud del PSOE

Esa imagen, tan denostada por los colectivos de víctimas, allanó el terreno para que Arnaldo Otegi y los suyos decidieran apostar por la abstención en la investidura de Pedro Sánchez. Una decisión que este mismo viernes ratificaban las bases de la coalición nacionalista.

Cinco votos decisivos para Sánchez

Los votos de los cinco diputados de Bildu (cuatro por el País Vasco y uno por Navarra) son decisivos para que el Gobierno de PSOE y Podemos, el primero de coalición en España desde la Segunda República, pueda materializarse. Sobre todo, teniendo en cuenta lo apretados que están los números en esta incierta investidura. 

El apoyo de Bildu ya fue en su día relevante para que saliera adelante la moción de censura con la que Sánchez tumbó a Mariano Rajoy. Pero entonces no hubo reunión pública entre PSOE y Bildu, sino que los socialistas contaron con que para los bildutarras sería más determinante echar al PP del poder que cualquier otra cosa. Ahora, para esta investidura, el PSOE esperaba lo mismo, pero cedió a mantener ese encuentro como gesto que, a la postre, ha vuelto a servir para lograr un apoyo indirecto (abstención) pero necesario de los bildutarras. 

Los números no engañan. Si la dirección de Bildu hubiera optado por el "no" a Sánchez y sus bases lo hubieran ratificado, Sánchez no sería elegido el próximo lunes. 

Y votos decisivos también en Navarra

En todo caso, el lugar donde más ha variado la relación entre el PSOE y Bildu no es el Congreso de los Diputados. El escenario donde ambas partes se acercan políticamente está a 400 kilómetros. Es en Navarra. Allí también se produjo una reunión sin precedentes entre socialistas y bildutarras. La presidenta del Gobierno foral, María Chivite, se sentó a hablar de los Presupuestos de 2020 con representantes de Bildu.

El encuentro, igualmente inédito, supuso romper un veto que, al menos en teoría, el PSN había mantenido a Bildu desde hace años. Antes, durante y después de la campaña de las pasadas elecciones autonómicas, Chivite remarcaba que ni se reuniría ni pactaría nada con los abertzales que lidera Otegi. Ya en su día el PSOE llegó al poder con la abstención de Bildu, pero ahora lo que está en juego son los Presupuestos. 

Después se han producido varios pactos políticos, tanto a nivel regional como municipal, entre el PSOE y Bildu. Pero siempre era de forma indirecta y normalmente gracias a la mediación de los socios de gobierno del PSN, que son Geroa Bai, Podemos e IU. Con la negociación presupuestaria las cosas han cambiado.

El PSOE no esconde su deseo de contar con el apoyo de Bildu a sus cuentas. Amén de celebrar con alborozo la citada reunión, los representantes de Bildu no paran de enviar mensajes positivos sobre la opción, cada vez más factible, de que respalden los presupuestos del Gobierno navarro. 

Sólo hay que escuchar cualquier entrevista a Otegi, la última este mismo viernes, para darse cuenta de que todavía existen desconfianzas y reproches entre Bildu y el PSOE. Pero algo está cambiando entre ambas partes. No son los mejores amigos, pero los hechos señalan que cada vez se llevan mejor.

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