Duelo al sol en plena Audiencia Nacional. Luis del Rivero y Manuel Manrique, expresidente y actual responsable de la constructora Sacyr-Vallehermoso, aprovecharon su comparecencia de este miércoles ante el juez Pablo Ruz como imputados dentro del 'caso de los papeles de Bárcenas' para ajustar cuentas de sus diferencias empresariales y descargar el uno en el otro cualquier sospecha de implicación en el supuesto pago de una comisión de 200.000 euros al PP de Castilla-La Mancha. Ambos han coincidido en señalar que su relación profesional y personal se rompió en 2011, cuando el voto de Manrique fue clave para desalojar a Del Rivero de la presidencia de la compañía. El resto, fue un cruce de contradicciones y acusaciones más o menos veladas.
El expresidente de Sacyr negó haber pagado comisiones, aunque reconoció hasta once encuentros con Bárcenas y reuniones con otros miembros del PP, en los que no se habló de adjudicaciones ni donaciones
El primero en declarar fue, precisamente, el anterior responsable de Sacyr. Del Rivero, que ya había comparecido en mayo dentro de la misma causa al aparecer en repetidas ocasiones en las anotaciones contables del extesorero del PP, negó haber pagado ninguna comisión ni al PP ni a ningún otro partido pese a admitir que se reunía habitualmente con políticos. El expresidente de la constructora reconoció que, como recogen las recién conocidas agendas de Luis Bárcenas, mantuvo once encuentros con el extesorero "y posiblemente alguna más". Incluso admitió reuniones con otros miembros destacados del PP como Josep Piqué ("una de las cabezas mejor amuebladas de este país") y Juan Costa, aunque negó que en ninguna de ellas se hablase de adjudicaciones ni donaciones. Del Rivero enmarcó estos encuentros con dirigentes 'populares' dentro de las "normales" relaciones entre la clase política y el mundo empresarial, y aseguró que también había tenido encuentros similares con integrantes del PSOE. "Nunca le he negado una reunión a nadie", presumió, antes de reconocer que militaba en AP y, ahora, en el PP "aunque desde el cambio de pesetas a euros no me pasan la cuota".
Del Rivero negó haber pagado cantidad alguna por la adjudicación del contrato de limpieza a la filial de Sacyr, pero, aunque no le consta, dijo que el actual presidente sí podría haberlo hecho
Sobre el contrato de limpieza de Toledo que ganó en 2007 Sufi SA, filial de Sacyr y que supuestamente está relacionado con el pago de los 200.000 euros de comisión, el empresario negó que se hubiera entregado ninguna cantidad al PP por ella. Incluso afirmó que si estuvo muy pendiente de dicha adjudicación, cuya cuantía (3 millones de euros) calificó de "no relevante", fue simplemente porque su empresa acababa de adquirir la mercantil con la que se presentaba al concurso y que éste era su primera incursión en la capital castellanomanchega, algo en lo que estaba muy interesado. No obstante, dijo que las gestiones directas las realizaron empleados suyos y nunca él en persona.
Preguntado si el pago de la supuesta comisión pudo hacerlo el que entonces era vicepresidente, Del Rivero lanzó la andanada directa contra el que fuera su segundo: “No me consta, pero es posible”. En este sentido, el exdirectivo de Sacyr añadió que Manrique, por su puesto en la empresa, sí estaban en disposición de manejar esas cantidades en efectivo sin que él llegara a tener conocimiento de ello. También añadió que aunque él nunca mantuvo una reunión junto a su antiguo compañero del consejo de administración con el extesorero del PP, no descartaba que "el señor Manrique haya estado con Bárcenas por su cuenta". Incluso aseguro que el entonces vicepresidente tenía "el mando total y efectivo" de la compañía en aquel momento.
Un Manrique muy nervioso
Horas después le tocaba el turno de declarar a su sucesor al frente de la constructora, quien negó varias de las afirmaciones de Del Rivero. Así, Manrique aseguró que él no tenía a su disposición dinero en metálico para hacer frente al pago de ningún tipo de comisión. E, insistió, que nunca se reunía "ni con políticos ni con altos cargos" y que, por tanto, eran falsas las anotaciones de la agenda de Bárcenas que apuntan que sí las mantuvo con él. De hecho, aseguró que con el extesorero sólo coincidía en actos públicos protocolarios a los que iba como invitado. Lo que finalmente si reconoció era que conocía a María Dolores de Cospedal desde 2004, cuando ésta era consejera de Obras Públicas de la Comunidad de Madrid.
Manrique, muy nervioso durante toda su declaración, se quejó al juez de que su imputación estaban haciendo mucho daño a su empresa "y a la marca España" en el extranjero
Sobre el contrato de limpiezas de Toledo, Manrique aseguró que no le prestó ninguna atención, al contrario de lo que había afirmado Del Rivero, y que no conocía a José Ángel Cañas, el gerente del PP de Castilla-La Mancha que supuestamente recibió los 200.000 euros de donativo a cambio de la adjudicación, ni al otro dirigente castellanomanchega cuyo nombre se ha visto salpicado en el escándalo, Vicente Tirado, actual presidente de las Cortes castellanomanchegas. Preguntado por qué creía que, entonces, que Bárcenas le había involucrado en dicho pago, Manrique aseguró que "me ha tocado porque pasaba por allí". Muy nervioso durante toda su comparecencia, el actual presidente se quejó repetidamente de que su imputación provocaba un grave daño a su empresa tanto en España como en el extranjero e, incluso, "a la marca España".
Preguntado finalmente si conservaba las agendas en las que reflejaban sus encuentros y actividades en 2006 y 2007, los años en los que supuestamente se fraguó el pago de la comisión que le ha llevado ante el juez Ruz, Manrique aseguró que las había destruido. Fue uno de los pocos detalles en los que volvió a coincidir con Del Rivero, quien poco antes también había afirmado que él tampoco guardaba ya sus dietarios. El resto fueron 'puñaladas' verbales entre ambos.
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