Los diputados de Vox buscan segunda residencia digital. Además de tener cuenta en Twitter, muchos de ellos han decidido secundar a los seguidores de Donald Trump y abrirse un perfil en Parler. Se trata de una red social alternativa que reivindica la libertad de expresión. "Preferimos que sea el propio usuario el que decida qué leer y qué no", explica la compañía en sus condiciones de uso.
El problema es que esta aplicación ha sido eliminada por Amazon, Apple y Google, por lo que tampoco podrá servir de altavoz al presidente saliente de Estados Unidos. La mudanza de los parlamentarios de Vox a Parler se agilizó días después de que la compañía dirigida por Jack Dorsey y otros gigantes como Facebook cancelasen las cuentas de Trump a raíz del asalto al Capitolio por parte de un nutrido grupo de acólitos. En el partido no responsabilizan al mandatario por los incidentes.
Los de Abascal califican de "censura" la maniobra de Twitter y se quejan de estar perdiendo cientos de seguidores debido a la suspensión masiva de cuentas. Dirigentes de otras formaciones como la 'popular' Bea Fanjul también se han sumado a las filas de Parler.
Desde anoche 100 seguidores menos. Y seguimos.
— Carla Toscano (@eledhmel) January 10, 2021
Sin renunciar a Twitter
No obstante, fuentes de Vox explican a 'Vozpópuli' que no pretenden abandonar las redes sociales tradicionales. "Continuaremos en ellas y, de forma complementaría, también tendremos presencia en las nuevas aplicaciones", aclaran.
"Nuestro objetivo es que todos los españoles puedan acceder a nuestro contenido en la red social que más utilicen y dar la batalla especialmente en aquellas donde pretenden impedir el debate y la difusión de las ideas alternativas al consenso globalista", señalan desde el partido.
Y añaden: "No daremos un paso atrás en la defensa de la libertad de expresión de los españoles en todas las plataformas de redes sociales y nuestra presencia en ellas seguirá siendo un ejemplo de que no todos los españoles piensan lo mismo".
Retransmisiones en Twitch
Prueba de su estrategia es que este lunes han emitido en Twitch, la nueva plataforma para realizar transmisiones en directo. En España, este medio ha llegado a registrar dos millones de personas consumiendo contenido al mismo tiempo. Esta compañía también ha dado portazo a Trump.
El presidente de Vox, Santiago Abascal, ya anunció este domingo que había iniciado conversaciones con "líderes políticos internacionales" para afrontar el "ataque" a la libertad de expresión que, a su juicio, se está produciendo en las últimas horas y a nivel global en las plataformas de redes sociales.
"Las 'bigtech' no pueden convertirse en policías globales del pensamiento. Y mucho menos de un pensamiento sectario, que guarda sitio para talibanes, terroristas y chavistas y censura a los disidentes. Estamos ante una amenaza global a las libertades fundamentales", advirtió.
Abascal hizo hincapié en que muchos ahora aplauden "porque Trump no les gusta". "Se arrepentirán muy pronto al comprender que ya no son libres de opinar contra el poder y de que vamos de cabeza a un totalitarismo global dirigido por un puñado de oligarcas y multimillonarios privilegiados", criticó.
La decisión de eliminar la cuenta de Trump por parte de las grandes tecnológicas ha puesto en pie de guerra a Vox, su principal aliado en España, pero también ha sido cuestionada por distintos líderes políticos como la canciller alemana Angela Merkel.
En 2019 'huyeron' a GAB
No es la primera vez que Vox intenta promocionar redes alternativas a Twitter. En septiembre de 2019, algunos de sus miembros y simpatizantes declararon la guerra a la red del pájaro azul al considerar que "coartaba" su libertad de expresión. Según denunciaron fuentes del partido, la conocida plataforma recurría con frecuencia al cierre de cuentas de los afiliados e, incluso, de varios de sus integrantes.
Así que se abrieron perfiles en GAB. GAB es otra alternativa a Twitter que fue fundada en 2016 -dos años antes que Parler- y cuyo modelo de negocio se nutre de la defensa de la "libertad de discurso". No está exenta de polémica. Sus detractores acusan a la compañía de demasiada permisividad con todo tipo de comentarios. O lo que es lo mismo: de bajos estándares de control en cuanto a los contenidos publicados por los usuarios.
Aunque las normas de GAB dejan claro que están prohibidas la incitación a la violencia y al terrorismo, la pornografía ilegal y la publicación de información confidencial sobre los usuarios, cabe destacar que la misión primigenia de este sitio es "poner a las personas y la libertad de expresión en primer plano". Tras la eliminación de Parler, cada vez son más los seguidores de Trump que están emigrando a GAB. Una y otra están muy enfocadas en Estados Unidos, por lo que la popularidad entre el público español es mínima.