España

Rajoy quiere foto con Rivera en la firma del acuerdo pero Ciudadanos la rehúye

Los populares optan por escenificar el pacto de investidura entre ambos líderes, pero sin la teatralización que marcó la alianza entre socialistas y naranjas el pasado febrero. La imagen de la rúbrica apunta al domingo.

Hasta en la puesta en escena del eventual acuerdo entre PP y Ciudadanos -piensan en este domingo- hay división entre ambas formaciones. A falta de que se concreten los detalles de medidas clave exigidas por el partido de Albert Rivera, que ya no mantiene posiciones maximalistas en cuestión de números, la rúbrica del pacto de investidura es inminente. Tanto que populares y naranjas ya mantienen una pugna soterrada sobre cómo escenificar la alianza. En público declaran que "todavía no nos hemos planteado el tema logístico, porque seguimos negociando", pero en privado admiten ese tira y afloja en relación al modo de inmortalizar su apretón de manos. Mientras el presidente del PP, Mariano Rajoy, que este sábado inaugura el curso político en Galicia, quiere la foto con Rivera, Ciudadanos la rehúye y prefiere que sean 'segundas espadas'.

La idea de los populares, según revelan fuentes de la negociación, es que sean el jefe del Gobierno en funciones -a su regreso del mitin de Cotobade (Pontevedra)- y el líder de Ciudadanos quienes "cuadren sus agendas" para poder protagonizar tal instantánea. Si bien es cierto que el PP evitará una teatralización como la que marcó el pacto de El abrazo entre socialistas y naranjas el pasado 24 de febrero, su intención pasa por que ambos líderes estampen su rúbrica en un acto sobrio. Un formato discreto alejado de la pomposidad y la grandilocuencia que imprimieron Pedro Sánchez y Rivera a aquella ceremonia.

Rajoy no piensa emular el show de Sánchez, pero desea imprimir "robustez y responsabilidad" al acuerdo con la presencia de Rivera

En la sala Constitucional del Congreso, el secretario general del PSOE y el dirigente centrista hicieron un largo paseíllo hasta la mesa central, saludando previamente a los negociadores -uno por uno- de ambos equipos. Después de la firma de los dos dirigentes entre aplausos de júbilo de sendas delegaciones, éstas se cruzaron besos y abrazos. Además, también se retrataron bajo el cuadro de El abrazo (1976), que pintó Juan Genovés y que se conviertó en un icono de la Transición.

Toda esta sobreactuación es precisamente lo que no quieren los populares, que inciden en que no están abordando un acuerdo de legislatura, como el de El abrazo, sino sólo de investidura. El propio Rajoy ironizó en la réplica a Sánchez con que el pacto entre socialistas y naranjas era de una importancia histórica sólo comparable a la de Los Toros de Guisando (1464), por el cual Enrique IV de Castilla reconoció a su hermanastra Isabel -que luego sería la Católica- como princesa de Asturias y heredera a la corona por encima de su hija, Juana la Beltraneja (apodada así porque consideraban que era Beltrán de la Cueva, valido del rey, su padre biológico). También hay otra interpretación de la comparación que hizo Rajoy: el pacto de socialistas y naranjas era tan ficticio como el Tratado de los Toros de Guisando, del que no se conserva ningún documento orginal. Hay historiadores que ponen en duda su veracidad.

Del pacto de 'El abrazo' al pacto de Chirino

Aunque Rajoy no piensa emular a Sánchez en aquel show de nuevo parlamentarismo, sí que desea, aseguran sus colaboradores, imprimir "robustez y responsabilidad" al cercano acuerdo de investidura con una foto junto a Rivera, con el que viene intercambiando impresiones en las últimas horas. El pacto de los 170 diputados (sumando el escaño de Coalición Canaria) podría ser rematado por ambos líderes en la misma sala, apuntan las mismas fuentes, en que Rajoy y Rivera han mantenido sus reuniones tras el 26J. Es una de las dependencias de la tercera ampliación del Congreso no adscrita al Gobierno ni a ningún grupo parlamentario. Con sillones contiguos flanqueados por las banderas de España y la UE, en los últimos encuentros el cuadro de fondo ha sido un grabado del escultor Martín Chirino titulado 'Raíz del viento'.

En febrero y en la misma sala, el cuadro bajo el que se sentaron ambos líderes fue Jeu de Paume (Juego de Palma) del artista catalán Antoni Tàpies. La obra se caracteriza por un gran símbolo de sumar. El PSOE vetó este cuadro para la tensa reunión de Rajoy y Sánchez tras los comicios del 20D. Esgrimían que el encuadre recordaba a La Moncloa, por las obras de Tàpies que hay en el Palacio de Presidencia. Finalmente se entrevistaron en otra sala, próxima al comedor de la Cámara baja.

Pesa la controversia sobre la definición de "corrupción política"

Frente a los deseos de los populares, la dirección de C's muestra reticencias a la foto de Rivera con Mariano Rajoy, sobre todo después de la polémica que han levantado ciertas medidas consensuadas, como la limitación de considerar "corrupción política" sólo a los casos de enriquecimiento o financiación irregular. A ello se une que el nombre del extesorero de Génova Luis Bárcenas tampoco estará en la descripción de la comisión de investigación contra la corrupción que impulsarán en el Parlamento.

En este contexto, la cúpula naranja se inclina por que sean los portavoces de los respectivos grupos parlamentarios (Rafael Hernando y Juan Carlos Girauta) o los capitanes de la negociación (Fernando Martínez-Maillo y José Manuel Villegas) quienes rubriquen el documento. La primera de estas opciones es la favorita de los centristas dado que el 'sí' que estarían dando a Rajoy sería el de sus 32 diputados. "Qué mejor representante que nuestro portavoz en la Cámara baja", se preguntan.

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