Alberto Cortina, empresario implicado en los principales escarnios públicos y gran amigo del rey saliente, se vuelve a salir con la suya, y ya van unas cuantas. Esta vez sus contactos con el Gobierno de Castilla La Mancha le han valido para que el ejecutivo liderado por María Dolores de Cospedal le autorice a construir una valla para delimitar su coto de caza en el Parque Nacional de Cabañeros y así facilitar las actividades cinegéticas con las que entretiene y seduce a sus poderosas y acaudaladas amistades.
Esta valla no sólo ha levantado ampollas entre los vecinos de Hontanar –localidad toledana en la que se ubica la finca Valleleor y que han sido los que han alertado del levantamiento de la misma-, sino que también ha puesto en pie de guerra a once directivos de distintos Parques Nacionales. Ellos no han dudado en mandar una misiva al Ministerio de Agricultura y Medio Ambiente para mostrar su rechazo. Además, en dicha carta se rebelan contra la prórroga del PP a las monterías, piden su fin y muestran su “honda preocupación” por el texto del proyecto de Ley de Parques Nacionales que permitirá hasta 2020 estas actividades.
Una ley que sin duda beneficiará las cacerías que organiza Cortina en sus fincas –cuenta con tres dentro de Cabañeros- y en las que se dan cita personalidades como don Juan Carlos para abatir a tiros los ciervos y jabalíes -ya se sabe que los conejos y las perdices son caza menor para esta élite-. Esta normativa no es el primer favor que le hacen a este empresario distintas instituciones, como en aquella ocasión inolvidable en que el padre del actual rey medió por ellos en el conflicto que enfrentaba a Argentina y Uruguay por las papeleras, lo que era de vital importancia para el futuro de la papelera que dirigen los primos Cortina y Alcocer.
La “ambigua autorización” de Cospedal a Cortina
La ONG que denuncia el levantamiento de esta verja, Ecologistas en Acción, asevera que la autorización que Cospedal ha otorgado a Cortina para construirla es “ambigua”. “Aseguraban en la autorización que la valla no iba a entrar en Cabañeros, pero lo hace a lo largo de un kilómetro, según se ve en el mismo croquis de la autorización”, explican desde la ONG, que además añaden que la verja “tiene dos metros de alto y una longitud de cuatro kilómetros, de los que uno se adentra en el parque”.
La teoría que baraja esta organización es que el empresario, salpicado por distintos casos de corrupción, “no ha respetado la autorización” o “la consejería de Agricultura de Ciudad Real ha tenido una actuación incorrecta al no vigilar la construcción”. “Estas infraestructuras no se pueden construir debido al grave impacto que tienen en la vegetación y en la fauna”, recuerdan desde Ecologistas en Acción.
Además, también enfurece a los vecinos y a la ONG que la motivación que aduce el empresario sea la seguridad, ya que, a su juicio, gracias a la construcción de la valla se reducirían los accidentes. “El Ayuntamiento de Hontanar dice que no hay siniestros, así que su motivación es facilitar las actividades cinegéticas dentro de su finca”, indica este miembro de la ONG.
Medio Ambiente investiga la construcción
Según han apuntado distintos medios de comunicación, el Ministerio de Medio Ambiente ha tomado cartas en el asunto tras recibir la misiva de los directores de once de los quince Parques Nacionales -entre los que no figura el director de Cabañeros, Carlos Rodríguez Vidal- y ahora investiga el vallado que aísla el coto de caza. Sin embargo, estas afirmaciones no han podido ser contrastadas por este medio ya que tanto el ministerio dirigido por Isabel García Tejerina, como la consejería de Agricultura manchega han declinado hacer declaraciones al respecto. Unas explicaciones que puede que se realicen cuando la titular de Agricultura responda ante el Congreso de los Diputados por la autorización de una construcción de una mansión, propiedad de la empresaria Mónica Oriol y su marido, también en Cabañeros.
“El Gobierno favorece intereses de grandes propietarios de Cabañeros autorizando obras o mirando para otro lado”, afirmó el portavoz socialista de Agricultura, Alejandro Alonso, quien denunció “el escándalo” que suponían estos ataques al medio ambiente. Además, también arremetió contra el partido en el Gobierno el diputado del PSOE por Toledo, quien afirmó que “da la impresión de que el PP está vendiendo favores en los parques nacionales y se están autorizando cosas ilegales a personalidades influyentes y grandes propietarios”. Gentes poderosas que, en la mejor tradición aristocrática, hacen todo tipo de negocios entre tiro y tiro.
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