El pasado miércoles a las 9.40 de la mañana Sandra recibió el último wasap de su novia Sonia. Fue un mensaje trivial. Nada hacía pensar que fuera su última conversación. Antes de comer, se preocupó porque vio ambulancias y policías en el edificio donde residía su pareja. Le envió otro mensaje pero no obtuvo respuesta. Sonia fue hallada muerta en la bañera. Fue asesinada por un menor de 15 años "Me va a costar muchísimo superarlo", asegura en una entrevista a Vozpópuli donde reclama justicia y conocer todas las incógnitas que rodean este crimen.
Sandra nos recibe en el corazón del municipio madrileño de Las Rozas. A escasos metros del lugar donde sucedió el homicidio de su pareja. Está acompañada de dos amigas que no se han separado de ella en los últimos días. Unos días que se hacen eternos y que están resultando duros y largos. Todo son preguntas y obtiene pocas respuestas.
Se vieron por última vez el domingo
Sonia y Sandra estuvieron juntas tres años. Sonia, de 41 años, se acababa de separar de su marido, con quien tiene una niña de nueve años. Ambas hacían toda su vida en Las Rozas. La última vez que se vieron fue el domingo 27 de marzo. 72 horas después fue asesinada.
Diez minutos con Sandra en el centro del pueblo sirven para comprobar el cariño que sienten los vecinos hacia ella. "Lo siento muchísimo cariño", se dirige hacia ella un anciano entre lágrimas. "Me quiere muchísimo y quería muchísimo a Sonia", explica emocionada.
Confiesa que aún está "destrozada" pero lo va asumiendo "poco a poco". "Ésto es muy duro me va a costar muchísimo". Siempre recordará a su novia como una "chica preciosa, alegre, risueña, cariñosa y riéndose todo el rato".
"No me gustaba" que viviera en esa casa
Por problemas económicos, Sonia acabó en la casa, donde finalmente perdió la vida. Fue hace dos meses, después de Navidad, cuando se instaló en ese inmueble para vivir con un abuelo, de 64 años y sus dos nietos, de 15 y 13 años. Todos de origen marroquí. "No me gustaba pero no iba a estar en la calle tampoco", explica Sandra.
Este hombre trabaja de camarero en un bar en el Centro Comercial Burgo Centro de Las Rozas. Ella había ejercido también de camarera de un restaurante del municipio y también de auxiliar de limpieza en una residencia y centro de día. Se ofreció a ayudarla en una época dura.
"Yo nunca tuve relación con ellos pero ella tampoco me contó nada de haber tenido discusiones ni problemas con la familia", recalca Sandra. Los últimos días que estuvo con ella la notó "bien" sin preocupaciones.
Cuando hallaron el cuerpo de Sonia su pareja tuvo que acudir a prestar declaración en la Guardia Civil de Las Rozas. Rápidamente las sospechas recayeron sobre uno de los nietos del hombre. El menor, de 13 años, fue el que encontró el cadáver y llamo al 112. En cambio el mayor, de 15, huyó del lugar con una mochila negra y fue localizado dos horas después con heridas en los brazos.
Esta circunstancia denota que la víctima se defendió. Su paradero fue descubierto gracias al sistema de videovigilancia del municipio que dio rápidamente con el trazado de su marcha, gracias a la mochila que portaba.
Un juez de Menores de Madrid acordó el ingreso en un centro de régimen cerrado de este joven, marroquí de 15 años. Según las primeras pesquisas el detonante fue un brote psicótico. La asfixió con el cable de su plancha del pelo.
El Ayuntamiento pagará su entierro
El pasado sábado los amigos de Sandra organizaron un emotivo acto de homenaje con un minuto de silencio en la Plaza del Ayuntamiento. Después, instalaron velas, fotografías y palos de fregona en el portal del número 12 de la Avenida de la Constitución.
"Ese homenaje nos lo quitaron a las 3 ó 4 horas. Lo queríamos mantener durante 24 horas pero algún vecino se molestó. No hacíamos daño a nadie con eso", lamenta Sandra. Este miércoles volverán a instalar este 'altar' simbólico en honor a la víctima. Esperan que pueda durar más tiempo en el portal.
Una de sus reivindicaciones es que modifiquen la Ley del Menor. "No es normal que a los 18 años esté en la calle. Porque no se lo merece nadie lo que ha pasado. Si lo hace una vez lo va a hacer más", considera.
Otra de sus reclamaciones es "luchar" para que traigan el cadáver de Sonia a Las Rozas y que se pueda enterrar y celebrar una misa en su recuerdo, "como cualquier persona que está empadronada en el municipio". Para ello han pedido ayuda al Consistorio ya que no disponen de los recursos necesarios.
Una petición que ha conseguido calar dentro del equipo de Gobierno. El Ayuntamiento de Las Rozas se hará cargo de los gastos del entierro, adelantan fuentes municipales a Vozpópuli. Sin embargo aún se desconoce la fecha en la que se podrá hacer.
Incógnitas por resolver
Las pruebas forenses terminarán de cerrar el círculo de un caso que aún tiene muchas preguntas. Entre ellas saber si la mujer murió en la bañera o su cadáver fue movido. También conocer si la víctima sufrió una agresión sexual antes y sobre todo.. ¿Cuál fue el principal móvil del asesinato?.
Celos o un brote psicótico. Poco o nada se sabe, de momento, ya que el joven no ha declarado ni ante los agentes ni ante el juez. Serán los investigadores los que tendrán que buscar las respuestas con las pruebas reunidas.
Hasta que no se conozcan los resultados del informe forense, no se podrá enterrar a Sonia, como reclaman su pareja y sus amigos. La familia de la víctima, que es de la Comunidad Valenciana, se desplazó a Madrid para despedirse de ella y conocer los pormenores de la investigación. Se marcharon de la capital sin poder celebrar el entierro pero Sandra continúa esta lucha para que su pareja pueda, al fin, descansar en paz.
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