España

La militancia del PP quiere al presidente de la Diputación de Valencia como sustituto de Fabra

Alfonso Rus, amigo del ministro de Exteriores, José Manuel García-Margallo, lidera las preferencias de las bases populares en la Comunidad Valenciana. Génova aguarda al desenlace de las próximas elecciones europeas y planteará la opción de González-Pons si el descalabro en las urnas es mayúsculo. Ambos candidatos no persiguen reemplazar al jefe de la Generalitat, pero asumirían el reto, previsiblemente, si se lo pide la dirección del PP. 

Si en Madrid es Esperanza Aguirre quien pueden decir abiertamente lo de “todos los militantes están conmigo en que hay depurar responsabilidades, pedir excusas si hay que pedirlas y adelantarse a la Justicia en relación a posibles casos de corrupción”, en alusión sobre todo al escándalo Bárcenas, este papel lo encarna en la Comunidad Valenciana el presidente de la Diputación de Valencia y líder del PP provincial, Alfonso Rus.

Es el verso suelto de los populares en la región y no se muerde la lengua a la hora de hacer autocrítica o discrepar de la versión del aparato autonómico, que preside el jefe de la Generalitat, Alberto Fabra. Saltándose la línea oficial, Rus fue uno de los pocos cargos del PP que emplazó al presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, a comparecer en el Senado el pasado verano para dar explicaciones sobre los papeles de Bárcenas. “Estamos hablando de seis millones de parados y que se diga por ahí que se reparten sobres... para que la gente realmente te crea, tienes que ser convincente”, reclamó entonces.

Ahora, con la continuidad de Fabra al frente de la Generalitat en entredicho, sobre todo como consecuencia del dramático cierre de Radio Televisión Valenciana (RTVV) por falta de liquidez presupuestaria, la figura de Rus genera cada día más apoyos entre los afiliados, que ve en él a un dirigente que habla claro y muestra cercanía con los ciudadanos. Por ello, según revelan fuentes populares a Vozpópuli, encabeza las preferencias de las bases, por delante de la alcaldesa de Valencia, Rita Barberá, y el propio vicepresidente de la Generalitat, José Císcar, para ser el futuro sustituto de Fabra.

Sin embargo, Rus no tiene esta aspiración y sus expectativas están colmadas, a no ser, subrayan las mismas fuentes, que reciba tal encargo de la dirección nacional del PP. A su favor cuenta con el apoyo de su amigo, el titular de Asuntos Exteriores y ex diputado por Valencia, José Manuel García-Margallo, a quien algunos ven detrás de una operación para desbancar a Fabra. El ministro espetó al presidente valenciano en una cena en Elche el pasado septiembre que las elecciones europeas serían su prueba de fuego.

Tanto Rus como Barberá ya realizan gestos que en clave interna son interpretados como tácticos: ninguno de ellos acudió a la Junta Directiva Regional celebrada la pasada semana por el PP valenciano para nombrar al comité de campaña de las próximas europeas.

Alfonso Rus, como 'verso suelto', genera más apoyos entre los afiliados que la alcaldesa de Valencia, Rita Barberá, o el vicepresidente de la Generalitat valenciana, José Císcar

A principios del pasado noviembre, Fabra se autoproclamó candidato para las elecciones autonómicas de 2015 durante su intervención en una Interparlamentaria de los populares valencianos, que reunió a diputados, senadores y eurodiputados por esta región. A ellos, les pidió, además, en un intento por acallar el debate sucesiorio, que no pierdan "ni un minuto" en las cuestiones que "otros quieran abrir", sino que se esfuercen en mejorar la economía y resolver el problema del desempleo.

Al poco después, Génova desautorizó estas palabras de Fabra para recalcar que nada está cerrado en la lista del PP valenciano para 2015. La secretaria general de los populares, María Dolores de Cospedal, afirmó que las declaraciones del presidente de la Generalitat "hay que ponerlas en contexto", refiriéndose al acto del PP valenciano, y que "ahora no es el momento de hablar de candidaturas".

Pese a estar prácticamente abrasado por los recortes, por salpicaduras de casos de corrupción y por ser el primer presidente regional que cierra una televisión autonómica, Fabra piensa dar batalla con el propósito de ser cabeza de lista y poder presentarse como tal por primera vez en esta comunidad, ya que asumió el mando de la Generalitat tras la marcha de Francisco Camps en julio de 2011.

Otra cosa bien diferente es el resultado que le puedan deparar las urnas y aquí las encuestas no son nada favorables. Los propios sondeos internos le sitúan fuera de la actual mayoría absoluta y hay estudios que muestran que el PP no sería capaz de mantener el Gobierno valenciano ni con el apoyo de UPyD, que entraría en las Cortes. Otro partido que también puede arañar votos al PP y conseguir representación en este parlamento es Ciutadans. El partido de Albert Rivera está teniendo tirón en esta plaza y ha decidido abrir aquí una sede para los comicios europeos.

Un revulsivo tras la debacle

En caso de que estas malas expectativas para las autonómicas se traduzcan ya en un descalabro en la cita europea del próximo 25 de mayo, Génova planteará la opción de su vicesecretario general de Estudios y Programas, Esteban González-Pons, para recuperar el terreno perdido, según ha podido saber este diario. El problema está en que, al igual que ocurre con Rus, González-Pons también ha dejado caer que no quiere sustituir a Fabra, aunque si Rajoy le pide que asuma el compromiso por el bien del partido, la situación cambiaría.

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