Cada vez es más probable que los cinco diputados de EH Bildu se abstengan para facilitar la aprobación de los Presupuestos Generales del Estado. En plena negociación para conseguir el respaldo a las cuentas públicas, el Gobierno de Pedro Sánchez anunciaba este miércoles el acercamiento de otros tres presos de ETA a cárceles próximas al País Vasco.
Este nuevo movimiento en materia penitenciaria allana el terreno para la abstención de Bildu en el decisivo debate sobre los Presupuestos. Los bildutarras no esconden que una de las condiciones que ponen al Ejecutivo para respaldar sus cuentas, sea con el voto a favor o con la abstención, es un cambio en la política penitenciaria.
La coalición que lidera Arnaldo Otegi reclama desde hace años el fin de la dispersión de los reclusos. Si bien no ha habido un anuncio de que se acabe la dispersión, lo cierto es que ese cambio se está produciendo progresivamente y por la vía de los hechos en las últimas semanas. Un movimiento que cabe relacionar con la negociación sobre las cuentas porque, como ya se ha dicho, los propios representantes de Bildu han admitido que quieren que el asunto de los reclusos sea moneda de cambio.
Buscando la abstención de Bildu
Son días decisivos para que el Gobierno consiga los apoyos necesarios a la Ley de Presupuestos. Tal y como ha informado este diario, el vicepresidente, Pablo Iglesias, apuesta por forjar una alianza sólida y duradera con el bloque de la moción de censura y sin acuerdos con el centroderecha. Esa estrategia incluye guiños y gestos hacia Bildu. La formación que lidera Otegi todavía no ha anunciado qué votará en el Congreso pero cada vez hay más síntomas de que optarán por la abstención.
Los continuos traslados de presos etarras enojan sobremanera a varios colectivos de víctimas del terrorismo
La pasada semana el Ministerio del Interior que dirige Fernando Grande-Marlaska informaba del acercamiento de varios reclusos de ETA. Algo que enojó sobremanera a varios colectivos de víctimas del terrorismo, que denunciaban que llovía sobre mojado. Porque a principios de octubre Interior ya había anunciado el traslado de otros seis reos de la banda terrorista.
Noventa acercamientos desde 2018
Desde que Sánchez llegó al poder en junio de 2018, Interior ha acercado al País Vasco a noventa presos etarras. De ellos, una veintena han viajado a cárceles del País Vasco y Navarra. Los otros setenta han sido trasladados a prisiones más cercanas a Euskadi. Todavía queda otro centenar de reclusos dispersos en presidios del resto de España.
Los tres últimos trasladados cumplen largas condenas. Uno de ellos está condenado por dos asesinatos. Se trata de Aitor García Aliaga, pasa de la prisión de Jaén a la de Burgos. Fue condenado en 2006 a 323 años de cárcel como autor del asesinato del militar Justo Oreja Pedraza y en 2004 a 83 años por el del policía Luis Ortiz de la Ros, informa Europa Press.
Joseba Segurola Beobide también llega a la cárcel de Burgos, en este caso desde la prisión de Murcia I, después de ingresar en prisión en 2003 por una condena a 20 años por colaboración con banda armada, falsificación y depósito de armas. Por último, Javier Pérez Aldunate deja Córdoba por Pamplona, para terminar de cumplir su condena de 20 años por atentado, asociación ilícita, depósito de armas o falsificación.
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