Un plan de viabilidad desconocido, un convenio colectivo abierto y sin visos de cerrar y unas medidas de ahorro controvertidas pueden desembocar en una huelga que afectaría a los 93 Paradores de Turismo que hay en España, gestionados por 4.300 trabajadores. El miércoles de la semana pasada, primer día de agosto, las negociaciones entre la dirección de la red estatal, presidida por Ángeles Alarcó, y los representantes sindicales estaban rotas. El viernes se reabrieron tímidamente. Mañana se sabrá si éstas mueren definitivamente o prosperan felizmente. En el horizonte, un paro general el 25 de agosto, cuarto sábado del mes, en plena temporada alta.
Las razones de la huelga se hallan en el tira y afloja entre la dirección y los delegados sindicales. Por un lado, está el convenio, que la sociedad quiere reformular adaptando varias disposiciones de la última reforma laboral, como la flexibilización de horarios, turnos y vacaciones, punto sobre el que no hay acuerdo, o, peor aún, la amenaza de un ERE colectivo: sobre este asunto, CCOO y UGT, mayoritarios en el comité, arrancaron el viernes un “compromiso” de la dirección de que no se optará por la vía de los despidos totales o temporales. Por otro lado, está el famoso plan de viabilidad, que los sindicatos aseguran jamás haber recibido: éste contemplaría, según algunas fuentes, el cierre temporal de un puñado de paradores no rentables y, en consecuencia, la conversión de varios empleados fijos en fijos discontinuos.
En un principio, el plan de viabilidad, destinado a reducir el agujero de 110 millones de euros que corroe a la empresa Paradores de Turismo, no prevé la entrada de capital privado –había rumores de que el Gobierno quería deshacerse de hasta el 49% de la entidad-, pero si contempla poner freno a la expansión hotelera. El anterior Ejecutivo socialista pretendía llegar a las 100 posadas de alta gama.
“Ellos quieren negociar Parador por Parador y nosotros nos oponemos porque creemos que las condiciones tienen que ser homogéneas”, contaba un miembro del comité la semana pasada al portal turístico Preferente.com. Ayer, otro representante sindical señaló el encuentro de mañana, 7 de agosto, como “crucial para salir de dudas ante la indefinición de la empresa”. Sea lo que fuere, el futuro económico y laboral de esta sociedad pública se verá trastocado inminentemente, al igual que Renfe, Aena u otras.
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