Corría enero de 2013 cuando Mariano Rajoy rodeado de absolutamente toda la cúpula del PP aseguró que las denuncias de financiación ilegal del Partido eran una “campaña contra el PP”. Dos años después, muchos de los protagonistas de esa foto han abandonado la política salpicados por escándalos de corrupción, a muchos otros les apuntan las mismas acusaciones y el partido choca con una conclusión reiterada por jueces, policía y, tras esta semana, inspectores de Hacienda: la contabilidad b del Partido Popular fue más allá de la que mantuvo Luis Bárcenas. El dinero negro y la contabilidad paralela siguen cercando al partido.
El primero en denunciar esas otras contabilidades en negro fue el propio Luis Bárcenas en la declaración del mes de abril ante el magistrado, en la que apuntaba que el Partido Popular tenía cajas b “en todas las provincias y regiones” y añadía que funcionaban “de manera autónoma” respecto a los apuntes contenidos en sus papeles. Desde entonces, esa misma conclusión ha sido ratificada tanto por el juez Ruz, como por la UDEF, como por la inspección de Hacienda que coinciden en que hubo “dinero fuera del circuito legal”, como lo describen.
A partir de ahí, el juez Ruz fijó ya en el año 2013 la existencia de varias contabilidades en b, al hablar de “una cierta corriente financiera al margen de la ley”. En el análisis planta a planta de la reforma de la sede de Génova, Ruz fijaba que esas obras se habían hecho con "pagos que no se habrían reflejado ni en la facturación ni en la contabilidad oficial sino en la contabilidad paralela o "B". Desde entonces, el magistrado ha detectado, al menos, dos nuevas contabilidades de dinero negro en el PP de La Rioja y Pontevedra que también se habrían movido dinero negro.
También la UDEF añadió la existencia de otra contabilidad B más: la que había servido para comprar la sede del partido en Vizcaya. La caja b del PP vasco habría sido creada por Bárcenas pero habría empezado a operar sin él, relata la Policía en el informe remitido al juez Ruz. Esa contabilidad paralela operaba igual que la de Madrid, según la Policía, nutriéndose con donaciones de altos cargos de empresas que hicieron entregas y transferencias desde noviembre de 1999 hasta noviembre de 2005.
Los inspectores de Hacienda han presentado ya conclusiones definitivas en las que hablan también de varias contabilidades paralelas. La inspección asegura que en casos como el de la reforma de Génova constatan que los papeles del ex tesorero no contienen todo el dinero en negro que se movió en el partido. De hecho, sólo en los tres años detallados pos los inspectores, los pagos en B llegaron a triplicar los contabilizados por el propio Bárcenas. Así:
- Año 2006: Se reclaman 332.295,30 euros, frente a los 134.162,04 que se habrían pedido si se contabilizaran sólo los fondos recogidos en los célebres apuntes contables del extesorero.
- Año 2007: En ese ejercicio, la contabilidad de Bárcenas se acerca mucho a los cálculos del fisco que considera que la contabilidad del extesorero no incluye otros 33.041,12 euros que el PP también habría pagado en negro al margen de lo fiscalizado por el que entonces era gerente de la formación.
- Año 2008: Igualmente, Hacienda considera que el PP habría aportado otros 39.000 euros a su reforma al margen de los pagos en negro de Bárcenas. Como resultado de esa desviación, el fisco exige a los arquitectos que hicieron la reforma un pago extra de 90.859,05 euros, frente a los 79.000 que habrían tenido que abonar si se consideran sólo las carpetas del extesorero.
(Haga click sobre las imágenes para ver la doble contabilidad de 2006, 2007 y 2008)
La última en ratificar las varias contabilidades b del Partido Popular ha sido la Oficina Nacional de Investigación del Fraude (ONIF) con el argumento de que los apuntes del tesorero no contienen todas las irregularidades detectadas en los certificados de obra intervenidos en los registros al despacho de arquitectos de Gonzalo Urquijo.
El PP se queda sólo en su tesis del “delincuente solitario”
El Partido Popular sigue defendiendo que el ex tesorero fue un delincuente solitario que operó al margen de la formación, algo a lo que el propio tesorero decía que era una afirmación que desafiaba el sentido común y acusaba a sus líderes, en clara alusión a Rafael Hernando, de carecer "no de piel sino de cerebro". Bárcenas, cuyos ingresos crecieron de forma paralela a los del PP, sostiene por contra que hubo complicidad en el Partido Popular hasta el punto de acusar al Presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, de conocer esa contabilidad paralela y de haberse beneficiado de él.
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