El próximo domingo se celebrará en Ermua un homenaje a Miguel Ángel Blanco a los 25 años de su secuestro y asesinato por parte de ETA. Será un acto de estado, presidido por Felipe VI y con la presencia confirmada del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, el lehendakari, Íñigo Urkullu, y el líder de la oposición, Alberto Núñez Feijóo, entre otros muchos. Sin embargo, el acto estará marcado por la controversia que emana de los pactos entre el Gobierno y Bildu en materia de Memoria Democrática.
Lo que en teoría debería ser un acto de estado en recuerdo de aquel crimen está empezando a estar marcado por la división entre algunas fuerzas políticas. Sobre todo como consecuencia de los citados acuerdos entre el Ejecutivo y los bildutarras. De hecho, el presidente del PP vasco, Carlos Iturgaiz, reclamaba a Sánchez que rompa con la coalición abertzale precisamente ante la celebración del homenaje.
Más en concreto, el líder de los populares vascos afirmaba que el presidente del Gobierno goza de "una oportunidad de oro, delante del Rey y de toda España de romper con Bildu y dejar de ser el socio" de una formación "dirigida por los jefes de ETA". Iturgaiz afirmaba que no es posible "ir a hablar de Blanco cuando estás pactando con los que justifican su asesinato". Por ello, llegaba a decir que, si no rompe con Bildu, " no sería entendible su presencia" en el homenaje, porque incluso sería "una afrenta al espíritu de Ermua y a lo que significa Miguel Ángel Blanco".
La polémica en torno al acto del domingo ha crecido sobremanera en los últimos días por varios motivos. En primer lugar, a finales de la pasada semana Bildu se abstuvo durante una votación en el Ayuntamiento de Pamplona que pretendía sacar adelante una declaración institucional que incluía una condena de aquellos terribles hechos. Así lo recordaba el propio Iturgaiz este martes.
El pacto entre el Gobierno y Bildu por la Ley de Memoria Democrática genera controversia no solo entre los partidos. La propia Fundación Miguel Ángel Blanco denunciaba en las redes que dicho acuerdo representa justo "la antítesis del espíritu de Ermua".
Sortu: "Homenaje a la monarquía"
Además, este lunes se supo que Sortu, heredero de Batasuna y matriz de Bildu, no acudiría al acto que tendrá lugar en Ermua. Su presidente, Arkaitz Rodríguez, explicó que su decisión se debe a la presencia del Rey y de agentes de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad. "No vamos a participar en un acto que homenajea a la monarquía española y a las Fuerzas Armadas españolas". "No ahonda en el camino de la convivencia".
A raíz de esas palabras, este mismo martes el Gobierno vasco de PNV y PSE censuraba la actitud del partido que dirige Bildu y exhortaba a sus miembros a "reflexionar". Su portavoz, Bingen Zupiria, afirmaba que el acto será "un buen momento para ponernos en el lugar de todas las víctimas y reflexionar sobre lo que aquellos años de horror y terrorismo supusieron".
Desde Podemos Euskadi también se sumaban al reproche a Sortu. Así, su líder, Miren Gorrotxategi, decía estas palabras en el Parlamento vasco: "¿Rendir pleitesía al Rey? No, nosotras vamos a recordar a Miguel Ángel Blanco, joven concejal asesinado cruelmente por ETA. Las personas valen más que sus ideas políticas".
Marimar Blanco y el alcalde
Por si todos estos problemas relacionados con el homenaje del próximo domingo eran pocos, este mismo martes trascendía que estaba previsto que Marimar Blanco, hermana del concejal asesinado y miembro del PP, no hablase en el acto. Aunque después, a última hora de la tarde, trascendió que el alcalde de Ermua, Juan Carlos Abascal (PSE), había rectificado para que ella pueda intervenir.
Además del homenaje de estado del domingo, que llega tan envuelto en controversias varias, durante estos días se celebran otros actos en recuerdo del joven edil del PP asesinado por ETA. Así, por ejemplo, la citada Fundación Miguel Ángel Blanco celebra una campaña de recuerdo al concejal, "La unidad a ti debida", que contará con actos en más de 70 localidades del país.
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