La aceptación de elecciones primarias se ha convertido en uno de los principales escollos de la negociación que mantienen PP y Ciudadanos para lograr un pacto de investidura. Los populares, según fuentes conocedoras de las conversaciones, comparten la necesidad de mejorar el nivel de participación de los militantes en los procesos internos de los partidos, pero no están dispuesto a suscribir la exigencia de primarias que el partido de Albert Rivera ha puesto sobre la mesa. Mientras Ciudadanos quiere extender este sistema a todos los partidos mediante una reforma legal, el PP no va más allá de prometer “una mayor participación de los afiliados” en tales procedimientos y siempre “respetando la autonomía” de las formaciones políticas.
En esta búsqueda de un punto intermedio, la formación centrista plantea emular lo firmado en sus acuerdos con Cristina Cifuentes (PP) y Susana Díaz (PSOE), aquellos que permitieron a ambas dirigentes poder gobernar en la Comunidad de Madrid y Andalucía, respectivamente. En sendos documentos, la literalidad es la siguiente: “Comprometerse a que los candidatos sean elegidos a través de un sistema de primarias”. Cifuentes consiguió que se incluyera esta formulación “genérica”, frente a la postura más ambiciosa de C’s. Y el partido de Ignacio Aguado se dio por satisfecho al lograr que los populares madrileños admitieran el concepto de “primarias”. C’s había reclamado también que el texto obligara a la Asamblea de Madrid a impulsar una iniciativa legislativa instando al Congreso a cambiar la Ley de Partidos al respecto (esto último es lo que vuelve a pedir ahora al PP).
Cifuentes consiguió que se incluyera una formulación “genérica” sobre las primarias, frente a la postura más ambiciosa de Ciudadanos
Pero el equipo del PP (con representantes de Moncloa y Génova) que está negociando el apoyo de los 32 diputados de C’s para la investidura de Mariano Rajoy no quiere transigir ni siquiera con el planteamiento más abstracto sobre la adopción de primarias. Y así se lo ha hecho saber a la formación centrista. El debate sobre esta cuestión de democracia interna, el plato fuerte de la jornada de ayer, evidenció la distancia que todavía separa aquí a populares y naranjas. C’s no ocultó a última hora de la tarde su “consternación” y “preocupación” ante la “falta de voluntad política” del PP para alcanzar acuerdos. Puso como ejemplo que la otra parte no acepte tocar ni “una coma” en lo relativo a la reforma del Senado, la supresión de las diputaciones o la despolitización de la Justicia. De este este modo, lanzó una seria advertencia a sus interlocutores: “Ni vamos a someterles a un trágala, ni ellos nos van a someter a nosotros”, sentenció el portavoz de los centristas en la Cámara baja, Juan Carlos Girauta.
No obstante, el diputado naranja aseguró que esta sonora llamada de atención no supone que su partido esté estudiando abandonar las conversaciones. “La negociación no está rota. Hay un cierto estancamiento en nuestra legítima expectativa de que negociamos con alguien que quiere ser investido. En las cuestiones (económicas y sociales) en las que aparentemente se ha transigido, hay que poner cifras de una vez. Y en las que no ha habido transacción, estamos preocupados”, puntualizó. “Las cosas las estamos planteando de forma muy razonable, no desde posiciones maximalistas”, apostilló.
“Ni vamos a someterles a un trágala, ni ellos nos van a someter a nosotros”, asegura el portavoz naranja en el Congreso, Juan Carlos Girauta
El pacto de El Abrazo que Rivera selló con el secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, el pasado febrero profundizaba más en lo relativo a primarias que los textos de Madrid y Andalucía. En concreto, abogaba por “regular la selección de las candidaturas a la presidencia de los gobiernos nacional y autonómicos y a las corporaciones locales (a partir de una determinada población) mediante sufragio directo y secreto de las personas afiliadas del ámbito territorial correspondiente”. Y añadía: “Los estatutos de los partidos establecerán el procedimiento, pudiendo abrir la participación a quienes no están afiliados”.
Precisamente, Génova se remite a sus estatutos, que sólo podrían ser revisados en el próximo Congreso Nacional del PP -todavía sin fecha y con más de un año de retraso-, para desechar la idea de primarias. Cifuentes ya ha anunciado que en dicho cónclave impulsará una enmienda a favor de adoptar primarias. Pero de momento la celebración de este certamen se ve lejana, sobre todo ante la posibilidad de ir a unas terceras elecciones generales.
Voces a favor también en Galicia, Castilla y León, Murcia y La Rioja
Además de Cifuentes hay otros dirigentes del PP que abogan por avanzar dentro del partido hacia un sistema más abierto de elección de candidatos. En este grupo se encuentra el presidente de Galicia y candidato a los comicios autonómicos del 25-S, Alberto Núñez Feijóo, su homólogo en la Región de Murcia, Pedro Antonio Sánchez, el presidente del PP de La Rioja, Pedro Sanz, o el jefe del Gobierno de Castilla y León, Juan Vicente Herrera. En estas tres últimas comunidades, el PP firmó acuerdos de investidura con Ciudadanos en los que se recogía también el “compromiso a la celebración de primarias”, el mismo que en la Comunidad de Madrid y Andalucía.
Pese a ello, populares y centristas mantuvieron ayer sus diferencias en el Congreso. Por la mañana, el vicesecretario de Organización del PP, Fernando Martínez-Maillo, llegó a decir que “en España ningún partido tiene primarias de verdad”. “Y si no repasen lo que está pasando en el PSOE en relación con las listas electorales”, manifestó el diputado popular, en alusión a los problemas que están teniendo los socialistas con la configuración de sus candidaturas en Galicia para las autonómicas del 25 de septiembre.
aguirre y la red floridablanca
La portavoz popular en el Ayuntamiento de Madrid y expresidenta del PP madrileño, Esperanza Aguirre, reivindicó el pasado mayo la celebración de elecciones primarias para elegir al candidato de su partido a la Moncloa. En un vídeo difundido por la Red Floridablanca, dentro de su serie Conversaciones sobre el centro-derecha, Aguirre apostó por unas "primarias no vinculantes" que pudieran "servir para motivar" y generar "un debate de ideas".
La exjefa del Gobierno autonómico dijo que este sistema podría incluso "favorecer a Mariano Rajoy", al tiempo que permitiría conocer "qué candidatos están dispuestos a presentarse". No obstante, Aguirre asumió su complicada aprobación dado que "no hay mayoría en la Junta de la directiva nacional" del PP que comparta esta opinión. Además, Aguirre subrayó que "se ha acabado el tiempo de elegir a los líderes a dedo" y pidió que sean "los 700.000 militantes del Partido Popular" los que decidan.
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